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Llaman a la puerta de la habitación que comparten Aaron y Agoney. Es molesto para Agoney, que entreabre los ojos y ve a Aaron profundamente dormido. ¿No le molesta ni un poco el ruido? Siguen llamando a la puerta incesantemente. Agoney refunfuña y se levanta molesto, decidido a darle una voz borde a quien este al otro lado de la puerta, sea quien sea.

Cruza la habitación a grandes zancadas, haciendo sonar sus pasos muy fuertes. Abre la puerta de malas maneras y rápido, pillando desprevenida a la persona que se haya detrás de esta. Agoney sale con el ceño fruncido y decidido a decirle que el cartel de "No molestar" no está en el picaporte de adorno. Pero todo eso se le pasa cuando se encuentra con Raoul frente a él. Llevo puesto un chándal que parece que pertenece a Sam, porque le suena de haberlo visto anteriormente. El pantalón es gris y ancho y la sudadera es celeste. Tiene el pelo muy despeinado y el rostro serio, o eso le parece, porque al salir de esa forma, Raoul se ha asustado y ha agachado la cabeza.

- Raoul... yo... no sabía que eras tú.- se intenta disculpar, pero tiene voz de dormido aún y decide carraspear.

Lo que no sabe Agoney es que a Raoul le ha gustado mucho su voz ronca de recién levantado y que daría lo que fuera por escucharla todos los días en su oído.

- No pasa nada, es que... he llamado mucho.- dice Raoul aún sin levantar la cabeza y haciendo círculos en el suelo con la punta de su pie izquierdo.

- ¿Ha pasado algo?- le pregunta Agoney saliendo y encajando la puerta. No quiere cerrar porque no ha cogido la llave y Aaron está dormido como un tronco.

- No, sólo... venía a saber cómo estabas por lo de... ya sabes quién.- dice Raoul eludiendo el nombre del periodista como si se tratase del mismísimo Lord Voldemort.

- Ah, bueno, anoche cuando llegamos había varios fans que intentaron pararme para preguntarme cosas y algún que otro periodista que habría leído el artículo de Ricky y quería más información. Pero Aaron y Mary me escoltaron hacia dentro sin dejarme decir una palabra.

Raoul asiente mirando al suelo. Entonces levanta la mirada. Agoney ve sus ojos cansados, es evidentemente que Raoul no ha dormido bien. Y también tiene pinta de ser muy temprano, así que además de mal, ha dormido poco.

- ¿Y tú, pollito?- le dice Agoney.

A Raoul, el mote que Agoney le ha asignado le llena de calor el pecho. Lo toma como una señal de que no está enfadado con él y de que pueden mantener la relación que tenían a pesar de la crítica de aquel buitre.

- Bueno, he tenido noches mejores. Y, si nunca has dormido con Samuel, has de saber que o te tira de la cama o te abraza como si fueras el amor de su vida. Hoy me ha tocado caer al suelo. Y... bueno, he decidido venir a ver cómo estabas.

Agoney sonríe, Raoul siempre consigue sacarle una sonrisa.

- ¿Sabes? He estado a punto de chillarte por llamar así a la puerta.- le comenta Agoney.- ¿Qué son estas horas, pollito?

- La hora de desayunar, ¿quieres que desayunemos juntos?- le dice Raoul, mirándole fijamente a los ojos, muy seguro de sus palabras.

A Agoney le pilla desprevenido aquella propuesta y se pone nervioso. No sabe cómo reaccionar, se queda pillado unos segundos, hasta que consigue reaccionar.

- Ehh... Sí, claro. Espera que entre a por algo de ropa y la llave de la habitación y bajamos. Te invitaría a entrar pero creo que a Aaron no le haría gracia que le escucharas roncar.- le dice Agoney.

Raoul asiente y se apoya en la pared, mientras Agoney entra y cierra la puerta con cuidado. Mientras Agoney se viste, Raoul suspira e intenta calmar su respiración. Aquella invitación a desayunar le ha costado muchísimo sin ponerse rojo. Sí, Agoney le gusta, dejemos los quizás para otras cosas, pero todavía no quiere que él lo sepa. Pero van a desayunar juntos, como cuando Agoney se quedaba en su piso.

Limerencia |RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora