8: Bohemios

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En fin...Pasé un día normal, últimamente he salido bastante con mis amigos. Y, aunque me guste eso, me gusta bastante el tiempo sola; ver una serie, manta y poder disfrutar de la soledad como se debe.

Mientras veía una película futurista, que hablaba sobre la sociedad de hoy en día y sus prejuicios, sonó mi celular.

Vi el contacto y era Steve.

-¿Eva? –pregunta algo ansioso-

-Si Steve, ¿Qué ocurre? –fruncí el ceño-

-Emmmm...Sabes que....Yo no sirvo para la cocina ¿no? –ríe nervioso-

-Por favor dime que no has quemado la cocina –digo severa-

-No, pero la masa de las galletas no está tan bien, y no lo entiendo porque hice todo lo que me indicaba el libro –se oía que pasaba páginas frenético-

-Ya voy para allá, y no hagas nada mientras llegue –cuelgo

Bueno..Será otro día que tenga un momento con la soledad.

Seguro te preguntarás porque le hago tanto caso y voy a su casa.

La respuesta es simple: Steve no sabe nada de cocinar y puede explotar su casa mientras sirve cereal, básicamente.

Tampoco es que yo sea aquí una experta, una chef profesional, pero las galletas que he hecho no se me han quemado.

Toqué la puerta principal de la casa de Steve, me abrió y lograr ver un espectáculo digno de observar; era él, cubierto de harina y chocolate. No pude evitar reír.

-¿Tanto me manché? –dice mientras ve su vestimenta-

-Digamos que....Un poco por...Aquí –apunto todo su delantal-

-Lo sabía –chasquea sus dedos-

-Ahora –me pongo un delantal- Vamos a ver que tienes ahí –veo la masa- No hay que cambiar mucho, solo agregar leche...Y azúcar –digo mientras la pruebo-

-Sabía que olvidaba algo –toca su barbilla-

-ruedo los ojos y agrego los ingredientes que faltan- ¿Ves? –digo mientras prueba mi masa- Ahora si

-Está bueno –dice mientras pone la mezcla en una bandeja- Gracias por ayudarme –sonríe-

-No es nada –devuelvo la sonrisa-

Hablamos mientras se terminaban de hornear las galletas.

Al final, ese día fue mejor de lo que esperaba, y no fue como lo planeé.

Comimos galletas mientras veíamos nuestras series favorita, todo tranquilo. Bailamos bandas de rock alternativo y hasta jugamos a la mímica.

Sin duda, la mejor salida.

A mi no me gustan los ambientes de fiesta caótica, y mucho menos del alcohol y descontrol.

Me gustan las cosas tranquilas y bellas a su manera. Simples y con los detalles que hace todo más especial. Sin duda, ese es mi lugar.

Me han llamado de todo por este tipo de cosas, solo por no asistir a las fiestas salvajes y sin sentido, mientras me quedo en casa con una buena película y una manta.

Pero me prometí a mi misma que mi forma de ser jamás iba a cambiar por unos simples insultos, unas simples palabras que no hacían ningún aporte a mi vida.

Así soy yo.

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