✖¿Hay amor?✖ (BL) FINAL II

XXXIV

P.O.V Alexander

Soy feliz.

Bueno... No literalmente, considero que nadie puede ser eternamente feliz, sino que la felicidad es algo momentáneo. Fuera como fuese, estos días junto a Marcus me han hecho feliz.

Me agradó mucho nuestra cita en el museo, fue realmente interesante y pasarlo con Marcus solo lo hizo mejor.

Pero sin duda lo que más me gustó fue aquel beso... Me avergonzaba de solo recordarlo: perdí tanto los estribos que estuve a punto de desnudar a Marcus allí mismo.

Mis deseos por él se estaban descontrolando, tal vez sea por la edad, pero siento que si esto sigue así en cualquier momento me dejaré llevar y lo asustaré. Seguramente Marcus es tímido con el tema, y no quiere tener relaciones conmigo todavía.

Pase lo que pase estoy preparado.

...

Después de comer y jugar un rato a los videojuegos, llegó la tarde.

Marcus quería bañarse en la piscina, ya que hace tanto calor. Por supuesto que a mí no me agradó la idea, pero me dejé llevar de nuevo por él.

Se lo había prometido.

Marcus se puso un bañador semicorto con muchos tonos azules, una camiseta de manga corta blanca y unas chanclas. Yo por otra parte me puse un bañador simple de color negro, una camiseta de tirantes y unas chanclas de dedo.

Al llegar a la piscina, me acomodé en una camilla bajo las sombrillas. Hacía demasiado calor, el sol pegaba fuerte.

Marcus se colocó en una de las camillas junto a la mía y se quitó la camiseta para comenzar a echarse crema solar. Yo lo miraba de reojo mientras tanto: Su torso era delgado, pero tenía algo de músculo, a juzgar por ello seguramente iba al gimnasio una vez a la semana. Tenía algún que otro lunar y sus pectorales no eran para nada marcados, se veían tiernos en él.

Me sentí indudablemente atraído, incluso mi corazón comenzó a acelerarse de manera exagerada, entre emocionado y en pánico. Trataba de guardarme todo eso por dentro, pero era bastante difícil.

Cuando Marcus terminó dirigió sus ojos hacia mí, pillándome de imprevisto. Desvié la mirada, avergonzado.

—Te echaré mucha crema —aseguró sonriente .— Verás que así no te quemarás

Tragué saliva y asentí con la cabeza, quitándome la camiseta tímidamente, bastante avergonzado.

P.O.V Marcus

Su torso era tan musculoso, sentí hormigueos por todo el cuerpo al volver a verlo.

Alexander se dio la vuelta, soltó su cabello y lo colocó a un lado para que pudiera comenzar a echar crema por sus hombros... Su espalda era tan musculosa y sensual. Mordí mi labio inferior, excitado.

Justo cuando eché crema por su espalda, Alexander jadeó.

—Está fría... —murmuró, agachando la cabeza. Yo tragué saliva, acariciando su pálida y suave piel.

Tuve que pensar en otras cosas para no ponerme erecto, siento que estoy en descontrol. Al bajar mis manos por sus caderas, sentí como se estremeció... Mi corazón dio un vuelco, y mis ansias aumentaron.