-¿De qué hablas? –lo miro como si no supiera a lo que se refería, gran mentira-
-Lo que oíste, practicas bien la defensa –sonríe-
-¿Cómo lo sabes? Es decir, no te dije nada –digo nerviosa-
-Eva, ese día en el que me dijeron que te habían asaltado, yo te vi en la calle. –guiña un ojo-
-Entiendo –digo cabizbaja-
-¿Qué tienes? –me mira-
-No quería que se supiera tan pronto que es lo que está pasando, es algo de lo que no me siento del todo orgullosa y es también un poco complicado –sonrío un poco triste-
-Bueno, no se habla del tema y ya está –me abraza por los hombros-
Llegamos al curso y estaba ahí Aby, y a juzgar por nuestras caras, ya sabía que era por lo que estábamos preocupados, la razón por la que nos encontrábamos ansiosos.
Pero todo funcionó como otros días, era como si la historia detrás de mis dudas desapareciera, pero en realidad no era así. Todo mi cuerpo se había convertido en un manojo de nervios absoluto, con el miedo que de un momento a otro, todo lo que conocía y quería, se perdiera fugazmente.
Con ellos me dedicaba a mentir, pero en ese sentido me sentía una máquina, un jodido pedazo de mentiras para no preocuparlos más de la cuenta, o más de lo debido.
Quitando el sentimentalismo a un lado, transcurrió el día como normalmente se esperaba, curso, salida y al final de todo, ir al departamento. El único lugar donde podía pensar con más claridad y poder respirar más tranquila.
Solo que por un momento, se me ocurrió ir a la casa de Ted con los demás.
-¿Vieron el tráiler de la nueva película de..? –lograba oír entre tanto pensar-
Parezco un drama, lo sé, pero me sentía más abrumada de lo normal. Lo que me despertó de mis pensamientos fue cuando pasamos por una antigua casa del vecindario. Era una casa que parecía estar en remodelación pero olvidada, como si hubieran decidido renovarla y lo dejaron a medias.
-¿Cuántos años lleva esa casa así? –miro a mis compañeros-
-Muchos, treinta o más diría yo –dice Ted-
-¿En serio? –dice Aby-
-Esa casa existe desde los ochenta, pertenecía a una familia, pero luego decidieron remodelarla y dejaron el trabajo a medio hacer en los mediados de esa misma década –explica Ted, apuntando la casa-
-¿Y está abandonada? –pregunta Steve-
-No se sabe, se dice que ahí es donde duermen algunos mendigos. También hay una leyenda en la que dice que hay un culto o algo por el estilo, pero ya saben lo que pienso de ese tipo de leyendas. Solo buscan la atención para que más gente cree contenido y lucrarse en base a ello –dice Ted, haciendo un gesto de indiferencia-
-Pienso lo mismo –dice Aby apoyando el planteamiento de Ted-
Recibí en ese momento una mirada preocupada de Steve, él pensaba lo mismo que yo, que aunque para ellos era una leyenda, para mi era una pista, un paso adelante para saber que era lo que pasaba. El porqué existe ese culto, qué motivos tiene y hasta dónde quieren llegar.
Vi esa vieja casa una vez más, pero no como una simple posada para drogadictos ni mucho menos, la vi como un portal que me llevaría al desenvolvimiento de lo que me tenía en duda desde que llegué a Londres.
-¿Eva? –pregunta Steve mirándome a los ojos- ¿Te encuentras bien?
-en ese momento desperté de mi trance- Eh, si, totalmente –digo algo desconcertada todavía- ¿Y qué tal si vamos de excursión a la casa? Solo por curiosidad
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Phantasiae
FantasyEva Collins, una chica de 16 años va a Londres para hacer un curso de fotografía y cine. Más adelante en su estancia, se entera de cosas sobre su familia y ella misma que la dejarán en gran duda sobre su origen. ¿Te atreves a acompañarla?