Phantasiae

2: Cine

Me tallé los ojos y fui a la sala de estancia. Ahí estaba Charlie con su taza de café, con el cabello alborotado.

-Buenos días, bella durmiente –dice sonriente-

-Buenos días -bostecé- ¿Qué tal están?

-Yo muy bien, Damian no se ha levantado y debo esperarlo porque debemos ir al supermercado –rueda los ojos, divertido-

-¿Voy con ustedes? –pregunto mientras busco mi ropa-

-Si –asiente- pensamos llevarte a un pequeño tour por Londres, y a llevarte a comer de paso, para luego dejarte en tu curso.

-Me perdí pero de acuerdo –voy al baño a ducharme-

Me coloco una camiseta que dice; "El Club de Los Perdedores" roja, un jean negro, abierto por la rodilla, unas Converse rojas y una chaqueta de cuero.

-Lista –digo feliz-

-¡Bien! Yo igual –dice Charlie, vestido con una camisa a cuadros y encima un suéter marrón oscuro, jeans de mezclilla y converse también- falta Damian, quien se está preparando todavía, parece mujer en vísperas de boda –ríe-

-Muy gracioso ¿no? –llega Damian, vestido con un jersey gris, una chaqueta negra, jeans de mezclilla y unas botas-

-Bueno vamos –digo ya en el coche-

Me mostraron gran parte de Londres y compramos bastantes cosas en el supermercado, creo que nos hemos pasado un poco con los dulces.

Luego me llevaron al lugar donde se llevaría a cabo el curso, era un colegio, en el cual se usa el auditorio como lugar para clases extracurriculares.

-Adiós chicos, nos vemos más tarde –sonrío-

-¡Suerte! –dijeron los dos a la vez y se fueron en el coche-

Entré a el auditorio y empezó la primera clase. He de decir que para ser el curso para principiantes es bastante completo y bastante complicado, pero se puede manejar. Llevamos toda la clase aprendiendo algunos planos, balance de cámara y un poco de la historia del cine.

Había terminado antes de lo esperado así que me dediqué a leer mientras se hacía la hora que llegara Charlie.

También me quedé hablando con un grupo de tres chicos, una chica y dos chicos.

La chica se llamaba Abigail Evans, morena, pelo rizado y ojos marrones claros.

Por otro lado, estaba Ted O'Neill, un chico rubio cenizo, ojos café intenso, y tez blanca y pecosa.

Y de último pero no menos importante, estaba Steve Mathews, un chico pelirrojo, tez blanca, y ojos muy amistosos, y creo que serían buenos amigos en el tiempo que esté en Londres.

Luego me buscó Charlie.

-Adiós chicos, ya saben, tienen mi número y cualquier cosa me llaman –me despedí con un beso en la mejilla a cada uno y subí al coche-

-¿Cómo te fue en tu primer día, Eva? –pregunta Charlie, se le veía algo tenso-

-Bien, aprendimos un poco de la Historia del Cine y algunos planos –digo mirando lo tenso que se encontraba Charlie-