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Especial capítulo doble

Tal y como Samuel le había prometido, él durmió con Aaron, dejando su cama libre para Agoney. O mejor que su cama, la habitación.

Raoul y Agoney durmieron en la misma cama, se acostaron como aquella noche que iban un poco hasta arriba pero esta vez sin alcohol de por medio. Estuvieron acariciándose hasta dormirse. El teléfono de la habitación suena, Raoul refunfuña y se gira en la cama. Agoney abre los ojos y decide coger el teléfono pero se detiene, no pueden saber que está en la habitación de Raoul. Se gira en la estrecha cama e intenta despertar a Raoul que se queja.

- Raoul, tienes que cogerlo tú, es tu habitación.- le susurra.

Raoul sigue entre su sueño y la realidad. Agoney se acerca hasta su oreja y a acaricia con la punta de su nariz. Raoul se estremece.

- Raoul, debes contestar.- le insiste en un susurro.

Raoul se gira, quedan a escasos centímetros. Ambos respiran un poco nerviosos. Raoul se incorpora lo suficiente como para pasar su torso por encima de Agoney para alcanzar el teléfono que había empezado a sonar de nuevo. Lo alcanza y se vuelve a acostar antes de contestar.

- ¿Sí?- dice al contestar.

- Raoul, me acaban de llamar de un programa de radio local.- es Marina, directa al grano, como si las neuronas de Raoul estuvieran operativas para entenderla.- Tienes que estar allí en una hora, te van a entrevistar.

- De acuerdo.- dice él.

- Recuerda, hazte promo y niega cualquier drama que no esté relacionado con Aitana. Te paso la dirección por mensaje.- dice y cuelga.

Raoul refunfuña, deja caer el teléfono inalámbrico de la habitación entre las sábanas y se tapa hasta los ojos. Agoney se coloca de lado y le mira, esperando una explicación.

- Tengo que ir a una entrevista.- le informa desde debajo del edredón.- Tengo muy pocas ganas.- añade.- Ojalá pudiéramos quedarnos aquí todo el día.

Agoney piensa lo mismo.

- Lo malo de ser famoso es tener que ir a entrevistas.- le dice Agoney.- Vamos, levántate que tienes que prepararte.

Agoney se levanta y tira de Raoul que se resiste.

- ¿Y si nos quedamos, cinco minutitos más? Juntos. Porfa.- le pide.

- No me pongas esos ojitos, pollito.- le dice.

"... que entonces no me podré resistir" piensa.

- Eres demasiado responsable.- se queja Raoul levántandose.

Agoney por respuesta, se ríe.

- Me voy a la ducha. Te ofrecería que vinieras, pero no te voy a poner ojitos hoy.- le dice Raoul antes de entrar en el baño.

Agoney se deja caer para sentarse en la cama. Respira muy hondo. ¿Es real lo que está viviendo? Le parece un sueño del que no quiere despertar nunca. Se levanta a vestirse mientras escucha el agua de la ducha y se imagina a Raoul duchándose. Fantasea brevemente con la idea de ducharse juntos alguna vez.

La puerta del baño se abre cuando Agoney esta revisando su teléfono, lee los mensajes de su hermana que le cuenta cómo va todo por casa. Agoney levanta la vista y se encuentra con Raoul aún mojado y con la toalla en la cintura, muy baja. Agoney traga saliva y Raoul sonríe al ver que ha reaccionado como quería, tiene ganas de jugar un poquito.

- Se me ha olvidado la ropa.- se excusa.

Agoney asiente sin poder evitar mirarle mientras busca su ropa en la maleta. La toalla peligra con caer en cualquier instante y eso le pone nervioso. Raoul coge la ropa y vuelve al baño. Agoney deja salir todo el aire que no sabía que había contenido. Entonces entiende que Raoul está jugando un poco, como venganza por no quedarse un poco más en la cama con él. Sonríe, juega muy bien el pequeño pollito.

Limerencia |RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora