II

414 65 99
                                    

Sentí mi pulso detenerse.

"Porque lo amo".

Repetí esas palabras en mi mente.

"Lo amo...".

"Amo...".

De repente noté como si mi corazón se encogiera fuertemente, dolía, dolía demasiado.

Aunque ya empezaba a pensar en algo así, escucharlo directamente de la boca de Alexander fue muy doloroso. Cuando encontré a ambos en ese callejón besándose y después Alexander gritando que quería a Alan...

Era obvio, solo no quise verlo. Prefería vivir en la mentira de que Alexander realmente sentía algo por mí.

¿Entonces todo fue mentira?

¿Nuestros besos fueron mentira?

¿Cuando Alexander se divirtió en nuestra cita en el parque de atracciones también fue mentira?

¿Todos sus "te quiero"?

Todo.

—Entiendo si ahora quieres golpearme o no volver a hablarme —susurró serio. Yo negué.

No. Estaba triste, pero no me iba a rendir tan fácil, lo primero es el bienestar de Alexander.

—No —aseguré mirándolo a los ojos, aguantando mis ganas de llorar .— Voy a ayudarte a superar a Alan evitándolo si eso quieres —añadí tajante, él me observó sorprendido .— Seamos amigos de verdad, sin mentiras, solo la verdad

Alexander estaba totalmente asombrado. Aunque trataba de ocultar su sorpresa; su expresión lo decía todo.

—Podemos actuar como pareja frente a los demás para que no pregunten por qué cortamos o algo así —aclaré .— Supongo que nunca te gustó hacer esas bobadas conmig... —Alexander me interrumpió posando su mano sobre mi mejilla.

—Si me gustaban los besos —murmuró cerca de mi rostro, mis mejillas ardieron bruscamente a la vez que desviaba la mirada.

—... N-No me gusta que me beses si realmente no es porque me quieres —informé frunciendo el ceño y apartándolo de mi lado colocando mi mano en su pecho.

Alexander guardó silencio. Al rato asintió con la cabeza y se separó más de mí. Yo sonreí incómodo.

—Entonces... ¿No vienes a ver a Alan? —pregunté tratando de cambiar de tema para que el ambiente fuera menos tenso e incómodo.

—No —sentenció triste.

—¿Ni siquiera para comprobar que está bien? Puede ser la última vez que hables con él, después lo alejaremos de tu lado —expliqué serio. Alexander frunció los labios y apretó los puños.

—... No, va a ser peor —aseguró triste .— Dile que no quiero volver a verlo —Tras esas palabras agachó un poco la cabeza, los cabellos de su flequillo se movieron con lentitud por la gravedad mientras que sus ojos no miraban a ningún punto fijo en si.

Me quedé observándolo varios segundos, incluso juraría que llegó al minuto. El silencio reinó la habitación y yo no podía desviar mi mirada de él, mi corazón latía fuertemente; pero esta vez eso no era un sentimiento reconfortante para mí, si no que frustrante. Era horrible no poder detener un poco los latidos de tu corazón al observar a alguien que te ve como algo insignificante.

Tragué saliva fijándome en su ojo artificial; que era el que dejaba visible desde esa posición, me preguntaba cómo había perdido el de verdad y por qué eligió uno de color rojo para sustituirlo. Bajé mi mirada por su fina nariz hasta llegar a sus labios, ni muy gordos ni muy finos, de color claro y que ya había besado antes. Aún así se sintió agridulce mirarlos, era como juntar el deseo de besarlos con la realidad de que yo no le gustaba a Alexander.

✖¿Hay amor?✖ (BL) FINAL IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora