Capítulo 14 "Las órdenes de la jefa"

1.2K 140 8
                                    

POV WheeIn

Entramos a su casa, antes de que la lluvia empezará a caer, su casa es muy hermosa, a comparación de la de ByulYi, los colores son frescos y le dan claridad, tranquilidad. Al parecer vive sola, tiene pocos recuadros de su familia con ella, tiene dos hermanas mayores, supongo, bueno un padre y.....

- ¿Porqué....- Me quitó la foto donde salía ella con otra mujer, pero estaba rasgada y no permitía ver el rostro.

- No necesitas saber quien era- Echó el recuadro al bote de basura- No es algo que deberías saber... Debí haberla botado hace tiempo.

- ¿Era tu madre...?

- ¿Qué? ¡No! Por Dios, a mi madre la apreció mucho ¿De donde crees que saqué este cuerpo?

Hizo una muestra de su cuerpo y no pude evitar sonrojarme. Ella rió y se acercó a mi, su rostro había cambiado, ahora se le veía melancólico.

- Mi madre tiene cáncer cerebral WheeIn... Mi familia trata de esconderme lo, pero el doctor fue directo con migo... El cuál resultó ser tu hermano.

¿Entonces era a ella quien HoSeok atendió y me dijo que era una de las personas que no quería y mucho menos debía hablar? Oh señorita Ahn, yo no sabía. Me acerqué a ella y la abracé, ella correspondió.

Luego de ese momento, ahora yo estaba en el balcón del piso de arriba, esperando la, ya que se estaba duchando, el balcón tenía una hermosa vista a la ciudad.

- Me gustaría ver esto cada noche antes de acostarme...

- Puedes- Sentí la respiración de ella en mi nuca.

Me volteó, apoyando me en la baranda de metal, observando con claridad que mi jefa solo estaba en bata y que su cuerpo estaba desnudo, mis mejillas me ardían, cada ves más al sentir como ella se acercaba a mi, acorralado me contra el barandal.

- ¿Me sigues temiendo?- Me estremeci, un fuerte escalofrío me enderezó. Ella sonrió y se acercó más- Bésame- Demandó.

- ¿Qué?- Señor, mi corazón saldrá de mi pecho como una bala.

- ¿Estas rompiendo el contrato WheeIn? Sabes lo que pasa cuando un corredor no lo cumple ¿Verdad? Y sabes que en este caso, tienes las de perder- Trague salvia- Ahora bésame.

Quise retroceder, pero no podía, las manos de ella estaban a cada lado de mi cuerpo, apoyadas al barandal, el cual no me dejaba dar marcha atrás. Por otro lado, si no fuera por esa maldita apuesta, no tendría que obedecer le nada. Joder.

- ¿Señorita Jung? Estoy esperando mucho ¿No creé?- Maldita- Además necesito devuelta mi camisa- Extiende su mano- Me la das.

A ver WheeIn, la próxima vez, no hagas una apuesta con una mujer ¡¡Mucho menos con tu jefa!! No sabía que hacer y la seriedad con que la señorita Ahn esperaba las dos cosas me estaban a alarmando mucho.

- Bien- Dijo ella- Yo lo quería por las buenas pero veo que con tigo no sirve así que...

- ¡Espera!- Se concentró en mi y empecé a jugar con mis dedos nerviosa- Te los daré, te daré las dos cosas- Una sonrisa de orgullo paso en su rostro.

La aparte con mano temblorosa y me metí dentro de la casa nuevamente, en su habitación, ella me siguió. Bien, no iba a dejar que viera mi cuerpo, jugaría algo también. Agarre la corbata negra que tenía sobre su cama y me acerqué a ella. Increíblemente me concedió el permiso para vendarle los ojos con la corbata, lo cual hice.

