✖¿Hay amor?✖ (BL) FINAL II

XL

[Atención, este cap contiene escenas +18 explícitas, se recomienda discreción]

P.O.V Marcus

Aún permanecía sobre las caderas de mi novio. Sus labios se posaron sobre los míos y su respiración me hizo estremecer. Llevé mis manos a su nuca liberando aquellos cabellos azabaches que cayeron sobre sus hombros.

Hacía una semana que no teníamos un momento como este, pero aún así se sentía como si hubieran pasado años.

Su lengua se unió a la mía, nuestro beso era de paso rápido, tratábamos de respirar por la nariz para no tener que separarnos demasiado.

El ambiente resultaba cómodo, pero también estaba repleto de excitación, aumentando cuando los delicados dedos de Alexander delinearon mi columna vertebral acabando por sostener con firmeza mi trasero. Aquel gesto me hizo dar un jadeo y separarme del roce de labios.

Su mirada parecía susurrarme que siguiéramos, y yo le respondí prácticamente lo mismo, lanzándome de nuevo a besarnos más efusivamente.

En medio de los besos nos dimos pequeños espacios que aproveché para deshacerme de las prendas que tapaban su musculoso torso. Una vez con el torso desnudo lo acaricié en medio del beso provocando que las mejillas de Alexander se coloraran más.

En otro de nuestros espacios levantó mi camiseta, aunque nada más quitármela del todo él se lanzó a lamer y jugar con mis pezones. Era una sensación electrizante junto a sus manos acariciando mi espalda y caderas, inevitablemente encorvé la espalda hacia adentro, sintiendo la cercanía de mi estómago con su abdomen.

A diferencia de la primera vez, hoy no me encontraba tan nervioso y eso me permitió relajarme y disfrutar más de cada estímulo y tacto.

Su lengua húmeda jugueteaba con mi pezón mientras que acariciaba con los dedos el otro. De repente su boca subió por mi clavícula dejando numerosos besos hasta llegar a mi cuello, donde también lamió y besó, cuando me hacía aquello en esa parte del cuerpo sentía una mezcla de cosquillas y hormigueos en el pecho muy agradables.

Llegó hasta mi oreja y la mordió ligeramente, haciendo que diera un pequeño espasmo.

-Te adoro tanto, todo de ti es precioso, incluido tu cuerpo -susurró, yo sonreí enternecido.

-¿De verdad? Yo no estoy tan musculoso como tú...

-Ni falta que hace, yo te veo perfecto tal y como estás -aseguró, al parecer sus palabras le recordaron algo, pues se separó un poco de mí y me vio ansioso.

Iba a preguntarle qué ocurría cuando nos dio la vuelta dejándome caer esta vez a mí sobre el colchón.

-¿Qué recordaste? -cuestioné divertido. Alexander me observó seriamente.

-Que amo tu pene

Esas palabras me llevaron un segundo procesarlas... Y cuando lo hice, mis mejillas ardieron en suma vergüenza y me incorporé para verlo adecuadamente.

-¿¡Qué!? -exclamé. Aunque Alexander estaba distraído retirándome los pantalones y el bóxer, dejando a la vista mi miembro semi-erecto .- P-Pero... -Iba a decir algo, aunque realmente no sabía qué decir.

Observé atento como Alexander se deshacía del resto de sus ropas quedando desnudo como yo, para después tomar sitio entre mis piernas. Yo lo observé nervioso como la primera vez que hizo esto.

Lamió la longitud de mi miembro haciéndome estremecer, seguido lo tomó firmemente con sus manos.

Su mirada se dirigió a mí, era una mirada sugerente, casi rozando lo pícaro. Me llevé una mano a la cara para taparme la boca y un poco las mejillas, que estaban ardiendo intensamente.