Desperté por ese sueño, me di cuenta que era de mañana, así que me vestí y fui a desayunar para ir después de eso a la universidad. Me iba bien la verdad, no se me hacía difícil las materias como pensaba, creo que en ese sentido, si dieron sus frutos el curso.
Me dirigí a la cocina y ahí estaba Charlie, con su taza de café mañanera. Las mangas de su larga pijama se corrían un poco conforme a los sorbos de café daba, se podía ver fácilmente su tatuaje de avión de papel.
-Buenos días, Eva –sonríe-
-Buenos días –digo devolviendo las sonrisa y tomando unas tostadas-
-¿Último día de universidad? –me mira apoyando los codos en la encimera-
-Si, al fin –suspiro- Estoy cansada.
-Pensé que te gustaba la carrera –alza una ceja-
-Eso no quita lo tedioso de los exámenes finales –ruedo los ojos, divertida-
Empecé a jugar con mi taza de chocolate, estaba despierta y de buen humor pero todavía me encontraba intrigada por el sueño, sobre todo por la flor azul. ¿Qué significan?
-Te veo algo ida –me mira Charlie- ¿Tuviste otro sueño? –toma un sorbo de café-
-¿Cómo lo sabes? –lo miro, sorprendida-
-Ay vamos –hace un ademán- se te nota a kilómetros –dice burlón-
-Pues si, si tuve un sueño –digo limpiando los trastes-
-¿Y de qué iba? –se sirve más café y toma de él-
-No lo sé muy bien, estaba en una carretera, al lado del Big Ben y...Había gente conmigo haciendo magia, no pude fijarme más porque hubo una nube negra que nos empezó a perseguir. Pero antes de despertar vi como una flor azul se posaba en mi hombro –lo miro-
-escupe el café- Esas flores deben significar algo, ¿Tienes alguna idea?
-La primera vez que vi una flor azul fue cuando descubrí que era una bruja por medio de las llamas que salieron de mi puño, a continuación soñé con lo del Hipersueño que acabó pasando, y mientras esto pasaba en la vida real, estuve en un campo lleno de ellas –parpadeo- Ahí es donde vi a mi padre.
-Aguarda –me apunta con el dedo- ¿Viste a tu padre?
-Si, me habló de que tenía que volver, porque este era un capítulo de mi larga historia y que solo yo podía lograr que mis miedos fueran solo ilusiones –digo recordando las palabras de mi padre-
-Eva, ya sé que significan esas flores –me mira a los ojos-
-Dime.
-Las veces que sueñas con ellas o aparecen de lo más remoto, significa que puede pasar algo importante –dice rascándose la barbilla-
-Es una excelente lógica –digo mientras tomo mis cosas, de manera obvia-
-Yo soy el Rey de la Lógica –dice haciando burlas-
-Ay por favor –ruedo los ojos- Adiós.
Salí a las calles de Londres, era una mañana fresca, me gustaba. Los niños habían pasado de usar camisetas a largos abrigos de lana.
Era muy lindo como las costumbres cambiaban, antes morían por un helado y ahora suplican por un chocolate caliente.
Mientras llegaba a la universidad, tomé la opción de comprar un café; todavía era temprano y me daba a tiempo, además así combatía el frío y disfrutaba más la ciudad por la mañana. Eran dos pájaros de un tiro.
No habían muchas personas por la calle. Supongo que ya muchos padres terminaban sus trabajos y pasaban más tiempo con sus hijos en estas vísperas de navidad. Lo que me entusiasmaba de esta estación, era que iba a venir mi madre después de un año sin vernos.
Estaba también emocionada porque se estrenaría mi vídeo a finales de otoño, así se lo muestro a mi madre y a mis amigos de una vez. Creo que a partir de ahora, mi estación favorita sería otoño, por los recuerdos que me va a traer.
Llegué a la universidad y ahí estaban todos los estudiantes con bufandas y gorros de lana. Mis amigos se encontraban en una esquina, cada uno con su estilo personal al abrigarse.
Aby tenía una bufanda color mostaza, pantalones estrechos negros, un abrigo marrón y unas botas marrón oscuro.
Ted tenía una chaqueta carmesí, jeans azules y converse negras.
Mientras que Steve estaba vestido con un abrigo marrón, jeans negros y converse naranjas, que combinaban con el gorro que le había regalado un tiempo atrás.
Yo por mi parte estaba vestida con un sobretodo negro, pantalones azul marino y botas negras. Sin olvidar un gorro azul oscuro de lana.
-Hola, Eva –dicen a la vez-
-Hola –los saludo a cada uno- ¿Listos para las vacaciones?
-Totalmente, quiero dejar de ver a la profesora Davies –rueda los ojos-
-Te caería mejor si no hubieras faltado el respeto en la primera clase –dice Aby, riñendo-
La profesora Davies era nuestra profesora de Fotografía en el Cine. Era una mujer delgada, de pelo negro y recogido, con ojos miel. No era una mujer mala ni mucho menos, pero si rompías alguna regla o algo por el estilo, te iría mal con ella.
Nos vemos en un rato, tocan clases.
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Phantasiae
FantasyEva Collins, una chica de 16 años va a Londres para hacer un curso de fotografía y cine. Más adelante en su estancia, se entera de cosas sobre su familia y ella misma que la dejarán en gran duda sobre su origen. ¿Te atreves a acompañarla?