Pose las manos de ella en las puntas de la camisa y hice que ella misma me la quitará, no permití otra cosa, por el momento. Después de quedar sin camisa, coloque mis manos en sus mejillas y la atraje a mi, le obsequie un beso lento y enloquesedor. Sabía que iba a querer más, empecé a retroceder y ella a avanzar ¡Bingo! Ella empezaba a desear más de lo que le daba, pero yo sería la que decidía si iba a tener más.

No calculé cuanto faltaba para llegar a su cama y tropecé con el borde de la cama, caí junto con ella, quedando yo abajo de su escultural cuerpo, que de inmediato me apricionó en su cama, era como si no necesitará su visión para saber que lugar tocar. Su pierna se colocó en medio de las mías, empezando a apretar mi zona, me mordí el labio, tratando de que no me viese tan débil, pero no resultó como esperaba, ella me besó, logrando sacar ese gemido que trataba de retener.

- Sos bellísima, déjame verte WheeIn.

- Su.. Suplicame señorita Ahn.

Ella apretó más su pierna y mordió mi cuello- Los Ahn no suplican señorita Jung- Pasó su lengua a la longitud de mi cuello y di otro gemido.

- Sé mía señorita Jung- Su mano llegó deslizada hasta mi zona, donde acarició por encima de mis jeans azules- Señorita Jung, quiero verte.

- Mmmm- Me estremeci. Todo la habitación se volvió caliente para mi.

Empezó a quitar los botones de mi pantalón y a quitarmelo por completo ¿¡Cómo tiene la habilidad de hacer todo sin nisiquiera poder ver!? Gateó sobre mi, y empezó a dejar besos en mi clavícula hasta mi pecho, donde me despojó de mi sujetador de encajes y color rosa. La verdad no se como explicar esta sensación de placer que me está dando en mis pechos, tan eloquecedor, tan necesitado. Joder, que mi jefa me vuelve loca.

Me marca cada vez que lo necesita, si no tengo cuidado mis hermanos quizás y nisiquiera a la entrada de la casa me dejen salir...

- Ah~

Gemí. No me di cuenta que ya me había despojado de toda mi ropa y que se estaba dando gusto en mis pechos. Su mano bajo sin frenos hasta mi entrepierna, donde sin pudor alguno, me penetró con dos dedos, arrebatando me un fuerte grito de placer.

Sus empujes fueron certeros, con fuerza y velocidad impresionantes que me llevarían a un orgasmos rápido. No es brusca con migo, diría que lo a estado deseando desde días, su forma de darme placer es muy delicado.

- Señorita Ahn~ Por favor.

- Eso WheeIn, súplica, pideme que acabe con tu martirio, pidemelo.

Gemí en respuesta. Nunca me había sentido tan necesitada como ahora, tan llena de lujuria. Sólo bastó una mordida en mi pecho para llegar a mi orgasmo con un fuerte gemido que se rompió al final. Dios, tan buena y hasta en la cama. Escuché su risa, señor. Abrí mis ojos ya que de tanta maravilla termine cerrando los.

- Te corriste fuerte cariño.

- ¿Tú crees?

- Sí... ¿Puedo verte ya?

- Nunca te quitaste tu bata de baño, entonces tampoco tienes derecho de ver.

- De verdad- Se quita el lazo que sostenía la bata para que no se abriese. Luego la tiró al suelo la prenda- ¿Ahora si puedo?

Me acerqué a ella con una sonrisa pervertida.

- ¿Qué clase de juegos podemos jugar esta noche?

- Uno en el que te tenga desnuda y en mi cama- Dijo casi ronroneando.

Me levanté y me acerqué a ella, la atraje en un beso abriento nuevamente para acostarnos en la cama, esta vez yo quedando encima de ella.

- Mmmm se oye interesante señorita Ahn.

- Eso lo creo señorita Jung.

Y por fin le quite la corbata de sus ojos, para empezar a disfrutar de una noche que quizás nos deje sin ir mañana a trabajar.

Plan B. (Wheesa Y Moonsun)[Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora