Tatiana
—¡LO MATASTE!.—Inquirí horrorizada.—Por dios, ¡¡MI PRIMER DÍA COMO POLICÍA Y YA TENDREMOS UNA CAUSA JUDICIAL!!.—Me horrorice ante aquello, pero el pelirrojo pidió que me calmara.
—No tendrás causa de nada, además está vivo, ¿Verdad que estas vivo amiguito?.—Comento poniéndole en cuclillas al lado del joven quien comenzaba a girarse recobrando el conocimiento.—Estará bien.—Aseguro desempolvándose las manos poniéndose de pie, mientras diviso como un extraño encapuchado se alejaba. No logre ver quien era, pero... el pelirrojo sonreía concierta nostalgia.—Como sea, ven aquí.—Así me tomo del brazo para alejarnos del sujeto. El ojos turquesa frunció el ceño una vez recluidos, llevando su voz a un tono serio.—¿Quien era ese?.—puntualizó clavando su mirada sobre la mía.
—Un compañero...—Alcé una ceja sin comprender.
—Ahhh... Con que ahora se les dice ''COMPAÑEROS''.—Utilizó aquel tono sarcástico tras rodar los ojos con fastidio.—¿Por qué me mientes?.—Nuevamente fijo su vista en mí, utilizando un tono tanto interrogatorio, tomándome de la barbilla. Me enfade, y retire su mano.
—¿Y tú qué? , ¿Quién era esa con la que hablabas tan a gustito allá? ¿Eh?...—Me cruce de brazos y desvié la mirada ofendida.
—Ahhhh, ¿Vamos con eso?.—Alzó ambas cejas riendo con sarcasmo, con lo cual me volví hacia él.
(A partir de aquí, recomiendo, leer con esto de fondo para ambientalizar: https://www.youtube.com/watch?v=_zPlr-o-YEQ )
—¡Y no respondes! ¿Ves cómo eres un idiota?.—Agredí.
—Pues yo no la estaba tomando DE LA CINTURA A CENTÍMETROS DE SU CARA.—Elevó el tono, acercando su rostro al mío desafiante, aunque por mi parte no me quede atrás, observándole de la misma manera frunciendo mi ceño al igual que él, aunque pasados unos segundos ambos tomamos distancia.
—Pues bien...—Declaré ciertamente molesta dispuesta a alejarme «Es un tonto...No entiende nada» y antes de poder alejarme más, un repentino movimiento me toma del brazo, regresándose al sitio de inicio de mi partida, dándome la vuelta y encontrándome así con mi cuerpo pegado sobre el pelirrojo, quien me sostenía de la cintura, alce mi vista para encontrarme con la suya, donde nuestros alientos chocaban el uno contra el otro, nuestras miradas... se cruzaban de una manera tan intensa como única y nuevamente me perdía en el color turquesino tono de sus profundos ojos.
—Así te tenía él...—Susurró con sus ojos entrecerrados, envolviéndome en aquel estremecedor tono seductor. y el rubor en mis mejillas se acrecentó. Me tomo de la barbilla elevando mi rostro hacia el suyo.—No quiero que nadie más que yo te bese ¿Me escuchas?—La distancia entre nosotros era imperceptible, lo observaba sin poder retirar mis ojos de los suyos, admirando cada una de sus facciones, los nervios en mi estómago se hicieron presentes nuevamente, cada cuerpo deseaba los labios de otro con su mirada y la conexión entre nosotros. La tensión entre ambas pieles fue más que el pudor, para cual el comenzó a ladear su cabeza le seguí en la acción hasta que de una vez por todas nuestros labios hicieron aquel intenso y desesperado contacto. Aferré mis manos a su rostro, y sus manos se posaron con más poder sobre mi cintura, podía transmitir todos mis sentimientos recluidos en aquel fogoso beso que ahora me doy cuenta, había deseado dese hacia mucho tiempo. Nuestros brazos aferraron el cuerpo del uno y del otro con intensidad, como si en aquel momento no hubiera nada ni nada mas rodeándonos, al fin nos pertenecíamos.
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La ley del amor.
Novela JuvenilNuestra historia comienza en Rusia, San Petersburgo donde Tatiana Kuznetsov, una bella joven de dieciocho años está lista para dar sus primeros pasos en la la vida. Escogiendo una vocación por desicion propia, peca de inocencia pues ignora todo lo q...