✖¿Hay amor?✖ (BL) FINAL II

FINAL

P.O.V Alexander

Al contrario de lo que pensaba, fue fácil reencontrarnos.

—¡Alan! —gritó emocionada la chica, lanzándose a los brazos del rubio para abrazarlo con fuerza, ambos rieron y poco después me unieron al abrazo.

—Ha pasado muchísimo tiempo —lamentó Alan, apretando el agarre, Sarah asintió.

Nos separamos.

—Casi no te reconozco —declaró la chica con una ancha sonrisa. Alan asintió.

—Igualmente, has cambiado mucho, ¿verdad Alexander?

—¿Eh? —Me tensé, agachando un poco la cabeza—. Sí... —murmuré mirando la pierna biónica de Sarah, sintiéndome una vez más culpable.

Ella fue muy amable durante el tiempo que quedamos, nunca más volvió a reclamarme nada sobre su pierna o me hizo sentir mal, al contrario. Aún así aún yo guardaba algo de odio hacia mí mismo por haberla hecho eso en el pasado, sé que no me podía controlar, pero aún así...

—Oh no, esa cara significa que le estás dando vueltas a algo malo —declaró Sarah. Yo la miré sorprendido.

—¿Qu-...?

—No. Sea lo que sea deja de pensar en ello, Alex... Esta tarde vamos a divertirnos —aseguró con una sonrisa. Alan asintió rodeándome por los hombros.

—Todo va a estar bien, si te sientes muy mal no nos vamos a molestar o algo, ¿qué quieres hacer?

—¿Y-Yo? Eh... —me avergoncé—. Lo que vosotros queráis.

—Ummmm, creo que por ahora estaría bien pasear, tenemos que ponernos al día —ofreció Sarah. Alan y yo asentimos.

—Buena idea.

Empezamos a caminar, Sarah parecía emocionada, así que sus pasos eran enérgicos. Algo que noté en ella es que no había perdido la costumbre de jugar con los mechones de su cabello. Muchas veces los enredaba en su dedo.

—Entonces... ¿Qué le pasó a tu pierna? —Alan sacó repentinamente el tema. Yo me encogí un poco, agachando la cabeza arrepentido.

—Un accidente, pero tranquilo, lo he superado —respondió la chica con una sonrisa—. Fue difícil quererme tal y como soy pero lo conseguí, y me gusta mi pierna biónica, creo que no la cambiaría por una de verdad —comentó. Alan y yo la miramos sorprendidos.

—Eres muy fuerte, Sarah —declaró Alan.

—Gracias por pensar así —Le dio un pequeño golpecito en el hombro—. Y bien, ¿vamos a tomar algo? —Me guiñó un ojo, yo la sonreí, agradecido porque no le haya dicho a Alan que yo fui el culpable de la pérdida de su pierna.

Al final nos tomamos unos chocolates calientes en una cafetería. Después de unas horas hablando salió el tema de la novia de Alan, y este la invitó a unirse para que Sarah y ella se conocieran también.

Cuando Caroline llegó a la cafetería le dio un beso a Alan y saludó a Sarah con mucha amabilidad, para después sentarse a su lado.

Caroline y Sarah congeniaron en seguida, hablaron mucho entre ellas, era como si se conocieran de toda la vida. A Alan le dio ternura esto.

—Ya parecen mejores amigas —me murmuró el rubio al oído, con tono de broma. Yo reí un poco mirándolas.

—O algo más —seguí la broma. Alan me dio un pequeño codazo.

—Ey, que es mi novia.

—A Sarah le parece gustar mucho —le piqué. Este me agarró de la mejilla.