Limerencia |Ragoney

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Santiago de Compostela está llena de peregrinos. Mucha gente por la calle, así que tienen difícil salir en las horas libres. Así que pasaron mucho tiempo en el hotel. Nada que ver tenía con el flamante hotel de la costa andaluza. Este era pequeño y práctico como el resto en el que habían estado quedándose durante el resto de la gira. Roi, el director del documental, estaba emocionado, volvía a casa aunque fuera una semana. Y, a pesar de que con tanto turista y peregrino lo iban a tener difícil, prometió a los chicos ser su guía turístico particular.

- ¿Aitana no ha venido?- le pregunta Agoney a Raoul mientras juntan las dos camas individuales de su habitación.

- Tiene un compromiso esta semana. Tiene que rodar un videoclip de una de sus canciones, adivina con quien.

- Ni idea, la verdad.

- Con India.

- Ahhh, India. Entonces va a ser un videoclip muy potente.

- Dice que es algo que le va a costar pero quiere aceptar el reto. Lo mejor es que por fin coincide con Nerea en Madrid.

- No te ofendas, pero lo mejor es tenerte enterito para mí.- le contesta Agoney.

Raoul le sonríe pícaro. Los últimos días Agoney está mostrando su faceta atrevida y le gusta mucho.

- Como si puediera ofenderme.- le dice antes de reír.

Por el otro lado, Agoney lo tenía todo preparado por si se daba el caso de que Aitana no les acompañara en el viaje. Había llamado a escondidas a Miriam:

- Miriam, cariño, necesito de tus conocimientos gallegos.- le dijo nada más descolgó.

- Hola, Agoney. Sí, estoy bien. Ohhh, yo también te echo de menos, jo. Claro, yo también te quiero muchísimo.- contestó la chica con ironía.

Agoney rió.

- Hola, Miriam guapa, te echo de menos y te quiero a rabiar. Por fa, necesito tu ayuda.

- Así ya está mejor. Bueno, dime. ¿Qué necesitas de mí?

- Un buen sitio en Santiago para una buena cita.

- Esa rubia te tiene revolucionado, ¿eh?

- Es lo mejor que me ha pasado desde que salí de Adeje, Miriam.- le confiesa.

- Vale, apúntate, pero me vas a deber una buena cena cuando la gira pase por aquí.

Miriam le dio una dirección de un sitio muy chulo al que ella había ido de joven.

- Gracias. Eres la mejor, te quiero.- se despidió Agoney.

Ahora estaba ansioso de poder ir, pero van a necesitar una carabina, una excusa para que no se vieran a los dos solos si a alguien se le ocurría hacer fotos, vídeos o informar. Y sabe perfectamente quién es perfecto para esa tarea. Agoney se acerca a la habitación Sam con una sonrisa pilla.

- Uy, ¿qué quieres, Ago?

- Necesito que seas nuestra carabina esta tarde-noche, por favor, Sam.

- Mmmm.- dice Sam haciéndose derrogar.- ¿Cuál es el plan?

- Es sorpresa, pero estoy seguro, bueno, lo espero, que a tu primo le va a gustar.

- Bueno, vale, pero te va a salir carillo, Agoney.

Agoney le da un beso en el pelo feliz y vuelve a su habitación. Santiago no tenía nada que ver con Málaga, se podía apreciar desde la ventana del pequeño hotel. Pero a Agoney no le importa, está pendiente de la hora, llegan justo a tiempo para ducharse, vestirse y salir al sitio que le había pasado Míriam.