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El sonido del celular hizo a Jungkook despertarse de su ensoñación, se levantó de golpe mientras sentía los brazos de Yoongi apretarlo cada vez más, un gruñido salió de los labios del mayor mientras se pegaba nas al cuerpo del castaño.

-Yoongi.

- ¿Mh?

-Mi celular está sonando ¿qué hora es?

-No lo sé.

- Déjame ir.

-¿Para qué?

-Que me sueltes ¡mierda!-dijo castaño ya cansado.

Yoongi lo soltó mientras  enterraba el rostro en la almohada tratando de evitar el sol.

Jungkook casi grita cuando vio que ya eran pasadas las nueve de la mañana y tenía cincuenta y dos llamadas junto a dos mensajes.

-¡Mierda!- empezó a cambiarse apresuradamente, Yoongi se dió cuenta así que hizo lo mismo.

Estaban por salir del departamento cuando un estruendoso sonido se escuchó desde la puerta principal.

Era uno de los guardaespaldas de Sehun quien había derribado la puerta y en ese instante apareció el prometido de Jungkook con el corazón agitado.

-¡Ay, gracias al cielo!-dijo abrazando a Jungkook con tanto deseo como si de respirar el mismo aire se tratase mientras dejaba besos en todo su rostro- Cariño me tenías preocupado, ¿estabas con él?

Jungkook estaba en shock sin saber que decir.

-No importa, vámonos -dijo el más alto tomando al castaño de la muñeca y llevándolo fuera del departamento.















Cuando llegó a la mansion, Sehun cargó a Jungkook hasta su recamara, Jungkook solo se dedicó a meter su naricita en el pecho del otro.

-Le diré a Soshu que te prepare un baño caliente. En la tarde vendrá la diseñadora a dar los últimos retoques de tu traje, no lo olvides-dió un casto beso en la frente del más bajo y salió de la habitación.

Jungkook se dejó caer en la cama con su mente en blanco. Sehun no era un tonto, solo era demaciado amable y tolerante.

Lo amaba demaciado como para ignorar el hecho de que había estado con alguien más toda la noche.










Se metió a la bañera sintiendo como las fibras de la esencia con aromas relajantes hacia contacto con su piel.

Los espejos en el baño le daban una mejor escena de los hematomas en su piel.

Se sobó las partes moradas mientras las burbujas desaparecían y los segundos pasaban.

Tomó un trago de la copa de vino que tenía al lado de la bañera y se detuvo a recordar todos aquellos recuerdos de su piel caliente contra esa piel lechosa y blanquecina, aquellos pequeños labios dejando su marca en cada lugar de su ser.

Las lágrimas empezaron a mezclarse con la agua rosada y un en ese instante aquella herida que se abrió años atrás cuando su hermano lo llevó lejos del palido pareció abrirse obligándole a sentir dolor, dolor de extrañar que alguien con quien compartía su corazón.






[♤♡◇♧]





Jungkook acarició los cabellos de la cabecita de su bebé mientras éste jugaba con una pequeña pelota de Lana. Sonrió notando como su bebé le mostraba aquellos ojos gatunos que solo le hacían recordar a el.

Había pasado tanto tiempo de que los ojos de su hijo le recordaban a Yoongi que creyó que esos pensamientos nunca volverían a surgir para volver a recrear escenas que hacían burbujear su estomago y la herida se empezaba a cerrar.

Pero ahora con haber estado con Yoongi las cosas se complicaban, y no tanto por eso sino más bien el hecho de saber que el aún lo quería, ambos se querían como el primer día.

-Joven Jeon, la señorita Minu ha llegado.

-Hazla pasar-pidió mientras se levantaba a dejara Daesun en su cunita.

Una señorita con un hermoso vestido se apareció frente a él con un bolso al igual del color del vestido.

-Buenas tardes Joven Jeon, su prometido me dijo que hoy podía venir a hacer los últimos arreglos para su traje, ¿está bien?

- Sí -dijo cortamente sin mostrar ninguna expresión.














-Cariño, traje la cena ¿quieres bajar o comemos aquí? traje tu favorito, brochetas de cordero.

La mirada de Jungkook era tan frágil al momento que mostró una sonrisa a su futuro esposo.

-Aquí está bien.

-Okay - Sehun sonrió quitando el Rolex de su muñeca y empezando a desabrochar su camisa.-¡Oh! pero antes quiero mostrarte algo! ya casi se me olvida.

Sehun se acercó a su maletín hurgando sacó una pequeña caja color negro, era un tanto grande así que Jungkook descartó la idea de que pudiera ser un anillo. Pero estaba seguro de que era Joyería pues la caja traía el diseño de la tienda donde vendían las prendas más caras que podían existir.

Y efectivamente cuando su prometido abrió al caja reveló un precioso collar con una piedra azul marino en forma de diamante.

El más alto se acercó poniéndola en el cuello del castaño, Jungkook lo observó detenidamente cuando ya estaba puesta. Era tan preciosa que no podía creerlo, tenia tantas joyas pero nunca uno con una piedra tan grande.

-Este era de mi abuela, la familia Oh hemos crecido entre dinero así que por eso me he dado el atrevimiento de comprarte la piedra azul. Es una reliquia ya que solo existen dos en el mundo, dicen que la otra está bajo el mar en lo más profundo del Atlántico.

Jungkook abrió sus ojos asombrado.

-Yo...yo no merezco eso -dijo tratándola de quitar, pero Sehun lo detuvo al instante.

-No digas tonterías, claro que lo mereces, tú mereces el universo y yo te lo daré, tú no mereces el mundo, es el mundo el que no te merece, mi amor.-respondió Sehun besando la coronilla de Jungkook para después salir de la habitación.









Besos del alma •  [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora