Capítulo 5

425 22 6
                                    

Al bajar nos encontramos con el papá de Adrien, al cuál todavía le desconocía el nombre y a la que parecía ser la mamá de Adrien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Al bajar nos encontramos con el papá de Adrien, al cuál todavía le desconocía el nombre y a la que parecía ser la mamá de Adrien.

—Hola pequeño— sonrió la mujer besando la mejilla de Adrien.

—Hola mamá— le devolvió la sonrisa mientras la saludaba. Me tomó de la cintura para acercarme a él y a sus padres—. Ella es Marinette, mi novia— me observó a mi y luego a su mamá.

—Oh, es un placer conocerte Marinette— me sonrió besando mi mejilla.

—El placer es mío.

—Hola Marinette— me sonrió el papá de Adrien antes de besar mi mano—. Hola Adrien.

—Hola papá.

La cena no estaba lista aún, así que nos sentamos en el living a conversar con los padres de Adrien.
Estábamos sentados en dos sillones, Adrien y yo en uno y frente a nosotros sus padres.

—¿Así que tienes veinte años?— dijo la madre de Adrien. Asentí.

—¿Y qué piensas estudiar?— agregó el padre de Adrien. Bien ahora no sabía que responder.

—Le he dicho que por ahora no se preocupé pensando en que va a estudiar. ¿No, amor?

—Si— sonreí ¿Cómo hace para inventar tan rápido?

—Y aunque insiste con ser abogada...— continuó. Las miradas de admiración hacía mi, iban en aumento—. Yo no la he dejado— sonrió—. Pienso que las mujeres deben estar en casa. Más cuando ya nos casemos y vengan hijos debe estar con ellos mientras yo trabaje.

—Buena forma de pensar— agregó la madre de Adrien.

—La cena está servida— nos interrumpió una chica. La cuál también desconocía. De seguro era una de las nuevas a la cuál Adrien la había contratado ésta tarde.

Los cuatro nos levantamos de los sillones y comenzamos a caminar hacía el comedor.

—Adrien...— susurré a lo bajo antes de entrar al comedor— ¿Cómo se llaman?

—Mi mamá es Emilie y mi papá es Gabriel— me dio un leve empujón para que caminara.

La cena estuvo tranquila. Adrien y Gabriel hablaban de negocios y dinero. Emilie y yo nos limitábamos a escuchar ya que ninguna de las dos entendíamos a que se referían.

—Y bueno...—dijo Emilie cambiando de tema— ¿Qué tienen pensado para la boda?

¿La boda?— pensé en mi interior—. Yo no pienso casarme y menos con ¡Adrien!

—Aún nada, pero ya vamos a hablar con más tranquilidad—respondió Adrien—. Lo que pasa es que últimamente tengo mucho trabajo y casi no estamos juntos pero ya vamos a comenzar a planear— me pateó por debajo de la mesa. Sólo sonreí fingidamente.

—Oh... pero tienen que conseguir un lindo salón— me sonrió— ¿No crees Marinette? Yo estaba pensando en que podemos adornar con flores blancas.

—Si, es una muy buena idea— me limité a decir antes de que le arruinará la fantasía a estos dos.

—Con Marinette habíamos hablado de hacer la celebración aquí en el jardín de la casa, es bastante grande y si se decora bien puede quedar muy lindo— agregó Adrien.

—Me gusta la idea— respondió el papá de Adrien.

Y el resto de la cena y el postre, se pusieron a hablar de "nuestra boda". