Epílogo

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Todos se asustaron y salieron corriendo, desaparecieron en un humo negro tan intenso como el cielo nocturno. Ayudamos a nuestros amigos a salir de ahí, no sabíamos si los habíamos derrotado, mucho menos si habían desaparecido.

Tenía un miedo palpitante, que volvieran cada vez más fuertes y que no saliéramos con la nuestra la próxima.

Todos mis recuerdos se habían mezclado desde esa noche, como las emociones al pensar en lo sucedido. Mis amigos y mi familia se pusieron en riesgo para detener a unos malechores roba-almas.

No sé lo que pasará, y mucho menos lo que va a venir.

Pero algo si sé, desde esa noche supe que no era solo una prendiz a cineasta, que no era solo la sombra de una niña que quería ver crecer sus sueños con ella y ayudar a los demás en el trayecto.

Soy Eva Collins, una bruja Phantasiae. Y orgullosa de eso.

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