Mis niñas.

272 17 3
                                    

Apoyó la cabeza en mi hombro y ahí se quedó, sobre mi regazo y agarrada a mi cuello mientras lloraba. Yo no dije nada simplemente la agarré de la cintura dejando leves caricias hasta que ella se calmó. Levantó la cabeza y me miró todavía con lágrimas en los ojos, yo sequé algunas de ellas mientras la observaba, era preciosa, siempre lo fue, yo no podía apartar la vista.

-Miriam...

-Calla Roi...no digas nada, no hace falta- dijo poniendo su frente contra la mía.

Nos quedamos así callados, mirándonos con su frente pegada a la mía, durante un buen rato. Era extraño, apenas pestañeamos, estábamos absortos en los ojos del otro e intentando descifrar que era lo que escondían, que era lo que intentaban decir. Pero como siempre, como llevamos haciendo desde que nos conocimos solo sirvió para alimentar las dudas, el miedo que siempre hemos arrastrado. Se levantó con la mirada baja y se dirigió a los fogones para servirse un café.

-¿Que planes tienes para hoy?- le dije volviendo a pisar tierra después de ese momento de ensoñación.

-Tengo que ir a las oficinas a firmar unas fechas para la nueva gira y luego...supongo que debo pasar por casa, tengo que coger algunas cosas.

-¿Te vas a quedar aquí?- le pregunto intentando sonar despreocupado.

-Solo si tú quieres...no te quiero molestar.

-Sabes que no molestas Miri, quédate el tiempo que quieras.

-¿Y tú?, ¿no trabajas hoy?- dice en cuanto se sienta con su café.

-No, estamos en un parón de temporada en la radio y hasta el sábado estoy libre- digo mojando mi tostada.

-¿Comemos juntos entonces?

-He quedado con Laura pero puedes venir si quieres, siempre quedamos a comer los miércoles por el centro cerca de la emisora.

-Ah...no sé Roi, creo que no seré muy bien recibida.

-¿Por qué dices eso? No seas tonta...

-Laura no me puede ni ver y no me extraña- dice ella apenada.

-Miri eso no es verdad, casi ni te conoce, creo que sería bueno que vinieras, ¿os parecéis mucho sabes? Creo que os caerías bien.

Ella me mira dudosa pero enseguida dibuja una sonrisa, sé que le pone nerviosa el encuentro pero también pienso que siente curiosidad por Laura y por la relación que podamos tener.

Al final ella acepta venir, cuando salga de la discográfica se unirá a nosotros en el restaurante. Yo paso la mañana poniendo orden en casa y tocando un poco, hace tiempo que no puedo hacerlo y lo echo de menos. Por un instante pienso en llamar a Laura para decirle que Miriam nos va a acompañar pero empiezo a plantearme que quizás ella tenga razón y a Laura le moleste que venga así que decido dejarlo, ya se lo diré allí antes de que llegue, no quiero que se eche atrás.

-¡Hola mi niña!- digo dándole un gran abrazó.

-Llegas tarde...y eso que estas de ocioso en casa- dice regañándome sonriente.

-Bueno...he tenido una noche complicada, tengo visita-le digo un poco nervioso, no sé cómo se lo va a tomar.

-¿Y eso? ¿Qué has hecho Roi?, conozco esa cara- dice ella seria.

-Bueno...Miriam está en mi casa, de hecho en un rato viene- le dije temeroso esperando su reacción.

Ella me mira seria, pensativa, no tengo claro si le parece bien o no, está callada unos segundos y luego se acerca más a mí.

-¿De verdad va a venir? Eso se avisa Roi...

-¿Enserio te molesta Laura?- le digo apenado.

-No es eso, o bueno sí, no lo sé...cuando se trata de ella no sé muy bien lo que siento.

-Lo siento mi niña, puedo llamarla si quieres y le digo que no venga...

-No, no déjalo, ya es hora de que nos conozcamos un poco supongo- dice intentando sonreír, yo le sonrió y agarro su mano.

-Gracias Laura.

Mientras esperamos a Miri le cuento todo lo que ha pasado desde anoche, a ella le preocupa como estoy yo, sabe que vuelvo a sentir algo por Miriam y sabe que, aunque lo intento, no puedo evitar hacerme ilusiones, simplemente no quiere que sufra de nuevo.

-Hola...-dice ella tímidamente, se le nota muy nerviosa, lo que hace que a mí me coman los nervios también.

-Hola Miriam, me alegro que hayas venido- le dice Laura mientras se levanta a darle dos besos.

-La verdad es que vengo acojonada...pero tengo muchas ganas de conocerte más Laura- dice ella sincera con una sonrisa tensa.

-Pues tranquila mujer...a ver no te voy a mentir, me he puesto un poco tensa  cuando Roi ha dicho que venías pero yo también tengo ganas de conocerte, creo que ya es hora- le dice con una sonrisa.

-Chicas al final el que se va a poner atacado soy yo- dije riendo incómodo, ellas se miraron y rieron.

Nos sentamos y pedimos la comida, poco a poco nos fuimos relajando y la conversación fue más fluida, cómoda e incluso agradable. Yo me mantenía un poco al margen, estaba observando cómo hablaban entre ellas y parecían conectar bien, creo que inconscientemente buscaba la aprobación de Laura a lo que yo sentía por Miriam.

-Estás súper callado Roi, me estás dando miedo- dijo Laura riendo.

-El que no se calla ni debajo del agua...¿estás enfermo Roi?- dice Miriam riendo tocándome la frente.

-Joder, ya veo que os lleváis de maravilla ahí atacando sin piedad...si ya lo sabía yo, es que os parecéis mucho- dije sonriente, estaba feliz de la comida hubiera salido bien después de todo, no las tenía todas conmigo.

Pronto nos despedimos de Laura, debía volver al trabajo, antes de irse me susurró al oído -ya hablaremos-, sabía cómo iba a ser esa conversación, ella diciéndome que no me hiciese ilusiones y yo fingiendo que no me las hacía. Miriam y yo salimos hacia mi casa, por el camino paramos para recoger algunas de sus cosas, ella sabía que Pablo no estaba allí, no quería encontrárselo. Cuando salió estaba de nuevo triste, parecía abatida y estuvo muy callada en todo el trayecto.

-Oye Miri, ¿estás bien?- le dije cuando llegamos a casa y nos sentamos en el salón.

-Sí solo que...es duro, nada mas- dijo cabizbaja, yo puse mi mano sobre la suya- Mejor hablamos de Laura- dijo cambiando su expresión y apartando mi mano.

-Ah sí... ¿qué?¿no tenía razón?, no me digas que no te ha caído bien- le dije animado.

-Me ha caído genial la verdad, si que nos parecemos un poco y tenemos algo en común...las dos te damos mil vueltas- dice riendo a carcajadas.

-¡Oye!, pero bueno, eso no te lo niego- digo sincero- tú también le has caído muy bien, la conozco.

-Es maravillosa y se ve que quiere cuidarte...por eso quizás siempre me miró con recelo, supongo que le has contado...

-Ella sabe todo de mí, ha sido mi mejor amiga desde que tengo uso de razón y por suerte eso no lo hemos perdido, ¿Sabes? me hace ilusión que os llevéis bien, no sé, las dos sois muy importantes para mí, después de Mía...Laura y tú...

-Ya lo sé Roi...nos llevaremos bien y te haremos la vida imposible por partida doble ya verás- dice sonriente agarrando de nuevo mi mano.

-¿Me lo prometes?

La vecina tocapelotas y el gilipollas de enfrente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora