La alarma sonó muy alta aquella mañana de marzo desde la mesita de noche de la habitación de Raoul. Este se quejó como solía hacer y le pidió cinco minutos a su propia alarma.
Agoney la oye desde su habitación y comienza a levantarse. Sabe que cuanto más rápido mejor, que tiene que ser como quitarse una tirita o meterse en una piscina, rápido, para no ser doloroso. Cuando ya está listo, sale de la habitación, dejando la cama hecha y con su maleta preparada. Se choca, literalmente, con Raoul en el pequeño pasillo.
- Lo siento.- dicen los dos a la vez.
- Buenísimos días.- le dice Agoney emocionado. Empezaban a viajar con la gira.
- Dios, tengo mucho sueño, Ago.- se queja Raoul, todavía en pijama en el pasillo.
Agoney sonríe, pensando que Raoul era un chico dulce.
- ¿Quieres que haga yo el desayuno mientras tú te preparas?- le propone Agoney.
- ¿En serio harías eso? Sería genial. Además necesito una ducha.- le pide Raoul. Agoney asiente.- Guay.- le contesta Raoul besando la mejilla de Agoney y corriendo al baño.
Ambos se quedan algo sorprendidos por la acción de Raoul. Raoul en el baño se queda pegado a la puerta unos segundos, reprochándose haberlo hecho. Por otro lado, Agoney acaricia la mejilla en la que Raoul ha plantado el beso y sonríe, endulzado por el otro muchacho.
Se ponen en marcha y, mientras Raoul se ducha, Agoney coge el plan de comidas que está pegado en el pequeño frigorífico con un imán de souvenirs de Madrid, dispuesto a preparar el desayuno. Cuando Raoul acaba, corre hasta su habitación para vestirse y recoger todo un poco. Cuando está terminando de hacer la cama, le llaman al teléfono, era Mireya. Raoul cogió el teléfono alegre de ver que le llamara.
- ¡Raoul!- dice ella.- Dime que lo has leído.
Ni un buenos días, ni un apelativo cariñoso. ¿Qué está sucediendo?
- ¿El qué? Me acabo de duchar y vestir. No he leído nada aún.- le confiesa.
- Raoul, es ese paparazzi de la prensa del corazón, otra vez. Está por todas partes. ¿Cómo es posible?- se queja Mireya.
- De acuerdo, lo voy a mirar, te cuelgo.- dice Raoul.
Parece ser que Ricky Merino ha vuelto a atacar. Entra en internet, y es de las primeras noticias que le salen: "Ya llega el lobo". En el artículo, se hablaba sobre el concierto de Raoul, con comentarios muy positivos. Extrañamente, nada nuevo. Pero sigue leyendo hasta llegar a otro artículo del mismo periodista, también data de anoche: "¿entrenador o más que amigos?". Ricky estaba hablando sobre Luís y Amaia, que habían cenado en un restaurante vegano del centro de la ciudad. Como no es de extrañar, Ricky ya les ponía como pareja en una cita romántica. Raoul bufa. Luís había estado también con él en ese mismo restaurante, suele llevar allí a sus clientes para enseñarles comida vegana y saludable. Cuando fueron él y Luis no hubo titulares de ese tipo, sino dos amigos cenando, el titular de: "¿una nueva amistad?". Raoul niega con la cabeza antes de dejar el móvil y acabar de hacer la cama para salir a desayunar con Agoney. Iba a empezar a ignorar los artículos de Ricky, que sólo piden a gritos atención y dinero. Agoney está colocando los platos en la mesita, huele que alimenta.
- Huele genial, Ago.- dice Raoul.
Le está cogiendo gusto a llamarle por su apodo. Y Agoney a escucharlo de sus labios. Desayunan hablando sobre el Palau Saint Jordi, donde será el próximo concierto.
- Nunca he estado en Barcelona.- le comenta Agoney a Raoul.
- Voy a tener que darte una visita turística yo mismo.- le dice el rubio.
Entre esas acaban de desayunar y llama Sam a Raoul pidiéndole que compartan el coche para ir a la estación de trenes de Atocha. Raoul accede sin problema y dice que pronto estarán allí, que espera que esté listo. Salen del piso tras comprobar que todo está bien: la nevera vacía, la luz desconectada, el termo también, todos los grifos cerrados, los tapones puestos para que no suban bichos por las tuberías, las ventanas cerradas, las persianas hasta abajo. Todo correcto, salen. Esperan dentro del edificio a que llegue el coche, revisando los teléfonos. Agoney está escribiéndose con sus familiares y Raoul con Amaia, pero esta no le contesta. El coche llega y se suben, como siempre, el chófer es muy amable y educado. Paran en casa de Sam, que llevaba una maleta más grande que su persona, le vieron sentado en ella y aguantaba su peso perfectamente. Sam levanta la cabeza de su teléfono móvil para sonreír a Raoul que se bajaba a ayudarle. Entre los dos, suben la pesada maleta al maletero, tienen que mover las de Raoul y Agoney, para que hubiera sitio suficiente. Tras varios intentos, consiguien que el maletero cerrara y entran en el coche. Samuel se sentó al lado de Agoney, es decir, en el centro, entre Raoul y Agoney.
Tardan bastante en llegar hasta Atocha, donde Mary y Aaron ya estaban esperando en un lugar poco concurrido, junto a Roi y su equipo y varios seguratas contratados para la gira. Cuando están bajando las maletas, los guardias ya estaban guardándoles las espaldas, porque, como siempre, había fans que, sin saber cómo, estaban allí esperando para ver a Raoul. No eran muchos, Raoul incluso reconoce a algunos de ellos por interactuar en redes sociales. Raoul pide a los guardias que dejen que se acerquen, que iban con tiempo de sobra a pesar del atascazo que les había cogido, y ellos acceden.
Tras un rato firmando, recibiendo y haciéndose fotos, Raoul debe marcharse. Cabe destacar, que alguna de las fans más atrevidas han pedido fotod con Raoul y Agoney, incluso con Sam. Ya están sentados en el tren cuando este arranca. Raoul comparte asiento con su primo, el cual, su rostro reflejaba cansancio, Raoul quiso preguntarle pero las cámaras de Roi están ya en funcionamiento y no quiere que aquello quede registrado. Samuel se durme nada más arrancar el tren. Raoul opta por revisar redes sociales, pero cuando acaba no tiene nada que hacer. Al otro lado del pasillo, Agoney trastea también con su teléfono, se escribe con Miriam, que está en un descanso del trabajo. Raoul sonríe y se le ocurre contestarle a su foto en stories: "qué aburrido, un viaje en tren".
Raoul mira de reojo al otro lado del pasillo, Agoney sonríe al ver la notificación. Ambos están sentados en la asiento de ventanilla y sus compañeros de asiento están dormidos, Aaron también se ha dormido al poco tiempo de arrancar. Agoney le contesta, siguiendo el hilo de su broma. Y comienzan una conversación bastante entretenida.
Cuando llega la mitad del camino, han intercambiado el número de sus teléfonos.
"Oye guapo, esto no me va bien, me das tu wa mejor?" le escribe Raoul aguantando la risa, pero Agoney no puede y medio espabila a Aaron.
Agoney le manda su número de teléfono y a los pocos segundos le llega un mensaje de un número desconocido.
"Nos escabullimos al vagón de la cafetería?"
Agoney ni puede responder cuando ve a Raoul haciendo carambolas por encima de su asiento y por encima de Sam. Agoney ríe abriendo rápidamente la cámara de su teléfono para grabar a Raoul, que sigue intentando no molestar a Sam y salir. Cuando lo consigue ha llamado la atención de medio vagón, y Raoul enrojece un poco. Agoney, cuidadosamente mueve las piernas de Aaron, y sale sin tanto numerito. Raoul queda sorprendido pero sonríe y se dirigie al vagón de la cafetería seguido de Agoney que aguanta aún la risa.
Cuando llegan, sin haber mediado palabra, Raoul se pide un café para él y entonces le pregunta a Agoney si quiere algo, que le invita.
- No, gracias.- declina Agoney.- Suficiente es que me hayas acogido en tu casa estos días.
- Te puedes quedar si quieres.- dice antes de darle un buche al pequeño café en vaso de papel que le ha costado oro.- Después de la gira digo, por si quieres buscar más proyectos por Madrid, te puedes quedar conmigo, y cuando encuentres algo, ya vamos a medias.
Raoul no sabe de dónde están saliendo sus palabras, la verdad es que salen del Raoul soñador y enamorado de la vida, del Raoul al que la simple presencia de Agoney le hace tener el corazón un poco acelerado. Agoney por su parte no se cree lo que está oyendo, la suerte que está teniendo y sonríe a Raoul, asintiendo y antes de morderse el labio. Ese gesto no pasa desapercibido para ninguno de los dos, pero ambos callan, Ana, la ayudante de Roi está allí pidiendo también un café. Así que Agoney empieza a hablar con ella sobre Canarias y Raoul se queda como un mero espectador hasta que llegan a Barcelona
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Limerencia |Ragoney
FanfictionLimerencia (del anglicismo limerence) es un estado mental involuntario el cual es resultado de una atracción romántica por parte de una persona hacia otra