FIN

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Maratón final 4/4

UN AÑO DESPUÉS

Un joven cineasta trajeado sube al escenario entre aplausos y recibe un premio antes de colocarse en el atril sin dejar de sonreír.

- Joder, no me lo esperaba.- dice Roi Méndez.- Cuando empecé a seguir a Raoul Vázquez con mis cámaras... nunca pensé que esto fuera a traerme aquí. Que lo que empezó siendo un documental sobre un tour de un famosillo.- mira a la cámara, todos saben que es broma.- acabara siendo algo tan grande como este documental que denuncia la opresión a los artistas LGTB por parte de las discográficas. Pero he de dejar claro, que este premio no me pertenece solo a mí, sino a todas esas personas que nunca leemos en los créditos. Yo en especial, quiero agradecerle a Ana Guerra, mi fiel compañera y amiga, eres la mejor. Sin ti este proyecto no lo habría terminado. Nuestro proyecto. El premio lo tendremos cada uno un mes, custodia compartida.- la sala se llena de risas.- Pero sobre todo, quiero agradecer a Raoul y a Agoney por dejar contar su historia, por dejarme contar lo feo de la industria y por... por ser unos amigos de puta madre. Este premio también es vuestro, os dejo que lo vayáis a visitar cuando lo tenga Ana. Un besito.

En Madrid, una pareja ve la entrega de premios sentados en el sofá y en pijama. El moreno de los dos está llorando mientras estrecha al rubio entre sus brazos, que contiene las lágrimas porque quiere seguir viendo la gala.

- Estoy tan orgulloso de lo que ha conseguido Roi.- dice el moreno.

- No me arrepiento de haberle dejado contar nuetras historia. Ni un poquito.- contesta el rubio.

A la tarde siguiente, el bailarín esta volviendo de sus clases, como maestro, en uno de los centros con más prestigio de Madrid. Forma a jóvenes en diferentes tipos de danza, ficharon a Agoney nada más volvió a la capital tras el tour con Raoul.

Cuando llega al pequeño estudio, no ve a Raoul, peor sí le oye y guiándose de su sentido del oído, se deja llevar hasta la que fue la habitación de invitados que ocupó Agoney aquellos primeros días, hoy, reconvertida en un estudio para ambos. Hay un espejo y un equipo de sonido, un escritorio con muchos cachibaches que Agoney nunca ha sabido para qué sirven.

Raoul está tocando la guitarra que le regaló Agoney aconsejado por Mireya.

- Adivina qué.- le dice Agoney a Raoul cuando este termina y apunta algo en su cuaderno.

- Quieres adoptar a otro de tus alumnos.- intentó adivinar Raoul, con su guitarra aún en su regazo.

- Sí, pero no es eso.- le dice Agoney dando salititos de felicidad.- Miriam va a venir a una audición para bailar en un musical aquí en Madrid. ¿Te lo puedes creer? Dios, ¿cómo se atrevió a ocultarme que le gustaba bailar?- Raoul sonríe.

Raoul oye a Agoney hablar entusiasmado.

- Pues tengo otra sorpresa para ti.- le dice y al levantarde del escritorio, deja ver una gran caja en el suelo.- Es para ti, ábrela.

Agoney se acerca curioso a la caja y cuando la abre, ve a un cachorrito de la misma raza que era Bambi. Está dormido y entre mantas, y tiene un collar y una plaquita.

- Llevo buscando uno así en las protectoras todo un año. Agoney, te presento a Tambor... nuestro perro.

Y hemos llegado al final de nuestra historia. Espero que os haya gustado y hayáis disfrutado.

Tengo más cosillas que escribo por ahí, por si queréis echar un vistazo, no sólo escribo fanfics, aunque es lo que más me gusta, no me escondo.

Puede que esté escribiendo esto llorando porque en verdad, voy a echar mucho de menos a mi Raoul y a mi Agoney, pero por lo menos les he dado un final feliz.

💛💜

Limerencia |RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora