3

561 62 9
                                    

La familia de Agoney se despidió de él en el aeropuerto hechos unas magdalenas. Su niñito se iba para cumplir su sueño, se iba de su islita a descubrir el mundo y lo echarían mucho de menos.

A pesar del madrugón del día, era incapaz de dormirse. Estaba muy nervioso y excitado por la noticia. Además, también estaba nervioso porque Sam iría a recogerle al aeropuerto de Barajas y lo iba a acoger en su casa hasta que comenzara la gira.

Decidió escuchar el disco del artista al que iba a acompañar en el escenario durante tres largos meses a lo largo de varios países. La voz del chico era profunda pero aterciopelada y le gustaba mucho. La verdad es que le relajó un poco y pudo echarse una cabezadita casi antes de aterrizar.

Cuando aterrizan, la gente comienza a aplaudir. Eso le saca una sonrisa a Agoney. La gente celebrando haber tenido un vuelo tranquilo. Tras pasar a recoger su enorme maleta, salió en busca de Sam. Para su sorpresa no estaba solo, Mary y Aaron estaban con él y le habían hecho una pancarta de bienvenida. Eso le enterneció. Fue a abrazarlos. Se conocían de alguna que otra masterclass y se habían llevado muy bien. Seguían manteniendo el contacto gracias a las redes sociales. Comenzaron su camino hacia el coche y empezaron a hacerle preguntas a Agoney.

- ¿Qué tal el vuelo?- le preguntó Aaron.

- Estaba muy nervioso, porque, es la experiencia más importante de mi vida y es mi sueño hecho realidad. Luego empecé a escuchar las canciones de Raoul, que, no me mates Sam, no las había escuchado.- Sam simuló una expresión de enfado que no tardó en cambiar por una sonrisa.

- ¿Y qué? Canta bien mi primo, ¿verdad?- le preguntó Sam.

- Sois una familia muy talentosa, la verdad.- le contestó él.

No tardaron en llegar al coche. La que conducía era Mary.

- No te preocupes por las coreos. India es exigente, pero seguro que las pillas al vuelo, eres un chico muy espabilado.- le dijo ella mientras se ponía el cinturón.

- Espera, ¿India? ¿India Doblas?- pregunta Agoney muy sorprendido.

- La misma, Ago, vas a bailar coreos de ella.- le aseguró Sam.

Agoney estuvo a punto de ponerse a chillar en el coche.

- Estoy muy emocionado, no me estoy creyendo esto, Sam. Muchas gracias por pensar en mí. Y por recogerme. Y por acogerme en tu casa.

- Ago, es un placer, de verdad.- le asegura Sam.- Me has dado las gracias como veinte veces.

- Me llegas a decir ayer que me iba a llover esta oferta y me hubiera reído.- dice Agoney convencido.

- Ve creyéndotelo, Agoney. Bienvenido a la élite.- le dice Aaron.

Cogieron camino a la ciudad. Pusieron la radio y se relajaron un poco. Aaron incluso se quedó dormido. Mary dejó a Sam y a Agoney en el bloque con un buenas noches, mientras Aaron seguía en los brazos de Morfeo.

Sam vivía en un pequeño piso compartido. A Agoney le extrañó que, al estar su primo también en Madrid, no vivieran juntos. Pero pensaba que no era conveniente preguntar eso. Quizás su primo viva con su pareja. Sam le enseñó su habitación.

- Yo dormiré en el sofá, que es sofá cama. He puesto ya la alarma. Ponte cómodo y descansa.- le dice Sam antes de salir y cerrar la puerta.

Agoney se siente un poco mal porque Sam tenga que dormir en el sofá en el pequeño salón. Pero el cansancio del viaje y de las emociones del día le hacen acostarse rápidamente. Mañana será otro día.

En otro lado, en la misma ciudad, Raoul no conseguía conciliar el sueño. Había estado de entrevistas y hablando con Roi Méndez, un joven cineasta que va hacer un documental que va a empezar a rodar desde los ensayos de mañana. No ha tenido tiempo de llamar a Mireya aunque le hubiera encantado. Demasiados compromisos ahora que la gira está tan cerca. Lo único que le alivia es que Sam dice que ya ha recogido al bailarín en el aeropuerto y que mañana va a estar en los ensayos.

Tiene muchos tweets pregúntadole por Rafa y si tiene sustituto. No cree que deba ser él el que de la noticia de la lesión de Rafa, porque puede cundir el pánico. Mañana cuando conozca al nuevo bailarín, subirá la noticia, mientras tanto, sus wolfies van a tener que esperar.

Raoul no podía conciliar el sueño y eso es malo, porque necesitaba estar descansado para los ensayos. Pero habia algo que no le dejaba dormir. Revisó sus redes sociales de nuevo, pero la gente estaba ya descansado, como debería estar haciendo él también. Entonces decidió sentarse al piano y tocar algo, para relajarse. No debía cantar y tener la garganta descansada, no podía permitirse quedarse afónico, eso ya sería una de sus peores pesadillas.

Empezó tocando por inercia, canciones que se sabía bastante bien, porque las había ensayado hasta la saciedad para sus covers de youtube. La letra de las canciones las iba cantando para sí mismo. En parte porque si se ponía a cantar de madrugada, los vecinos iban a avisar al casero, en parte porque debía reservar su voz para los conciertos. Poco a poco, sus manos se fueron liberando y empezó a tocar algo que sonaba melifluo. ¿Estaba componiendo? ¿A esta hora? Luis le iba a matar mañana, en más de un sentido. Se levantó y cogió un cuaderno, sus fans le enviaban muchos para que anotara en ellos cualquier composición, inspiración, idea o lo que le diera la gana; copió la melodía que acababa de tocar. Esperaba no haberse olvidado, porque sonaba genial. No tenía letra, pero se estaba imaginando la batería, la guitarra, el bajo... Cogió improvisadamente la grabadora de su teléfono y lo grabó, por si acaso, sólo el piano, sin voz, sin letra. Puede que fuera una melodía algo básica y que después se acabase convirtiendo en algo que no se pareciera nada a esto primero, pero el siguiente álbum no se va a componer solo.

Acabó acostándose demasiado tarde, pero tenía una melodía para su próximo álbum, entonces no estaba muy seguro de si había perdido el tiempo o si lo había ganado. Tampoco pudo planteárselo mucho, porque por fin se rindió al sueño y cayó rendido en la cama del pequeño estudio. El silencio se instaló por fin en el quinto A.

Espero que os esté gustando,

Andrea 💫

Limerencia |RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora