Aquellas letras que escribí por ti.

118 12 3
                                    

La llegada de Luís a Madrid, junta a su ya oficialmente familia, fue un soplo de aire fresco un pasito más hacia recuperar mi verdadero yo, mi optimismo y mi manera de ver la vida. Esa primera semana fue realmente un bálsamo para mí, estaba feliz acompañándolos en todo para ir organizando su nueva vida en la ciudad. Les acompañé al colegio, a visitar casas, por cierto con intenciones ocultas, para inclinar la balanza y que se mudaran lo más cerca de mí posible. Ayudé a María en su búsqueda de empleo, no fue difícil ya que era periodista también y yo tenía mis contactos, además nos llevábamos increíblemente bien y se hizo uña y carne con Laura en apenas unas horas.

Ya había pasado una semana y gracias a la insistencia de María y Laura, que se habían convertido en mis consejeras y animadoras particulares, me decidí a hablar con Miriam para poner todas las cartas encima de la mesa. Estaba decidido a confesarle que aquellas letras que ahora sonaban en su voz en compañía de Lu fueron escritas por y para ella. A pesar de saber que estaba en una nueva relación, que estaba a punto de dar un paso importante con ese chico tenía que decírselo, tenía que actuar o no me lo perdonaría nunca.

-Hola... ¿Estamos solos? ¿No debería estar Lucia aquí?

-Siéntate...

-No, ¿de qué va esto?

-Miriam, por favor, hay cosas de las que tenemos que hablar...-se sentó un poco tensa- ¿Cuándo pensabas contármelo?

-No sé de que hablas...

-De ti, de Carlos, del paso que vais a dar, creo que merecía enterarme por ti Miri.

Me miró entre sorprendida y furiosa, yo apenas pude sostenerle la mirada, sabía que no tenía el derecho de venirle con exigencias.

-Yo no te debo explicaciones y lo sabes-comenta contundente sin embargo no es capaz de mirarme ahora, agacha la cabeza mientras juega nerviosa con sus manos en su regazo.

-Lo sé pero...la casa, joder, si te ibas a mudar creo que es algo que deberías haberme dicho- no sé por qué mi tono adquiere una dureza que no pretendía, no sé ni lo que estoy haciendo, éste no era el plan.

-Yo no voy... ¿Pero quién cojones te ha dicho eso?-se enfurece pero sobre todo se le nota confusa.

-No tienes por qué mentir, estás en tu derecho, pero deberías haberlo hablado conmigo es todo.- comento bajando un poco el tono.

-¡Pero es que no es cierto!- grita mientras se levanta casi como un resorte- yo como una estúpida sigo esperando que te levantes una mañana y te des cuenta... - murmura entre dientes- ¿Quién coño se ha inventado algo así?

En ese momento ignoro por completo su pregunta, solo puedo pensar en lo que se le escapa entre susurros. ¿Me sigue esperando?¿qué me dé cuenta de qué?, estoy tan cegado por su paso adelante con Carlos que no sé si entiendo lo que quiere decir.

-Alguien que nos quiere a los dos y no tiene porque mentirme Miri, admítelo...

-¡Qué coño! ¿ha sido Luís? No me lo creo...

-Ves como lo sabes ¿Qué razón tendría él para mentir? a ver explícamelo.

Se queda quieta unos segundos bajo mi atenta mirada, no sé si está buscando una excusa, pensando una mentira, o simplemente reuniendo el valor para sincerarse.

-Para que tengamos esta conversación, supongo que en su cabeza sería todo bonito y color de rosa, ¡y no esta mierda!- se lleva las manos a la frente, caminando nerviosa de un lado a otro de la habitación- Mira, lleva semanas diciéndomelo, que tengo que hablarte, que debo intentarlo pero...tú tienes muy claro lo que sientes.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 24, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La vecina tocapelotas y el gilipollas de enfrente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora