Capítulo 31

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Londres - Siglo XIX

¡Oh, Serena! Sólo espero que esto resulte... haber contactado al investigador privado parece ser la mejor idea. Por lo que pude apreciar, Sir Haruka es un hombre honesto, aunque también se ve bastante altivo; para peor, no me gustó nada la forma en que miraba a mi esposa, pero, necesito alguien con sus habilidades para resolver mis problemas y mantener a Diamante lo más lejos posible de Serena.

Además, aún está pendiente el asunto de Serenity... no sé bien qué pensar respecto a ella y la posibilidad de que esté viva, más aún en las deplorables condiciones en las que supuestamente la vi. Me destroza el alma imaginar que ella pueda estar sometida a un sufrimiento tan terrible, me horroriza el hecho de que sea posible que esté siendo utilizada por ese miserable.

Dios, por favor, te ruego que esa mujer no sea Serenity, ella no merece ese destino, nunca hizo nada malo, ella en verdad era un ángel, puro e inocente, lo vi y lo comprobé cuando viví con ella. Todo lo que su pad... aghh... ese maldito hombre pudo hacerle, no corrompió su alma ni su corazón, que eran dulces y castos, hasta que cayeron en mis manos. Sólo quise cobijarla, quererla y amarla con todo mi ser, jamás deseé aprovecharme de ella, al contrario, sólo anhelaba vivir a su lado por muchos años... ¿Cuándo se acabaron esos sueños? ¿En qué momento cambió lo que sentía hacia ella? ¿Dejé de amarla realmente? Es tan extraño pensar en eso ahora... siempre creí que ella sería la única mujer en mi vida, la única dueña de mi corazón, la única que dormiría entre mis brazos, pero de un día para otro todo cambió, todo se volvió oscuro e incierto. Entre nosotros no hubo un final certero, no existió una conversación, un encuentro, una explicación, no hubo nada más que suposiciones de mi parte e intentos por comprender qué había sucedido en realidad. De un momento a otro me vi solo, durmiendo, comiendo, caminando y ensayando en completa soledad, sin la mujer que había sido mi complemento, mi compañera. ¿Cómo se supera eso que sucedió de forma tan repentina e inesperada? ¿De qué manera se da vuelta la página y se sigue adelante? Me hundí en la oscuridad en que ella me había dejado, dejé que el invierno cubriera mi corazón con nieve, congelando mis sentimientos, permití que el sufrimiento dividiera mi alma en dos, la que se desgarró el día que el maldito se la llevó de mi casa, de nuestro cuarto, del hogar que habíamos formado juntos, dejando mi corazón hecho pedazos.

Sin embargo, un día desperté y me di cuenta de que debía acabar con esa angustia, que tenía la opción de buscar respuestas, de averiguar que había sucedido en realidad. Decidido, inicié mis conciertos con la idea de buscarla, pero lo que encontré se salió de todas mis expectativas y rompió todos mis esquemas, obligándome a replantearme la forma en la que estaba llevando mi vida después de la pérdida de mi amada Serenity. Su acta de defunción fue el detonante para que, sin siquiera ser consciente de ello en realidad, mi alma y mi corazón intentaran comenzar a sanarse de alguna forma, haciéndome recordar día tras día los ojos de Serena y la intensidad con la que me miraba. ¿Por qué ella? Aunque suene extraño, no fue por su increíble parecido... no, para nada. Es cierto que casi son como dos gotas de aguas, pero a la vez son tan diferentes como el invierno y el verano. Si soy sincero, recuerdo el momento exacto en el que me di cuenta de que me gustaba, de que mi piel se erizaba cuando sus ojos hacían contacto con los míos, de que mi estómago se llenaba de cosquillas cada vez que ella estaba cerca... sí, lo recuerdo, porque no podía creer que pudiera interesarme en otra mujer después de Serenity.

Ahora es Serena quien ocupa mi corazón, el que ha reparado con sus propias manos, acariciándolo con dedicación y esmero. ¿En qué momento lo logró? ¿Cuándo fue capaz de eliminar todo rastro de la oscuridad que Serenity había dejado en mi vida? ¿Cómo es posible que su sola presencia desviara mi atención hacia ella? Fue posible gracias a su luz, a su calidez, a su aroma y a su maravillosa esencia. Ella resultó ser mi salvación, mi ayuda, mi nueva oportunidad en la vida y lo agradezco con todo mi corazón. Es por eso que jamás permitiré que Diamante se la lleve, jamás, se lo debo a ella, a su entrega y a su amor. Tengo el deber y la responsabilidad de salvarla de ese miserable, debo ayudarla... nos necesitamos mutuamente.

Atada a tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora