Besos del alma • [Yoonkook]

26

Los rayos del sol inundaron la habitación del hotel donde Jungkook recargada su cuerpo encima de su Hyung, ambos dormían placenteramente en la cama matrimonial, las respiraciones de sus cuerpos y el tic tac de reloj era lo único que se podía escuchar.

Unos golpes en la puerta de ambos hicieron a Yoongi despertarse a ver quién era, movió delicadamente la cabecita de Jungkook para recostarla en la cama, el castaño se enrolló con la sábana dando vueltas hasta llegar hasta el otro extremo, el mayor sonrió al ver un acto tan tierno y salió una risita de sus labios cuando notó que un hilo de saliva caía en el brazo del otro.

Caminó hacia la puerta recordando que alguien tocaba, restregó un poco sus ojos y arregló un poco su cabello después de acomodar un poco su pijama, abrió la puerta notando a Tae parado en la puerta.

-¿Tae? ¿qué mierda? pareces un zombie.

Taehyung entró rápidamente un poco nervioso.

-Jin está molesto conmigo porque vine ayer borracho.

Yoongi cerró la puerta empezando a reír.

-¿Qué te dijo?

-Dijo que apenas es la primera noche y ya estoy bebiendo, se molestó porque lo ignoré y me lanzó un vaso con agua a la cara.

-Entiendo, ¿porqué mejor no salimos los cuatro?

-¿Salir?

-Sí, salgamos a despejarnos, le muestro a Jungkook de una vez la ciudad, a Jin se le pasa el enojo, en la noche vamos a los juegos, total necesitamos suerte, si estas peleado no creo que tengas cabeza para eso, tenemos que ganar y mañana regresar a casa con los bolsillos llenos.

-Tienes razón, sabía que venir contigo era la mejor opción, te espero abajo después del desayuno salimos-dijo Tae levantándose yendo hacia la puerta.

-Vale-respondió el pelo negro viendo a su amigo desaparecer tras cerrar la puerta.

Se levantó yendo hacia la habitación con la intención de ver a Jungkook pero la cama estaba sola, caminó hacia el baño encontrandolo cepillando sus dientes, se acercó a él, tomándolo de la cintura, el aroma del cabello castaño inundó sus fosas nasales, paseó la punta de su nariz por el cuello dando un beso en su nuca, Jungkook que estaba cerca del fregadero con el contacto se topó a el, la manera en que su hyung que hacía erizar la piel le encantaba.

-Buenos días  muñeco.

-Buenos días, hyung.

Jungkook enjuagó su boca aún con Yoongi pegado a él, pudo ver como esos ojos gatunos lo miraban con total dulzura.

-¿Cuánto tiempo llevas levantado?

-Creo que el que debería preguntar eso soy yo, ¿no crees?

- Sólo era Tae, Jin estaba molesto por sus tragos de anoche

-Me imagino, ¿y pudo con eso?

-Le dije que saliéramos los cuatro, tenía pensado que lo hiciéramos solo nosotros, pero la situación lo amerita.

Jungkook se dió la vuelta quedando frente frente con el pelinegro.

-Tines razón, solo espero que soporte mi presencia.

Yoongi rió por lo bajo.

-Tae es algo complicado pero ya le irás entendiendo.

-¿Tu cres?, yo no le hecho nada, ¿crees que me merezco esto?-soltó molesto después de soltarse del mayor para caminar fuera del baño hasta la cama y ordenarla.

Yoongi caminó tras el

-Claro que no bebe, pero te prometo que de aquí no nos vamos sin que Tae te dé una sonrisa.

Jungkook se echó una carcajada.

-Creo que moriría y volvería a resucitar antes que eso suceda.

Yoongi se recostó en la cama ya hecha por el menor.

-¿Y si mejor te mueres conmigo en esta cama?

Jungkook se subió a la cama sonriendo de manera picaresca, subió medio cuerpo encima del otro hasta besar los labios del mayor.

-Con gusto lo haría y lo sabes.

-Sí, lo sé.

El estómago de Jungkook rugió indicando hambre.

-¿Cocinamos o quieres que pidamos algo al hotel?

-Pidamos algo.

-Okay.

♡

Jungkook veía los enormes edificios por el parabrisas, una enorme fuente le llamó la atención su cambio de colores, Yoongi le observaba con una sonrisa enternecedora mientras que platicaba con Tae y Jin quienes iban en la parte delantera del auto.

Minutos después ya estaban frente a un museo de artes.

El menor de los cuatro se sentía emocionado, pero con ganas de orinar.

-¿Hyung, podemos ir al baño antes de entrar?

-Claro, chicos si quieren pueden. adelantarse, nosotros los alcanzaremos en unos minutos.

-Está bien-dijo Tae dándose la vuelta y entrando al museo mientras los otros dos caminaron directo a los baños.

Yoongi esperaba a que Jungkook saliera del cubículo mientras veía su rostro en el espejo del baño.

El castaño salió directo a lavarse las manos y luego salieron para entrar minutos depues al museo.

Jungkook y Yoongi caminaban por los distintos lugares tratando de dar con Tae quien no contestaba las llamadas del celular, así que mejor decidieron continuar mientras castaño tomaba todas las fotos que podía.

Diversas formas de cuadros hermosos pintados y piezas de madera, barro etc adornaban las paredes y estantes del museo, cosa que a favor de Jungkook era lo mejor.

-¿Hyung ya habías venido aquí antes?-preguntó el menor observando una pintura un tanto confundible.

- Sí.

-¿Con quién?

-...Yo...solo-mintió, el menor lo notó pero mejor prefirió callar ya que pensaba que no quería arruinar el pequeño viaje cuando hasta el momento había sido genial.

No iba a negar que le intrigaba tanto la vida del mayor pero no quería lucir como un entrometido.

Media hora después lograron dar con Tae y Jin quienes les sonrieron al encontrarlos por fin, para mayor sorpresa del menor de los cuatro, Yoongi tuvo razón y si pudo ver al fin la sonrisa del pelirrojo, nunca pensó que se vería tan bien con esa sonrisa cuadrada de unos pocos segundos pero linda.

Los cuatro regresaron al hotel ya con la pareja reconciliada.

♡

Yoongi terminaba de arreglar su corbata mientras ponía un poco de loción.

-¿Bebé estás seguro que no quieres venir? Seokjin irá y pues nose te quedarás tu solo.

- Está bien hyung, suerte en todo, lo que pasa que me siento un poco cansado y quiero escoger las fotos para mi proyecto, tengo tantas que no creo que pueda escoger con tan buenas tomas.

- Entiendo bebé, bueno cuídate y vengo lo más pronto posible.

- Aquí te esperaré.

Jungkook cerró la puerta, dando saltitos de emoción, puede que haya mentido pero de algo estaba seguro, que no era por gusto.

Caminó hacia la recamara tomando el bolso de mano y se dirigió al baño, tendría que hacerlo y esperaba que todo saliera bien.