P.O.V Alexander
Cuando terminamos de comer fui de nuevo a mi cuarto. Tenía mucha ansiedad con la idea de que la madre de Marcus viniera, aún me sentía culpable por estar con el pelirrojo siendo como soy, esa señora debe odiarme. Y si no lo hace, seguro que es porque aún no sabe suficiente sobre mí.
Marcus me siguió a la habitación y me miró preocupado.
—¿Qué ocurre? Te noto raro... —negué, buscando en mi armario algo que ponerme.
Pero todo me quedaba mal. Sentí ganas de llorar al darme cuenta de cuánta ropa tenía y aún así ninguna me hacía ver bien.
—Oye... —El pelirrojo posó su mano sobre mi hombro.
Yo lo observé; cansado, quería volver a estar en la cama sin hacer nada.
— Por favor, dime qué está mal —pidió preocupado. Tomé aire, resignado.
—Tu madre... —murmuré. Él sonrió, parecía enternecido.
—Alexander, mi mamá no muerde, está al tanto de que estás mal porque ayer se lo dije por teléfono, y se preocupó —aseguró haciendo que lo mire a los ojos .— Ella sabe lo muy feliz que me haces...
—Solo te he dado desgracias, no te comprendo —murmuré serio. Él negó dejando un leve beso sobre mi nariz.
—No mientas —dijo con un puchero. Yo agaché la mirada .— Dime, ¿qué más pasa?
—No quiero que tu madre me vea tan desastroso, pero no estoy bien con nada de lo que me pongo y... —Marcus me agarró con fuerza de las mejillas y me miró con el ceño fruncido.
—Tú siempre te ves hermoso, te pongas lo que te pongas, incluso ahora te ves hermoso —Sentí mis mejillas arder.
— Pe-Pero estoy en camisón, y mis cabellos son un desastre, además ¿has visto mis ojeras? Parezco un oso panda —gruñí, confundido.
—¡Siempre te ves hermoso! Con tu pelo largo despeinado eres muy tierno, y tus ojeras disminuirán en cuanto duermas bien habitualmente, y si no lo hacen no importa porque no podrían opacar lo bello que eres —Cada palabra que decía era como si derritiera mi corazón.
Quise llorar, pero me aguanté, estaba cansado de derrochar mi orgullo. En cambio, necesitaba liberar mis emociones; por lo que besé los labios de Marcus con intensidad, cayendo ambos a la cama sin querer. Mis manos se dirigieron a sus mejillas mientras él correspondía al beso de forma pasional.
Quería besarlo y besarlo hasta que no pudiera más. Solo anhelaba estar cerca de él, cada vez que Marcus abría la boca sentía ganas de besarlo nuevamente, y ya no podía soportarlo más.
—Te quiero —susurró el pelirrojo en medio del beso, mi corazón se revolvió.
Me separé del beso, aún estaba encima suya sobre el colchón. Sentí su respiración y la mía juntarse, aquella sensación me hizo estremecer.
—Joder —gruñí para luego abrazarlo con fuerza .— Joder, joder... —maldije.
¿Cuándo comencé a quererlo tanto? Era muy frustrante no poder parar cuando se trata de Marcus, trataba de controlarme y acababa llegando aún más lejos.
Y seguía mi miedo a hacerle daño, pero más que eso me aterraba separarlo de mi lado.
Estoy tan confundido, hace mucho que no puedo pensar bien y con claridad como solía hacer, eso también me frustra.
—Me haces muy feliz, Alexander —susurró a mi oído, un escalofrío placentero recorrió mi columna vertebral.
Eso me incitó a separarme de él, por alguna razón no importaba como me sintiera antes, al estar cerca del pelirrojo mi cuerpo se volvía terriblemente sensible.
ESTÁS LEYENDO
✖¿Hay amor?✖ (BL) FINAL II
Romance>>Segundo libro alternativo de "El amor no existe" si no lo has leído recomiendo leerlo antes de este para una mejor experiencia de lectura>Contiene un poco de terror psicológico o escenas gore>Hay contenido +16 o +18>Relaciones hombrexhombre<<