El baile de San Valentín se celebraba todos los años en el instituto. Sólo podían asistir los alumnos de los dos últimos años y, por supuesto, aquellos que habían sido invitados por alumnos mayores. Annabeth había sido invitada por un chico de la clase de Percy y todo el pueblo estaba expectante ante la idea de que los dos fueran a un baile. Se hacían apuestas sobre si Percy acabaría en la fuente de ponche, si Annabeth sería encerrada en el lavabo, si se pelearían en mitad de la pista de baile o si, por el contrario, acabarían por fin dándose cuenta de lo perfectos que eran el uno para el otro.El baile comenzó como cualquier otro. El gran salón de actos del instituto se había convertido en una inmensa pista de baile iluminada por luces parpadeantes, acompañado por un disc-jockey local y una decoración un tanto recargada repleta de ostentosos globos rojos de corazones y estúpidos muñecos de papel que pretendían representar a Cupido. En un rincón se hallaba la gran fuente de ponche atentamente vigilada por los profesores, que en algún que otro momento serían distraídos para el tradicional sabotaje de tan insulsa bebida. Annabeth, hermosísima con su vestido negro de noche y un recogido de sus brillantes rizos rubios que caían en cascada haciéndola parecer mayor, bailaba con su acompañante, Chris Rodríguez, un joven de unos dieciocho años, vestido con un esmoquin negro.
Chris le susurraba al oído una hermosa poesía y alabanzas sobre su persona, sin saber que Percy Jackson le lanzaba miradas asesinas cada vez que se acercaba demasiado a Annabeth. Percy estuvo más pendiente esa noche de dónde estaban Doña Listilla y el pegajoso Rodríguez que de su propia pareja, por lo que Nancy, una radiante y voluptuosa de cabellos rojizos de poco cerebro que lucía un cortísimo y escotado vestido rojo, acabó enfurruñada en un rincón.
Casi al final de la velada Percy perdió de vista a Annabeth, por lo que se enfureció con ella, con él mismo por prestarle atención a Bobofit y también con los hermanos de Annabeth por no saber dónde estaba cuando él les preguntó.
—Will, ¿sabes dónde está tu hermana? —inquirió Percy al verlo pasar junto a él de camino hacia el coche alquilado que los llevaría a todos de vuelta a casa.
—¡Yo que sé! Pero como no se dé prisa va a tener que volver en el coche de Chris —contestó Will despreocupadamente.
—¡Joder Will, es tu hermana y tiene dieciséis años! ¡Deberías preocuparte más por ella! —le recriminó Percy furioso y con ganas de golpear a alguien.
—Posiblemente esté detrás del escenario —conjeturó Will—, allí es donde van todas las parejas a darse el lote.
—¿Qué? ¿Qué Annabeth va a manosearse con ese imbécil? ¡Por encima de mi cadáver! —gritó Percy mientras se dirigía hacia el escenario.
—¿Qué pasa? ¿No ibas a ir tú en busca de Annabeth? —preguntó Malcolm a Will mientras entraba por la puerta instantes después de que Percy desapareciera—. El coche está fuera esperando y le dije a papá que nuestra hermana no llegaría muy tarde a casa — señaló, molesto por la espera.
—No te preocupes, Percy ha ido a por ella —respondió Will.
—¡Joder! ¿Estás loco? ¡Esto puede ser una masacre!
—No, Percy nunca le haría nada a Annabeth. A Chris puede que lo machaque, pero a Annabeth no le hará nada.
—¡Lo de la masacre lo decía por Annabeth, no por Percy! —repuso Malcolm
—. Ahora mismo voy a buscarlos antes de que la líen.
—Un momento —dijo Will interponiéndose en el camino de su hermano—, tú has apostado a que no pasaría nada en el baile, ¿verdad?
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My Perfect Guy
Teen FictionDesde que Annabeth vio por primera vez a Percy decidió que su lista sera hecha de todo lo contrario. Y... bueno Percy ,alias el salvaje, solo lanzaba manzanas a Annabeth pidiéndole casarse con ella. Percy: ¿Lista? Mis cojones, me convertiré en tu pe...