Capitulo III | ''Lobo vestido de cordero''

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30 de Marzo, año 2008


Tatiana

Los días pasaban, poco a poco me adaptaba a la escuela. Los fines de semana (cuando regresaba a casa) mis hermanos y madre se encontraban muy complacidos y me llenaban de preguntas. En ese instante compartía mucho con Vadim, aunque el ya casi terminaba la milicia. Ambos, devorábamos todo a nuestro paso y es que, en la escuela el ejercicio era excesivo y la comida horrible, muy horrible.

Con Tasha nos hicimos muy compañeras, y mi destreza en lo físico era realmente muy buena.

—La veloz.—Replicaba la morena, refiriendo a mi precisamente.

—Ni que fuera para tanto.—Indiqué, encogiéndome de hombros.—Supongo que se debe a que soy ligera.—

—¿Ni que fuera para tanto? ¡Eres la mas rápida de todas las divisiones en carrera de resistencia!. No lo se, ¿no te pesa el busto?, eso debe pesar como tres kilogramos mínimo.—Puntualizaba ella mientras me observaba de arriba abajo.

—¡¡¡Ahh Tasha, no digas eso!!!—Indiqué tapando la boca de la mencionada.—Me da vergüenza, ¡y ademas no es para tanto!.—Proclame con cierto enfado que causaba así mismo gracia, lo que hizo que la morocha echara a reír.

—Bueno bueno, no te alteres , solo bromeo.—Indicó ella.

Nos dirigíamos hacia ningún sitio en específico cuando me llevo por delante a alguien.

—¡Disculpa!.—Me disculpé levantando la mirada mientras sobaba mi cabeza, de reojo observo la mirada ''asustada'' de Tasha, la cual al instante adopta una pose firme y lleva su mano a su frente en señal de saludo, juntando sus pies en el centro a gran velocidad y con la cabeza en alto. Lo que imaginé, fue que con mi suerte seguro me acababa de chocar a alguien de rango alto,por lo que antes de levantar la mirada por completo adopté la misma pose de Tasha.

—¡Disculpe, seño-!.—Alcé la voz manifestando firmeza, para finalmente observar de quien se trataba.«¡¡¿¿De nuevo ÉL??!!» indiqué molesta frunciendo el ceño, lo cual  noto el "famoso" pelirrojo.

—¿Que es lo que hace cadete? Casi que corre por el pasillo, no sea infantil Kuznetsov.—Inquirió con el ceño fruncido. Valla, parece que al fin dejaba de ser tan vacilón para darse cuenta de sus obligaciones.—Usted, identifíquese cadete.—Desvió la mirada con cinismo hacia Tasha, pidiendo identificación por más que él sabía perfectamente quien era ella.

—¡Ivanova Natascha, cadete de primer año, tercera sección, señor oficial ayudante!.—Declaró la ojos castaños.

—Ivanova, tráigame el informe de la dirección general.—Ordenó.
—¡Comprendido señor oficial ayudante!.—y Natasha evidentemente se fue.

—¡Permiso señor oficial ayudante, me retiro a mis actividades!.—Por mas vacilón e insoportable que sea el oficial Alexei Vladimir, sigue siendo mi superior. No puedo darme el lujo de tratarlo de manera irrespetuosa.

—No vas a ningún lado kuznetsov.—Musito tomándome de un brazo, no había nadie en el pasillo. Le dedique una mirada claramente fulminante pero a él no le importó.

—¿No debería dejar de hacerse el galán con las cadetes, señor oficial?.—Le indiqué arqueando una ceja con cinismo, ya que me tenía nunca mejor dicho entre la espada y la pared.

—Ahhh...—Al instante me soltó rodando los ojos y cruzando sus brazos.—¿Ahora se piensa que quiero ligar con usted?, ¿se ha vuelto loca kuznetsov?.—Era de esperarse esa actitud cínica, en el pelirrojo.

La ley del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora