Mi niña.

329 22 0
                                    


-¿Qué haces? ¿Te vas?- dice ella a mis espaldas cuando me ve en el rellano rodeado de cajas.

-Sí, vuelvo a casa- digo seco sin ni siquiera darme la vuelta.

-Ésta es tu casa- dijo con voz temblorosa, yo me giré.

-No Miriam, esta nunca fue mi casa.

-¿Y te ibas a ir sin despedirte?- dice acercándose con expresión triste.

-¿Acaso esperabas otra cosa?, llevamos casi tres meses sin hablar- le digo molesto.

Ella me mira fijamente, de pie frente a mí mientras yo me dedico de nuevo a colocar cajas al lado del ascensor, ninguno de los dos dice nada, tampoco hay mucho que decir, ni siquiera somos amigos.

-Roi ya estoy aquí, la furgoneta está abajo- dice Laura antes de besarme efusiva, está emocionada de que vuelva a su casa, más bien a nuestra casa.

-Hola mi niña- le beso la frente- esta es mi vecina Miriam- le digo, seguía ahí de pie mirándome sin decir palabra.

-¡Ah hola! yo soy Laura- le dijo dándole dos besos- espero que no te haya dado mucho la lata, se pone un poco gilipollas a veces- ni Miriam ni yo pudimos evitar reír con el comentario- ¿Me he perdido algo?- dijo riendo sorprendida por nuestro ataque de risa.

-No nada...- dice Miriam- no te preocupes, yo soy un poco tocapelotas así que bueno, él también me ha tenido que sufrir a mí- dice riendo pero en cuanto me mira se le borra la sonrisa.

-En el fondo Roi es un sol...bueno, ya te habrás dado cuenta- dice Laura mirándome tierna.

-Sí, me he dado cuenta...quizás demasiado tarde- dijo ella casi en un susurro, Laura la miró extrañada- bueno...quiero decir que se va ahora que ya me había acostumbrado a él- dice riendo nerviosa.

Me deja pensativo su respuesta, esta apenada porque me marcho eso es evidente pero no sé cómo interpretar sus palabras, ¿realmente siente algo por mi?, piensa que es tarde ¿será porque he vuelto con Laura? No debería ni planteármelo, no es así, y si así fuese ya no importa.

Un fuerte abrazo me saca de mis pensamientos, es ella, se agarra a mi cintura y noto como tiembla, no sé si está llorando, pero la abrazo cariñosamente acariciando su espalda y ella se tranquiliza.

-Gracias por todo Roi...gracias por preocuparte tanto mí, he sido una tonta contigo- me dice al oído.

-No te preocupes Miriam, no es nada.

-Roi ayúdame con las cajas ¿no?...lo siento Miriam pero el tío de abajo no deja de meterme prisa- dice Laura con una sonrisa, Miriam se separa en un suspiro.

-Adiós, espero que os vaya muy bien chicos- dice Miriam sonriente pero tiene una mirada triste y apagada.

-Adiós Miri- le digo antes de que se meta en casa corriendo.

Me puse manos a la obra con las cajas pero no pude apartarla de mi mente, Laura hablaba sin parar, estaba feliz, pero yo no era capaz de prestarle atención. Solo pensaba en Miriam, en cómo me miraba, dando vueltas a sus palabras, ¿para qué era tarde?, ¿porque había sido una tonta conmigo?, no entendía nada, o quizás no quería entenderlo ahora que había tomado la decisión de volver con Laura.

-Roi...esa chica y tú...- me dijo Laura de repente en el coche de camino a casa- ¿Habéis...?

-No, Miriam y yo solo hemos sido amigos- esa era la verdad, bueno al menos parte de la verdad.

-Pero ella...- se quedo pensativa, creo que no sabía si debía hablar, tenía miedo.

-Laura ¿qué pasa? Sabes que podemos hablar de lo que quieras- ella se quedó callada mirando sus manos.

-Pues que ella...creo que está enamorada de ti

-¿Que dices? Eso no es verdad, ni siquiera le caía bien, además tiene pareja, un puto gilipollas pero ella lo quiere.- dije un poco molesto.

No debí haber dicho eso, Laura me miró aún más preocupada que antes.

-Roi tú...¿tú que sientes por ella?- preguntó asustada.

Tenía una mirada de terror, pero ella era fuerte, decidida y por mucho que le doliera mi respuesta no se acobardó en preguntarme.

-Es una amiga, nada más...ni siquiera eso, llevábamos más de dos meses sin hablar- dije quitándole importancia.

-No te he preguntado eso Roi, ¿estás seguro de querer volver a casa?- dijo firme a pesar de que sus ojos se empañaban por momentos.

-Claro que lo estoy mi niña, estoy seguro- le digo sincero mirándola a los ojos.

Ella deja escapar unas cuantas lágrimas, yo le cojo la mano que tiene sobre su regazo y la aprieto fuerte hasta que llegamos a casa. Estaba seguro, lo estaba, yo la quería y si hay alguna relación que merece una segunda oportunidad es la nuestra. Nunca le respondí a su pregunta, nunca le dije que sentía por Miriam, realmente no importaba, lo único importante es que volvía a casa y que iba a luchar para que lo nuestro saliese bien esta vez.

Nuestra relación enseguida volvió a donde la habíamos dejado, todo seguía igual, bueno algunas cosas habían cambiado, acepté un puesto fijo como redactor y dejé de trabajar todas las noches, no fue ella quien me lo pidió incluso insistió en que no era necesario, la decisión fue mía. Comencé a participar en algunos de los programas de música de la cadena, hice mis primeros pinitos como locutor y la verdad me encantaba. Volví a mi barrio y a mis quedadas en el bar a las que Laura me acompañaba a menudo.

-Eh, has vuelto- exclama Pablo en cuanto se acerca a mí en la barra.

-Pues sí, he vuelto a casa, Laura ha decidido darme otra oportunidad, al final no va ser tan lista como yo pensaba.

-¡Oye idiota!- dice ella golpeando el brazo- Pablo cuanto tiempo, me alegra verte- dice acercándose a darle dos besos.

-¿Cómo va el disco? ¿Ya queda poquito no?- le digo mientras nos tomábamos unas cervezas en una mesa.

-Sí, ya casi está y viene con sorpresa- dice él misterioso.

-¿Ah sí?, venga cuéntamela si sabes que soy una tumba- él se ríe y mira a Laura- ¿acaso miento?- digo molesto.

-No hombre ya lo sé...pues tengo una colaboración con una chica increíble, tiene mucho talento.

-Por tu cara no te has enamorado solo del talento Pablito- le dice Laura, Pablo sonríe divertido.

-Así que mi niña ha dado en clavo- digo cogiéndola por los hombros.

-Ya sabes que yo nunca me equivoco- me dice victoriosa, yo la beso dulcemente.

-Es verdad, nunca se equivoca, y ¿se puede saber quién es esa chica que te tiene así?- le pregunto intrigado.

-Pues no creo que la conozcas, aún está preparando su debut...mira, es gallega como tú-dice el alegre.

-Galicia calidade Pablito ¿acaso lo dudabas? Si no mira a mi Laura- ella me mira y coloca su cabeza en mi hombro.

-Da gusto veros pareja- dice él poniendo expresión tierna.

-A ver cuando te vemos a ti amigo...

-Pues a lo mejor antes de lo que piensas...por ahí viene mi gallega- dice Pablo levantándose con una cara de tonto increíble.

La vecina tocapelotas y el gilipollas de enfrente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora