Limerencia |Ragoney

8

Al día siguiente. La alarma volvió a sonar, a la vez que Raoul comienza a quejarse ruidosamente. Se levanta para salir hacia la cocina a prepararse el desayuno, se despereza y bosteza. Cuando abre los ojos, Agoney le está mirando con una sonrisa pícara desde la habitación de enfrente. Había olvidado que tenía visita, Raoul se corta un poco.

- Buenos días.- consigue balbucear.- Siento si mi alarma te ha despertado, es que, sino no me levanto.

- Buenos días.- le contesta Agoney.- No te preocupes, llevo despierto un rato.

Es temprano, ni siquiera ha salido el sol, aunque el cielo sigue encapotado, y es complicado saberlo.

- Eh.- Raoul se mueve algo incómodo, recordando su conversación con su amiga anoche.- ¿Quieres desayunar?

- Vaya, estancia con pensión completa.- dice Agoney dispuesto a seguirle a la pequeña cocina.

Raoul va descalzo, durante la noche ha perdido los calcetines. Tiene los dedos fríos. Bosteza nuevamente antes de abrir el frigo.

- Siéntate, por favor.- le pide Raoul a Agoney, indicando la pequeña mesa con dos sillas pegados a la pared.

Raoul prepara un desayuno seguiendo la dieta propuesta (más bien exigida) por Luis, pero esta vez, para dos.

- ¿Desde donde viniste en avión?- le pregunta Raoul a Agoney mientras desayunan.

- Es la forma más ingeniosa de preguntarme que de dónde soy que me han hecho nunca.- dice Agoney.- Soy de Adeje, Tenerife.

- Así que canario... ya decía yo que ese acento tan bonito no era de aquí.- le dice Raoul.- ¿Y a qué te dedicabas antes?

- Era panadero. Muy a mi pesar, no tuve muchas ofertas como bailarín.- le dice Agoney.- Está muy rico.- elogia.

- Que no te engañe el desayuno, no sé cocinar.- Agoney ríe un poco, y a Raoul le gusta su risa, porque le hace sonreír.- Estoy aprendiendo con la dieta que me han puesto. Y muchas veces es un fracaso. Para mí es de las cosas más duras de vivir solo.

Agoney lo piensa un poco, y él también es de las cosas que también echaría de menos.

- Y en mi caso, vivir solo también.- añade Raoul, algo nostálgico.- Menos mal que Sam vive cerca. Y que viene conmigo de gira.- Raoul se está poniendo triste y remueve su bol, si quererlo, suspira.

Agoney no quiere verle triste e intenta animarlo.

- Pero ahora me tienes a mí como compañero de piso.- le dice Agoney.- No soy como tu familia, pero con el tiempo podemos ser casi como familia. Con el tiempo.- repite.

Agoney no quería que sonase tan serio, pero Raoul se siente arropado. Raoul se da cuenta de la hora y se levanta a prisa, van a llegar tarde. Recogen deprisa y se visten bastante rápido. Raoul ha optado por una sudadera amarilla, un pantalón de chándal y unos botines. Agoney por algo parecido, un chándal de pantalón gris y una sudadera negra. Raoul se pone el chaquetón, al estar encapotado y haciendo viento, pasa bastante frío. Agoney sale de la casa con lo puesto y una mochila.

- ¿No vas a pasar frío?- le pregunta Raoul extrañado.

- Soy de sangre tropical, he acomulado el calor de la isla para no tener frío.- le explica.

Raoul, por su parte va con un poco de frío y dando pequeños saltitos. Abajo le espera ya el coche que Raoul pidió por una app. Se suben al coche y no están mucho tiempo callados.

- Hoy van a hacer la prueba de maquillaje y vestuario.- le dice Raoul a Agoney, que, a través de la ventana, conocía otro lado de la ciudad.- Y a lo mejor se llega India a ver el ensayo.

- Tengo muchas ganas de conocer qué hay detrás de lo que se ve. A este gran nivel, me refiero.

- Hay mucha gente trabajando.- le dice Raoul riendo. Ni siquiera sabe por qué ríe.- Seguro que te gusta. Te miman un poco y te ayudan a que todo salga bien.- le explica.

- Y a ver si viene India y ensaya con nosotros. Me parece una mujer que lo vive y me da energía.- le comenta Agoney, dejando de mirar por la ventana y prestando atención a Raoul.- ¿Cómo conseguiste que fuera tu coreógrafa?

Raoul sonríe. Parece que la admira mucho.

- Voy a parecer creído o algo, pero, sorprendentemente, fue ella la que contactó conmigo. Según dice ella, porque le gustan mis canciones. Yo creo que es porque le gustan los retos, porque bailar no es mi punto fuerte.

- Discrepo.- le contesta Agoney.

- ¿Y eso por qué?- le pregunta Raoul.

- Porque te he visto bailar, Raoul, y bailas bien.

Pero Raoul había dejado de escuchar un momento, en su cabeza, estaba Agoney diciendo en bucle su nombre. Tuvo que parpadear un par de veces hasta salir del trance.

- A ver, bien tampoco. Vamos a dejarlo en aceptable.

- Aún así, hay grandes cantantes que no saben bailar. La importante es que llegues con tu voz y eso creo que lo consigues.- le dice Agoney.

- Como los chicos de One Direction.- le dice Raoul asintiendo.

- Exactamente.

Llegaron a ensayar, enseñaron sus identificaciones para entrar. Sam y el resto de bailarines ya estaban allí estirando. Agoney se apresuró a estirar también él. Raoul, por su parte, fue a calentar su voz.

- ¿Has dormido bien, Agoney?- le pregunta Sam.

Agoney asiente con una sonrisa y le pregunta al chico:

- ¿Y tú?

- Ya me duele menos la espalda.- me contesta.

- Sabía que era algo de la cama.- le dice y Sam comienza a reír.

Mientras calentaban, India apareció por allí para darle una sorpresa a Raoul. Raoul ya pensaba que lo de venir a verle se lo decía por quedar bien, pero que al final iba a poner alguna que otra excusa para no ir. Se acercó hasta donde estaban Raoul y las cámaras que siempre había pululando a su al rededor.

- ¡India! ¡Has venido!- le dice Raoul emocionado.

- Claro, no puedo dejar que salgas sin esto.- le dice ella y saca de alguno de los bolsillos de su pantalón un pin y un papel doblado y se lo tiende a Raoul.

Raoul coge el pin, es una estrellita dorada. Desdobla el papel. Es un diploma, que pone así:

"Diploma para
Raoul Vázquez,
por haber sido un buen alumno y un gran bailarín.

Escuela de India Doblas".

Raoul se emociona y se lanza a darle un abrazo a la rubia que riendo le acoge y le devuelve el abrazo.

- Y mañana vendré a verte. No me hagas tener que venir a por el diploma.- le dijo ella antes de salir.

- Raoul, los técnicos están ya listos para el ensayo.- le dice una de las cientos de personas que allí trabajan.

Listo, se pone coge su micro y sale.

Hoy es un día muy especial, y en motivo del 22° cumpleaños de Raoul, os traigo este capítulo. Espero que os haya gustado

Andrea, una wolfie más 💛