6: Scelesto

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En vez de ir por ahí, giré por otra esquina que daba a la misma calle, pero en medio de la carretera había otro encapuchado

Presa del pánico y de lo que podía pasar, corrí hasta el portal de mi residencia, saqué las llaves pero justo cuando la llave traspasaba la cerradura, sentí una mano en mi hombro derecho, temerosa volteé a ver y efectivamente, era un Scelesto.

Forcejeé con él, hasta que se me ocurrió confundirlo y poder golpearlo en la cara, luego logré hacer que los dos quedaran en el suelo. Tras ver en qué situación se encontraban aquellos enmascarados, corrieron en busca de ayuda.

Corrí hasta el portal y subí hasta mi departamento, me encerré. Empecé a temblar, mis primos corrieron hasta la sala de estancia, donde yo estaba.

-Eva ¿qué tienes? –me abraza Damian-

-correspondí a su abrazo- Unos Scelestos me atraparon allá abajo, y he logrado llegar acá a punta de magia. –digo irónica-

-¿No te han hecho nada? –pregunta Charlie, preocupado-

-No, solo estoy un poco asustada –trago saliva-

Acto seguido, apareció alguien que no esperaba ver, y que era ese momento más incómodo el resto. Era Steve.

-Eva, estás pálida, ¿qué sucede? –me lleva al sofá-

-Casi la asaltan –dice Damian mintiendo, mientras me trae un vaso con agua-

-Entiendo, mira, vine a decirte que mañana hay que ir con pareja ¿Irías conmigo? –mis primos detrás de él, exclamaban silenciosamente que dijera "sí"-

-me río- Si, seguro.

-Bien –comenta emocionado por mi respuesta- te dejo dormir, nos vemos mañana –me besa la mejilla-

-respondo su gesto- Hasta mañana

Cuando Steve salió, todo se llenó de caras preocupadas, ya sabíamos a que se debía.

-Ahora van tras Eva –dice Charlie, exasperado-

-Puede ser que todo pase –replica Damian-

-¿Y si no? Ya saben quienes son nuestra familia, saben de Eva y ahora de sus amistades, ¿Qué sucedería si buscaran a un amigo de ella? –comenta preocupado Charlie-

-De hecho, ya pasó –digo mientras rasco mi nuca, nerviosa-

-¿De qué hablas? –dicen los dos a la vez-

-Charlie, el día que tuviste el pleito con los Scelestos, esa chica que salvaste era mi amiga –me levanto-

-Por el amor a los elementos y sus derivados –se sienta Damian-

-Chicos solo dejemos pasar esto, quizás mientras menos atención pongamos al tema, más rápido se les olvida a ellos –trato de tranquilizarlos-

-Tienes razón –contesta Charlie mientras pasa una mano por su cara-

-Pienso lo mismo –replica Damian-

-Pero una cosa es segura, tendremos que entrenarte –dice Charlie apuntándome- La defensa de hoy fue muy buena, pero no quiero que se presente una lucha aún más difícil y no sepas como escudarte –explica-

-Mañana cuando ya no se vea tanta gente en la calle –dice Damian, seguro-

-De acuerdo –voy a mi habitación- Buenas noches

Antes de dormir, decidí leer un poco, necesitaba centrar mi cabeza en otro lado y dejar de pensar en lo difícil que se ha puesto esta venida a Londres.

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