Capítulo 43

3.2K 196 26
                                    

—¿Me queréis explicar por qué narices habéis venido a robar vestidos de blanco? ¡Un poco más y os ponéis un letrero luminoso en el culo! —gritó Annabeth a los descerebrados de sus hermanos.

—Perdón, no sabía que había una etiqueta de vestimenta para cometer un robo —comentó Will sin arrepentirse en absoluto de llamar la atención.

—¡Pues la hay! —exclamó Annabeth, sulfurada—, ¡negro, joder, negro para que no se te vea en la noche! ¡No blanco luminoso ni amarillo chillón! ¡Simplemente negro! ¿Es que no ves las películas de ladrones?

—No me gusta ese género, ¿por qué tengo que admirar a un tipo que le roba a otro por diversión? Que se gane el dinero como todo el mundo: trabajando —zanjó Will.

—¡Pues no sabes lo que te pierdes! ¡Las de Ocean's Eleven están muy bien! —comentó Malcolm emocionado—. Además, hay unas chicos que te interesarian...

—¿Hemos venido a robar o a hablar de cine? —cortó Annabeth con enfado.

—Hombre, si tenemos dos posibilidades, yo preferiría el cine — bromeó Will.

—¡No, me vais a ayudar! Para eso sois mis hermanos —concluyó Annabeth.

—Está bien, si insistes... —se resignaron los dos mansamente al recordar las consecuencias de no prestar su ayuda a su inestimable hermana.

—Bueno, ahora vamos a comprobar si alguna de las ventanas está abierta y me aupáis para que yo pueda entrar en la casa y abriros la puerta.

—La de la cocina está abierta — apuntó Will.

—¡Bien! Pues ayudadme a entrar — ordenó Annabeth dirigiéndose hacia la ventana de la cocina.

Malcolm elevó a Annabeth, y ésta intentó entrar, pero la ventana sólo estaba ligeramente entreabierta, así que al final Annabeth quedó atrancada y sin poder moverse hacia fuera o hacia dentro de la casa. Simplemente gritaba y pataleaba escandalosamente apremiando a sus hermanos a que la sacaran de allí.

—¡No te preocupes! Ahora mismo entramos —explicó tranquilamente Will —. Debo tener la llave por alguna parte —dijo tanteando sus pantalones.

—¡No me digas que tienes una llave de la casa de Percy! —chilló Annabeth —. Entonces, ¿me puedes decir, Will Chase, por qué narices estoy atorada en esta maldita ventana?

—Por impaciente —repuso Malcolm mientras los dos la dejaban pataleando para dirigirse con lentitud hacia la entrada.

Finalmente sus hermanos se dignaron a entrar en la cocina, pero en vez de ayudarla fueron hacia el frigorífico y rebuscaron en él, sacando dos cervezas frías que se tomaron con gran tranquilidad mientras estudiaban qué podían hacer para sacarla de allí.

—La ventana está demasiado atrancada. Voto por dejarla aquí e irnos a celebrar la despedida de soltero de Logan por nuestra cuenta —propuso Will alegremente.

—No sé... ¿adónde podríamos ir? — contestó Malcolm ignorando los gritos de Annabeth. —Hay un club en las afueras del pueblo donde tías y tíos hacen estriptis, y me han dicho que hay un espectáculo donde una de ellas se agarra de la barra únicamente con las tetas, ¿te imaginas cómo deben de ser? —manifestó.

—¡Eso no me lo pierdo! —comentó Will olvidándose de su hermana, que parecía un animalillo salvaje capturado en una trampa.

—¡No seréis capaces de dejarme aquí así! ¡Os juro que os pondré junto a los más desagradables parientes de Logan durante el resto de vuestra vida! —gritó Annabeth, histérica.

My Perfect GuyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora