✖¿Hay amor?✖ (BL) FINAL II

XXXIX

P.O.V Alexander

A pesar de que me sintiera feliz no podía dejar de llorar. Tal vez era que estaba tan feliz que simplemente sonreír no era suficiente.

Me sentí reconfortado cuando Alan me abrazó, era como si volviéramos a ser niños. Lo estreché entre mis brazos con fuerza, sintiendo como mi corazón sonreía ante la sensación de ser aceptado.

Aún se me hacía loco que Alan hubiera reaccionado así, pensé que se escandalizaría mucho más... Tal vez él siempre sospechó algo así de mí.

Acaricié los cabellos rubios de su nuca y suspiré, sintiendo como mi llanto comenzaba a calmarse, la verdad es que él parecía sorprendido con que llorara tanto ya que hacía demasiados años que no caía en llanto frente a él.

Sentir sus cabellos, su olor corporal y estrechar su delgado cuerpo se sintió increíblemente fraternal y lejano en el tiempo.

—Gracias —susurré. Él se separó levemente y secó con sus mangas mis lágrimas.

—Hacía tiempo que no te veía expresar tus sentimientos, me alivia mucho más saber que mataste a tus padres antes que seguir desconociendo el por qué de tu actitud —aseguró acariciando mi mejilla, yo sonreí.

—Hemos perdido tantos años... —comenté algo decaído, él se encogió de hombros.

—Nunca es tarde, lo importante es haberlo aclarado todo por fin —sentenció, sentí como sus ojos azules brillaban de emoción .— Dios... Te extrañé mucho, Alex —susurró.

Y sabía que no se refería a estos meses sin vernos, sino que a estos años en los que nos veíamos pero yo simplemente era la sombra de mi anterior yo, la cáscara que oculta el interior.

—Yo también te extrañé —sentencié feliz .— Te prometo que voy a cambiar, llevo tiempo intentándolo pero ahora estoy seguro de que lo haré —añadí.

Y, aunque Sophie, Marcus, Alan o Sarah son una gran razón por la que cambiar, la principal es que yo quiero hacerlo. Nadie podría cambiarme de verdad si no soy yo quien quiere realizar ese cambio.

Miré a mis espaldas y vi a Marcus, lo sonreí con cariño y tomé su mano, alentándolo a acercarse. Este se puso a mi lado, aparentememte incómodo.

—Sé que tuvisteis vuestros malos momentos pero me gustaría que os llevarais bien —comenté mirándolos a ambos. Alan desvió la mirada evasivo y Marcus tan solo rodó los ojos.

Suspiré.

—¿Al menos podríais estrecharos las manos para dejar en claro que os respetáis? Venga, ni siquiera os estoy pidiendo que volváis a ser amigos —pedí suplicante. Alan extendió su mano.

—Por mí está bien, creo que en verdad todo fue un malentendido y podríamos llevarnos bien —comentó el rubio. Yo sonreí ante sus palabras, pero Marcus en cambio frunció los labios.

—Sí, estoy seguro de eso —respondió sonriendo de repente también, eso me sorprendió bastante. Estrecharon las manos y yo los miré satisfecho.

...

Después de una hora Alan se fue de la mansión dejándonos de nuevo a Marcus y a mí solos.

Era algo tarde así que le propuse ver una película en la televisión de nuestro cuarto. Nos tumbamos en la cama cómodamente y comencé a buscar alguna película que nos interesara a ambos.

Marcus repentinamente se aferró a mi pecho, sonreí internecido pero no le dije nada.

—¿Qué tipo de película te apetece? —pregunté viendo por encima los títulos de varios filmes.