Volteé mi mirada y vi que mi primo estaba arrodillado para estar conmigo un momento.
-¿Te acuerdas cuando te dije que siempre iba a estar contigo? –sonríe- siempre cumplo mis promesas.
-Gracias por aparecer, Charlie –me limpio una lágrima-
-Cuéntame, ¿qué te tiene así? –apoya mi cabeza en su hombro, no sé porque eso es posible-
-Todo Charlie; Damian, mis amigos, Steve, las grabaciones –digo sollozando- todo me tiene mal en general.
-¿Has tratado de tener tiempo para ti misma? –me pregunta con sus brazos cubriéndome, dándome protección-
-Pues si, he tomado tardes viendo series u oír música en mi habitación durante la tarde...-Charlie me mira, incrédulo- ¿Qué?
-Pues que eso no es tiempo para ti misma Eva, eso es escape rápido. Hablo de un viaje, o de una visita a un lugar diferente –se ríe- Oír música estando encerrada al igual que las series no son de gran ayuda para grandes ataques de ansiedad. Debes cambiar algo, vivir una experiencia nueva o enfrentarte cara a cara con lo que te frustra –se levanta- Ven conmigo –tiende su mano-
-Emmm...Si tú dices –me levanto y camino con el al bosque- ¿Qué hacemos acá?
-Solo ver recuerdos –me da paso a través de las ramas, donde hay una luz misteriosa-
Cuando pude divisar de mejor manera mi alrededor, me di cuenta que eran imágenes de mi misma cuando era niña,por ejemplo: cuando tomé por primera vez una cámara o cuando jugaba con mis primos en los árboles de la vieja casa de Londres. Traté de tocar un recuerdo, pero eran inexistentes, no podía materializar algo que solo se encontraba en mi mente.
Pero si eso solo podía estar dentro de mi cabeza. ¿Significaba que Charlie también es producto de mi imaginación?
-¿Charlie? –lo miro-
-¿Si? –responde este, con su mirada maravillada hacia mis clases de piano-
-Estoy soñando ¿verdad? –digo algo triste-
-Ciertamente, te has dormido entre pensamiento y pensamiento. Pero yo estoy dentro de este sueño. Recuerda que tenemos la posibilidad de vernos –guiña un ojo mientras empieza a desaparecer-
-¡Charlie! No te vayas, no de nuevo –digo afligida-
Desperté sobre el húmedo césped del bosque, con la cara totalmente mojada, y una cara preocupada.
Cuando me levanté, tomé valor de seguir caminando a lo estrecho de ese estadío de hojas y ramas. Se hacía tarde pero me sentaba bien esto.
Pero vi algo más allá de lo que esperaba en un bosque verde y oscuro. Usé mis puños para iluminar un poco el lugar y así cerciorarme de que no me estaba volviendo loca y que si estaba en ese momento lo que apreciaba.
Un bullicio de capuchas rojas y brillantes se descubría en frente de mi, pero no lograban verme. Me acerqué un poco más para ver a quién tenían, pero se nubló mi vista y aparecí en el coche.
No era posible que me hayan dejado en el coche así como así, me habrían llevado con ellos o algo parecido. Pero me di cuenta todo lo que me había pasado en ese campo, y levanté la mirada de el cansado volante, y estaba en Londres.
No estaba en aquel campo, y dudé de mi misma ¿Había soñado todo eso? ¿Los Scelestos me dejaron en medio de la ciudad?
Volví a la residencia y al girar el pomo de la puerta vi que mi primo no se encontraba solo del todo; estaban mis amigos con él.
Aby apenas me vió me abrazó diciéndome que estaba muy preocupada y que estaba dispuesta a buscarme en toda Europa si era necesario.
Ted se disculpó por si la actitud de él y Aby era una de las razones para desaparecer temporalmente.
Y Damian me dijo que tenía razón al sentirme tan mal y que no iba a subestimar mis momentos de tristeza o impotencia.
Sin embargo, faltaba una persona, pero de ella ya esperaba su ausencia, así que solo me quedé hablando y viendo series con quienes si estaban. Hicimos una velada para que habláramos de las buenas nuevas.
Hasta que el timbre irrumpió en la charla. Ted fue a atender, y cuando abrió la puerta, su expresión de felicidad se convirtió en una desaprobación tan profunda como el blanco de sus nudillos de ese momento.
-¿Qué haces aquí? –dice matando con la mirada a la persona que se encontraba en el portal-
Me acerqué para aliviar los ánimos pero debo admitir que ni yo podía sentir el mínimo agrado.
-¿Steve? –alzo una ceja- ¿Qué haces aquí?
-Pensaba pasar a saludar y darte esto –dice con una rosa negra en su mano-
-Escucha amigo, ella estuvo preocupada por ti durante semanas, ¿y te apareces a solo "saludar"? –dice Aby haciendo comillas con sus manos-
-Chicos –los detengo- Déjennos un momento a solas –cierro la puerta del departamento para estar en el pasillo con Steve- Listo.
-Escucha, no quería preocuparte tanto, estaba muy estresado con esto de la película y no podía tomar el teléfono para nada a excepción de llamadas de los productores –frota un mano por su cara, afligido y algo enojado- mis padres están tan molestos como tú, y tienen razón, fue mi culpa al no darles un parado para por lo menos informar de donde me encontraba –mira al suelo- Así que además de saludar quise ofrecerte unas disculpas –sonríe de manera desganada-
-bufo- Yo también estoy en proyectos pero por lo menos te escribo para saber si estás bien y no es que tienes algún problema conmigo –digo de manera desesperada- Tú te desapareciste de noche a mañana durante semanas.
-Tienes razón –me interrumpe- pero no podemos estar siempre en este mismo plan. Te prometo que estaré más al pendiente de los mensajes más importantes para mi, como lo serían de mis seres queridos –se rasca la nuca y toma mi mano-
De esa conversación en adelante, solo recuerdo como él se iba a través del blanco pasillo de la residencia. Por una parte me sentía mal por verlo tan triste, pero por el otro lado sigo algo molesta por todo el tiempo en el que estuvo ausente sin una mísera expliacación o mensaje.
Abrí de nuevo la puerta de mi departamento y vi como mis amigos me miraban; una mezcla de preocupación y curiosidad. Luego volvieron su vista a la televisión.
Me senté con ellos en el sillón y entendí sus expresiones, eran las noticias.
"Londres se vuelve el escenario del caos absoluto; las desapariciones no cesan y todos los testigos se mandan a manicomio. ¿Qué clase de ataques son estos? ¿Una conspiración o una simple busca de fama?. Para más informaciones verídicas, Jenn Williams"
Nuestras caras cambiaron totalmente, el pelo de mi primo y el mío cambió a un azul intenso, nos miramos unos a otros. En ese momento entendimos que si no hacíamos algo o tratábamos de averiguar a dónde encaminaría esto, y si cambiaría por si solo algún día.
Debía investigar más a fondo.
Debía ver a mi hermano.
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Phantasiae
FantasyEva Collins, una chica de 16 años va a Londres para hacer un curso de fotografía y cine. Más adelante en su estancia, se entera de cosas sobre su familia y ella misma que la dejarán en gran duda sobre su origen. ¿Te atreves a acompañarla?