Capítulo 15

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Antes de empezar; solo 3 cosas:

1¬ Estoy adaptando la película de Nicholas Sparks "Un amor para recordar" en esta cuenta AdaptacionesPJO; si estan interesados pueden pasarse, comentar y votar.

2¬ Este capítulo es lemmon, repito, es lemmon +18. Así que si no les gusta mucho esta temática pueden saltarse este capítulo y pasarse al siguiente.

3¬ Finalmente, para los que leen esta adaptación, puede pasarse por mi fic; este es propio; titulado "The Pierrot", que tiene drama, cof cof, mucho :V pero es Percabeth y tiene intenciones de involucrar a otra pareja 7w7( A quien adivine le entrego 100 dracmas). Así que también pueden pasar a leerlo, habrá galleta  y abrazos psicológicos xd

Una vez dicho esto; ¡COMENCEMOS!

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Cuando llegaron al lago, Percy dejó las luces de la furgoneta encendidas en dirección a la orilla y aparcó lo más cerca posible de ésta. Sin esperar a ver lo que hacía Annabeth, se quitó toda la ropa excepto los calzoncillos y salió corriendo hasta zambullirse de cabeza en el agua.

Annabeth, por su parte, se quitó la ropa lentamente, doblándola en el asiento delantero, hasta quedarse en ropa interior y probar despacio el agua con un pie antes de retirarse y comentar.

—¡Dios, está helada!

—¡No me seas gallina! —retó Percy antes de darse la vuelta y verla en ropa interior. Luego quedó mudo.

Annabeth llevaba un conjunto gran tentación que se hallaba al alcance de su mano. Sus braguitas también eran de encaje, no un tanga, sino un culotte de lo más sexy que se ajustaba maravillosamente a su lindo trasero. Y mientras ella se introducía poco a poco en el agua mojando su exuberante cuerpo, Percy hacía lo posible por evitar abalanzarse sobre ella, con una erección que era insensible al agua helada y que se hacía más grande a cada paso que daba Annabeth hacia él. Percy se alejó nadando como un loco cuando ella estuvo a su lado, para evitar la tentación. «¿Quién demonios se cree? ¿Flipper?», pensó Annabeth mientras nadaba despacio disfrutando del agua y flotando plácidamente boca arriba con el cuerpo relajado.

En ese momento vio por el rabillo del ojo como Percy se hundía una y otra vez y nadaba con dificultad; se acercó a él segura de que necesitaba su ayuda, pero cada vez que ella se acercaba él se alejaba, hundiéndose más en el agua.

—¡Te quieres quedar quieto idiota, que te vas a ahogar! —gritó finalmente Annabeth enfadada, y él reaccionó dejándola hacer. Cuando llegaron a la orilla, Annabeth lo ayudó a tumbarse sobre una toalla que había colocado en el suelo.

—Un calambre —comentó Percy adolorido mientras se agarraba la pierna.

—Deja que te dé un masaje — propuso Annabeth a la vez que acariciaba dulcemente su pierna dolorida.

—No creo que sea la mejor idea — explicó Percy, pero seguidamente se tumbó en la toalla.

Annabeth masajeó con delicadeza su pierna dolorida haciéndole recuperar la sensibilidad, pero mientras aliviaba el dolor de su pierna también avivaba el de otro de sus miembros que a cada momento que pasaba estaba más caliente y duro. Así que, sin molestarse en explicarle el efecto que causaban en él sus caricias, Percy la apartó bruscamente de sí.

—Ya vale, la pierna está mejor.

—¡Pero qué narices te pasa! —gritó Doña Listilla enfadada, preparándose para llevar a cabo una de sus regañinas —. ¡En el agua por poco te ahogas, y aquí intento ayudarte y me apartas como si fuera la peste! Debes estar mal de la cabeza...

My Perfect GuyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora