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Raoul no se acerca a Agoney en toda la noche. Y, a pesar de que sabe que se tiene que controlar con las cámaras y todo, le parece excesivo que ni se acerque a hablar e incluso le huya.

De vuelta en el microbús se sube el primero y se sienta junto a Marina, y cuando pasa con Mary hacia el fondo, ni le mira. Agoney está empezando a preocuparse, y no se puede levantar a decirle nada porque Marina esta esperando a lo mínimo para gritarles. Decide escribirle, preguntándole si está bien. Agoney le ve desde el fondo, se le ilumina la pantalla, Raoul lo lee y lo bloquea. Ni siquiera lo ha abierto. Eso le preocupa bastante más y se queda entre pensativo y preocupado el pequeño trayecto hasta el hotel.

Suben todos juntos y cuando llegan a la habitación, Agoney cierra la puerta y siente como si el aire se densara y no en el buen sentido. Hay tensión tóxica, mala, de esa que luego produce sentimientos que duelen.

- Raoul, ¿qué ha pasado?

Raoul está de espaldas a él, frente a la ventana, con el chalequillo negro abierto y apoyado en los quicios de ambos ladoos de la ventana. La luz de la luna dibuja una siluera sombría y triste. Todo ese efecto se rompe cuando Agoney oye un sollozo.

- Ago yo...

Agoney da dos pasos y se para. No está seguro de si Raoul quiere que se acerque. Se para en seco.

Raoul lleva una de sus manos a la cara. Agoney le oye como se sorbe los mocos. Está deseando que se gire y continúe hablando.

- No aguanto más esta situación.- le dice Raoul, cuando puede hablar. Y mira la luna, como un lobo, está enamorado de ella.

Agoney se queda petrificado. ¿Está...? No puede ser que esté cortando con él.

- No aguanto más escondiendo mi orientación sexual, Agoney. No aguanto.- se gira hacia él, con las lágrimas cayendo por su cara.- No poder cogerte de la mano cuando me plazca. No aguanto no poder besare cuando quiera. No aguanto tener que fingir. No agunto más.

Agoney se siente un poco aliviado pero inmediatamente después, le entiende y solo quiere abrazarle mientras escucha todo lo que quiere decirle. Solo quiere que pare de llorar y de verse en ese estado.

- Hoy cuando he visto a ese chico... que se te ha acercado. He querido cruzar corriendo toda la pista de baile y decirle que eras mi novio. Que podéis ser amigos, que no soy celoso, pero que no se pase. Me habría encantado besarte tras la actuación porque has estado... has estado... no tengo palabras para alabarte como es apropiado. No quiero ser quien soy. Quiero mandarlo todo a la mierda. ¡A LA MIERDA , JODER! YO NO QUIERO SER ASÍ, YO QUIERO ESTAR CONTIGO.

Raoul había dado lentos e imperceptibles pasos y ahora esta justo delante de Agoney llorando de frustración y rabia.

- Ven aquí.- dice a Agoney y por fin lo abraza.

El abrazo hace sentir a Raoul como en casa. Le da seguridad. Esos malos sentimientos que lleva todo el día incubando... se desvanecen y solo queda la luz y la paz que transmite un abrazo de Agoney.

- Venga, Raoul. Yo... lo siento, pero me dijiste que teníamos que fingir. Yo sólo fingí y... me siento super mal.

- ¿Qué dices, Agoney? ¿Sentirte mal por ser libre? No, eso no lo voy a permitir. Yo... necesito estar solo y... tomar el aire, voy al patio un rato.- dice un poco indignado al principio pero luego se calma y tal y como dice, se va.

Agoney se queda solito, pensando en lo duro que tiene que ser para Raoul tener que esconderse para poder seguir haciendo lo que más le apasiona. Aunque quizás, y solo porque ha gritado que lo quería mandar todo a la mierda, y solo quizás, a Raoul no le está compensando nada vender su felicidad por su trabajo.

Abajo, Raoul ve que, afortunadamente para él, no hay nadie y llora tranquilo un momento. Dios, quiere acabar con todo. Quiere borrar sus cuentas y desaparecer del mapa 10 años. Quiere vivir una vida normal con la persona que ama.

Agoney no tarda mi cinco minutos en bajar a buscarle. El tiempo suficiente como para cambiarse de ropa y cogerle una chaqueta, que hace frío. Cuando lo ve, sentado en el banco, con los brazos apoyados en sus rodillas y sus manos tapando sus ojos. Se le cae el mundo a los pies. Esta vez no se lo piensa más y se acerca corriendo a él, Raoul al escuchar pasos se quita las manos. Agoney llega hasta él y le limpia las lágrimas de su rostro. Raoul no puede evitar sonreír.

- Somos unos pencos, ¿lo sabías?- le bromea Agoney y Raoul ríe.

- ¿No estás enfadado conmigo?- pregunta Raoul.

- Raoul, ¿cómo voy a estar enfadado contigo? Estabas al borde del colapso mental. Estamos en una situación delicada y no podías más. Ya está.

Raoul recuerda cuando, no hace mucho, pensaba que iba a ser Agoney quien no aguantara más y le dejara.

- Es... muy difícil estar cerca tuya y no poder ser nosotros.- le dice Raoul.

- Solo unas pocas semanas más, Raoul. Esta semana Argentina y Chile. Dos países menos. Ya queda poco. En cuanto acabe la gira... nos vamos a Adeje y descansamos, ¿sí? Con Miriam y en el pueblo. Iremos de verbena en verbena.- le propone Agoney.

- No se me ocurriría ningún plan mejor, que estar a tu lado. Ya sea en Adeje o en Tucumán.

Agoney se sentía blandito, le estaban entrando ganas de llorar a él también. Incluso estando mal, le dedica palabras bonitas.

- Vamos a la habitación, anda. Hace frío y no te puedes resfriar, pollito.

Suben cogidos de la mano hasta la habitación. Raoul ya está más calmado. Aunque sigue pensando en mandarlo todo a la mierda.

- Que estúpido soy. Con mi drama se me ha olvidado preguntarte qué tal te ha ido en la fiesta. Te veía reír a lo lejos.

- Samuel comentaba los pasos básicos que hacíamos cuando nos conocimos y lo mal que los hacíamos. Me estaba partiendo de risa.

Raoul le mira con ternura. Es tan... pequeño. Con esa alma de niño, no quiere que eso se le muera nunca.

Se meten en la cama con el pijama puesto y se abrazan y están así, haciéndose caricias y mimos hasta que, sin darse cuenta, se quedan dormidos.

Sé que este capítulo ha sido cortito, y que quizás queráis un poco más. Siento mucho las canciones de 1D, pero me vienen muy bien y... bueno, no supero, no os voy a mentir.

Desgraciadamente, también tengo que informaros que estamos entrando en el tramo final de la historia. Quizás haga un maratón final la semana que viene, no sé, ya veré.

Quiero daros las gracias por leerme, recomendarme, votarme y comentarme. Sois los mejores.

Limerencia |RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora