XXXVII

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P.O.V Alexander

La tarde seguía avanzando con lentitud.

Comenzaba a molestarme un poco la manera en la que Nathan miraba a Marcus... Me sentía raro, hacía que quisiera abrazar a mi novio contra mí y nunca soltarlo.

Acabé tomando la mano del pelirrojo con disimulo, este apretó el agarre y me sonrió, dejando un beso sobre mi mejilla... Esa acción calmó un poco mi malestar anterior, pero tan solo hizo que la mirada del chico se volviera más fría e incluso diría que triste.

—¿Cuándo vendrán los demás? —preguntó desviando la mirada. Marcus se encogió de hombros.

—Se habrán entretenido tal vez —dijo mirándome a mí, como si buscara que yo también dijera algo.

Pero no tenía nada que comentar, así que me quedé callado.

—Podría llamar a... ¡Allí están! —exclamó repentinamente el de ojos esmeraldas, levantándose del banco y corriendo en dirección a mis espaldas.

Cuando me di la vuelta vi al grupo de amigos de Marcus y a una chica que no conocía, pero que se me hacía horriblemente familiar.

Al bajar la mirada me percaté de que una de sus piernas era biónica, y al volver a levantar la mirada para verla el rostro comencé a asustarme.

Vi en ella a Sarah.

Pero eso no podía ser posible, yo ma-maté a Sarah... Ella está muerta, pero esa chica...

Me levanté tembloroso del banco, retrocediendo por impulso y chocando por accidente con Nathan.

—Ey, ¿estás bien? —preguntó extrañado por mi comportamiento. Yo acomodé mi flequillo con nerviosismo y asentí .— Estás temblando... —señaló.

Tragué saliva y volví a mirar hacia los amigos de Marcus, que ya se encontraban más cerca de nosotros. Retorné mi atención hacia la chica, tratando de encontrar algo en ella que me asegurara que no es Sarah... Pero tan solo acabé más aterrado al darme cuenta de que cuanto más cerca estaba, más similares se me hacían.

En ese momento sentí una pantanosa mezcla de miedo, esperanza, remordimiento, alegría, ansiedad... Todo se estaba juntando, quería huir pero mi cuerpo estaba paralizado y me temblaban tanto las piernas que en cualquier momento caería al suelo.

Y ocurrió, por la conmoción casi me desplomo sino fuera porque Nathan me sostuvo de los brazos, ya no parecía molesto ni triste, sino que preocupado.

—¡Ey! ¿¡Qué ocurre!? —preguntó entrando en un pequeño pánico. Eso llamó la atención de Marcus y los demás, el pelirrojo corrió hacia nosotros alterado y me sostuvo junto a Nathan, sentándome entre ambos sobre el banco.

Mis manos estaban tan tiritantes y frías; traté de sostener las manos de Marcus para calentarlas.

—Alex, Alex, ¿qué ocurre? ¿Te has mareado? ¿Llamo a un médico? —comenzó a preguntar agobiado, sentándose a mi lado y atrayendo mi cuerpo hacia él.

No me resistí, me aferré a su cuerpo con desespero y sentí unas horribles ganas de gritar, llorar, huir... Pero seguía inmóvil, como si me hubieran paralizado.

Los chicos también estaban a nuestro alrededor y preguntaban que ocurría, incluida ella.

—¡Chicos por favor, lo vais a agobiar más! —regañó alguien, juraría que era la voz de Nathan pero no estaba seguro.

—Alex... Alex —me llamaba muy preocupado mi novio, acariciando mis cabellos .— ¿Q-Qué ocurre? —La voz de Marcus se quebró, parecía a punto de llorar.

✖¿Hay amor?✖ (BL) FINAL IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora