16

606 61 20
                                    

Agoney esperaba a los pies del hotel donde se aloja el equipo de Raoul. Lleva una camiseta amarilla pollo que por alguna razón que no entiende, su mente asocia con Raoul. Quizás porque tan rubio y tan pequeño, le parecía un pollo. Decide en el momento que va a llamarle así a partir de ahora. Sale de sus pensamientos cuando divisa a Raoul. Lo siguiente que piensa es en lo guapo que está Raoul. Llevaba una camiseta blanca y una chaqueta vaquera negra, a juego con sus vaqueros. El sol daba calor como en las Islas Canarias, y reflejaba el rubio de Raoul. Su sonrisa al ver a Agoney es automática, y el calor que el sol daba a la piel de Agoney se instala en su pecho. Cuando llega a su altura, Raoul se lanza en un abrazo fuerte e intenso, en el que Agoney tiene la oportunidad de aspirar la colonia de Raoul. No huele solamente a colonia la cual califican "de hombre", sino también a mar, a madera y a verano. Cuando se separan, la sonrisa de Raoul aún no ha desaparecido.

- ¿Has dormido bien, Ago?- le pregunta.

"Ago". Cuando Raoul pronunciaba su apelativo cariñoso de aquella manera le entraba un nerviosismo que no sabía identificar. ¿No sabía?

- La verdad es que sí, me quedé dormido pronto anoche.- le contesta Agoney y se contagia de la sonrisa de Raoul.

- Entonces has descansado bien, perfecto. Porque tenemos un día muy intenso.- le anuncia Raoul antes de hacerle una señal para que le siga.

Raoul se convierte en su guía turística particular, la ruta incluye anécdotas de la propia cosecha de Raoul y Agoney está más que encantado con el día que están viviendo. Van a todos los lugares emblemáticos, algunas veces se paran para hacerse fotos con gente que les reconocen. Ya al atardecer se quedan a ver el sol desaparecer en el Parc Güell. Mucha gente va ya de recogida, pero ellos dos retrasan su retirada, incluso se hacen fotos para postear. Tras eso, se sientan en un banco, esperando que no les echen antes de que se vaya el sol, la puesta de sol es preciosa desde donde se encuentran.

De pronto, Agoney nota los dedos de Raoul, rozando tímidamente los de Agoney, haciendo sentir a Agoney de nuevo el calor en su pecho. Entonces Agoney, coge los dedos de Raoul, lentamente, hasta que acaban cogidos de la mano.

No era la primera vez que se cogen de la mano, pero es la primera vez que Agoney lo siente tan intensamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No era la primera vez que se cogen de la mano, pero es la primera vez que Agoney lo siente tan intensamente. Agoney se muerde el labio inferior y mira, de reojo y con mucha vergüenza a Raoul. Sus miradas coinciden y Raoul aprieta su agarre y le sonríe. Poco a poco y como en cámara lenta, Agoney ve cómo la mirada de Raoul pasa de sus ojos a sus labios. Lentamente, y como si tiraran de él por una cuerda desde su pecho, se va acercando más a Raoul, que imita su comportamiento. Sus frentes entran en contacto y Agoney cierra sus ojos por la proximidad, está nervioso. Raoul roza su nariz con la suya, una caricia que a simple vista es eso, fácil, pero que para Agoney significa mucho. Significa que le gusta Raoul, sin lugar a dudas. Le gusta y mucho. Tiene muchas ganas de besarle, de saber cuál es tacto de sus labios, saber cómo besa, saber si lo que está sintiendo con tanta intensidad en su pecho, es correspondido. Sus latidos se han acelerado sin que se haya dado cuenta antes.

Limerencia |RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora