Capitulo XV | You Sping Me round.

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Tatiana

(...A la mañana siguiente...)

Diferentes crujidos se hacían presentes, y lograron así desvelarme por completo de mi sueño. Un tanto confusa, busco con la mano libre al oficial, y al no hallar su tacto me despierto un tanto sobresaltada, observándolo frente a mí.

—Bella durmiente, con que ya despertaste.—Declaró de espaldas a mí, ya que se encontraba tanto concentrado en la cocción de aquella liebre siberiana. Parpadeé sorprendida.

—¡¿Lo cazaste?!.—Exclamé incrédula.

—No. Vino hacia el refugio, encendió el fuego y se ató a las brasas para no molestarnos.—Respondió con evidente sarcasmo a lo que rodé los ojos.

—ja, ja. Que gracioso.—Bufé con molestia tras salir de debajo de aquel toldo. Mi ropa estaba seca por lo que procedí a ponerme mi camiseta, con un tono sonrosado sobre mis mejillas. «Ya...» Pensé tras abrochar los botones, aunque... no pude evitar observarlo de soslayo mientras se concentraba en avivar las llamas que conducían a la cocción de la libre. Al verlo, pensaba en la noche que pase durmiendo junto a él y mis mejillas avivaron su color a un tono rojizo carmín.

—Eh-EJÉM...—Llamé su atención poniéndome de espaldas con disimulación.

—¿Que haremos ahora?.—Inquirí con atención, tras recibir su mirada cínica.

—Déjamelo a mí.—Articuló sin mucho problema, con lo cual lo observe incrédula. «¿Que podría hacer el
solo?».




(...)



Y así el ejercicio acabo. ¿Cómo acabo?, nuestro equipo GANÓ. Efectivamente cuando me dijo que se lo dejara a el... «Sera acaso, ¿que jamás se preocupó?, ¿Siempre supo el que hacer?». Rememoraba pensativa mientras nos juntábamos todos en grupo para cantar el himno antes de empacar y regresar a la escuela en los buses militares. «Este sujeto...¿Cuál es tu secreto, Alexei?» pensaba, mientras me encontraba en formación observando a los oficiales que se encontraban frente a nosotros cantando el acto pero en especial al cabello azafrán.

Recibimos un premio, por haber ''conquistado'' al enemigo, aunque todos tuvimos buenas notas. Lo que hizo el oficial, fue engañar e interrumpir la señal de Salazar y en lo que a mí me mando a la base central, tan solo en pocas horas regreso con nuestro grupo libre, el segundo grupo y todos los rehenes derrocado. El junto a Sasha dirigían la caravana. Regreso, con aquella sonrisa campante.





(...)




Y así sucedieron los días. Por supuesto, que continúe entrenando con el pelirrojo, y mis habilidades eran notablemente mejores que las de mis compañeros, aunque el último mes de diciembre tuve poco contacto con el oficial. ¿Estaría ocupado?, aparentemente sí.










(...Diciembre...)




Finalmente llegó el gran día; La graduación.

—¡POLICÍAS. ESO ES LO QUE HOY SON!.—Y allí estábamos. Reunidos en el salón central, en aquel acto conmemorativo de graduación y despedida, todos formados con nuestros trajes de gala y todos los instructores, oficiales y profesores de la escuela. Escuchando las palabras del director general.

—Las veinticuatro horas. Los siete días de la semana. Son policías, son policías en navidad, año nuevo, en el cumpleaños de sus hijos, padres, hermanos.¡¡¡Su sangre... Es azúl, y su deber es proteger a los ciudadanos con la ley que rige la constitución de nuestra nación, amada Rusia!!!.—Pausó, tras continuar leyendo aquel discurso preparado con efusiva emoción.

La ley del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora