XXIX

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P.O.V Alexander

La mañana llegó, y encontrarme con Marcus a mi lado solo la hizo mejor.

Como la última vez que descansé a su lado, pude dormir. Dormí más de dos horas, y eso ya es increíble para mí.

Claro que Marcus quería dormir más, era normal. Sonreí mirándolo; estaba aferrado a mi pecho, sus cabellos pelirrojos estaban totalmente descolocados, su boca algo abierta y se le caía la baba... Era bastante tierno y gracioso, parecía descansar en un sueño profundo.

Besé su frente antes de levantarme con cuidado de no despertarlo. Me estiré y fui al baño a darme una ducha.

Creía que convivir con Marcus sería cansado, debido a que no soy muy bueno compartiendo mi vida con la gente... Pero no ha sido nada de eso, cuando estoy con él consigo olvidarme un poco de los malos momentos vividos en la mansión y disfruto de su compañía; sus besos, caricias y abrazos me hacen sentir bien, es bastante liberador.

Quité mis vendas y mi camisón para después meterme a la ducha. Mientras me enjabonaba solía pensar en muchas cosas, pero últimamente solo estaba Marcus.

Era extraño que cualquier cosa me recordara a él, antes me ocurría con Alan. ¿Tal vez solo estoy tratando de aferrarme a alguien? Suena bastante patético.

Salí de la ducha algo asfixiado; hacía mucho calor, y el vapor de agua generaba que el ambiente en el baño fuese húmedo. Abrí la puerta de este y me sequé rápido, me eché desodorante, crema hidratante y unas vendas nuevas para después colocar la toalla alrededor de mi cintura, dispuesto salir camino a mi armario.

—¿Alexander? —la voz somnolienta de Marcus me detuvo antes de que pudiera abrir el armario.

—¿Ya estás despierto? Es temprano —comenté observándolo. Él bostezó, retorciéndose un poco para después tumbarse boca abajo en la cama, apoyando sus codos sobre esta y dirigiendo sus ojos adormilados a mí.

—Lo mismo va para ti... Deberías dormir más —murmuró rascándose un ojo .— ¿Qué es eso en tus brazos? —me tensé, tratando de esconderlo.

—Pues... Una toalla

—... ¿Son vendas? —cuestionó buscando sus gafas en la mesilla. Yo fui rápido y me metí en el armario, viendo que ponerme .— Aquí están... ¿Alexander? —me llamó, yo tragué saliva.

—Estoy vistiéndome —excusé.

—¿Qué era eso? —dijo, ahora su voz sonaba desde más cerca. Repentinamente llamó a mi armario .— ¿Me estás ocultando cosas otra vez? —Su voz sonó triste.

Tomé aire rendido, hiciese lo que hiciese iba a enojarse o a entristecerse, así que decidí ser sincero.

Tras colocarme unos boxers y unos pantalones, abrí la puerta del armario.

—No... —susurré con lamento .— Sí son vendas, lo siento... Volví a lastimarme, soy un idiota y-

—No digas esas cosas —pidió serio. Tras eso comenzó a revisarme los brazos .— Sé que es difícil que pierdas esta costumbre... Pero por favor esfuérzate en no hacerlo nunca más —rogó preocupado. Yo cerré los ojos y bajé la mirada.

—¿No estás molesto ni harto? —pregunté en un tono casi inaudible. Él me agarró del rostro e hizo que lo mirara.

—Es obvio que no me gusta que hagas estas cosas, pero no estás bien... Si me molesto no vas a estar mejor —sentenció acariciando mis cabellos mojados .— Así que no me vuelvas a ocultar esto, por favor

—¿Por qué no te cansas de mí? —cuestioné confuso. Él frunció su expresión.

—Alexander, no me voy a cansar de ti... Deja de pensar que todo el mundo está harto de ti porque no es así, muchos te queremos —aclaró .— Solo tienes que darte cuenta y empezar a quererte —Puse una mueca.

✖¿Hay amor?✖ (BL) FINAL IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora