Paso atrás.

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Las siguientes semanas fueron tranquilas, Miri y yo pudimos disfrutar de mucho tiempo juntos después de meses en los que apenas nos habíamos visto. Estaba de nuevo de vacaciones en la radio y mi único compromiso era pasarme por el estudio, la Warner se había interesado por nuestras composiciones a raíz del trabajo que habíamos hecho con el disco de Lucía, así que Nil, Raul, Andrés y yo estábamos currando duro en algunos temas que teníamos compuestos para mostrárselos a la discográfica. 

Ya estábamos también inmersos en la grabación del videoclip, donde pudimos incluír muchas de nuestras ideas, Lu y yo trabajábamos bien juntos y me estaban tentando con participar en su gira de verano, la verdad que era un sueño para mí, aún no había aceptado pensaba hablarlo con Miriam y hacerlo si a ella le parecía bien. Sabíamos que se hablaría y se especularía sobre la relación con Lucía, de hecho ya había cierto interés por parte de la prensa desde la salida del disco, era algo que me preocupaba pero no iba a dejar pasar una oportunidad así por esos buitres y esperaba que Miri me apoyase en ello.

En cuanto a Cepeda llevaba ya unas semanas fuera, aún no había podido conocer a su hijo pero ya estaba trabajando con un abogado para estudiar sus opciones. Parecía estar bien dentro de lo que cabe y había arreglado las cosas con María, incluso estaban colaborando juntos para recuperar al niño, no iba a ser tarea fácil, pero no era imposible ya que la adopción aún no era firme llevaban casi dos años en trámites y el abogado se mostraba optimista.

-Venga Miri vámonos ya-le digo impaciente de pie junto a la cama.

-Roi...aún faltan dos horas, relájate un poco anda- se dio la vuelta remoloneando en la cama.

-Es que la echo de menos...venga anda- le suplico agarrando su mano y tirando de ella.

-La viste ayer por dios- me mira de nuevo riendo y ahora es ella la que tira de mí hacia la cama haciendo que acabase encima.

-Pero seguro que ya ha crecido y todo,  que guapa es ¿no?

-Es preciosa, pero con los padres que tiene es normal- me acaricia el pelo cariñosa.

-Y con el padrino que tiene también- bromeo yo.

-Más vale que no se parezca a ti porque si no vamos a tener un problema- dice haciéndose la enfadada.

-¿Ah sí?¿qué tipo de problema?

Lleva su mano a mi entrepierna y después de acariciar suavemente mi miembro lo agarra y aprieta con fuerza haciéndome temblar.

-Esta clase de problema-me mira traviesa y me suelta pero no aparta la mano, sigue con sus caricias en mi entrepierna.

-Ya veo...ten...ten cuidado, es una zona muy sensible...- me acerco a su boca jadeante pero ella se mueve un poco para librarse del peso de mi cuerpo y se levanta de la cama.

-Vamos, ¿no tenías prisa?- pregunta con una sonrisa maliciosa y sale corriendo de la habitación.

Evidentemente yo no tardé mucho en seguirla hasta el baño, cuando entré ya estaba totalmente desnuda mirándome como solía hacerlo siempre por las mañanas, esperando que yo me quitase el pijama y la cogiera en brazos para darnos una buena ducha. Al final, como siempre, tuvimos que vestirnos corriendo ya que llegábamos tarde, por fin Sofía podía irse a casa después de tres semanas recuperándose de su operación y habíamos quedado en ir a recogerles a los tres al hospital.

-Eh, ¿donde estabais? Si lo sé hubiéramos llamado a un taxi- estaba algo molesta, fuimos nosotros los que insistimos en ir a recogerlos ya que los abuelos estaban descansando en casa y preparando todo para la llegada de la pequeña.

-Es culpa de Miri- me apuré a decir, ella me lanzó una mirada amenazante y yo bajé la vista con una leve sonrisa, Pablo y Laura se rieron enseguida de la escena.

La vecina tocapelotas y el gilipollas de enfrente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora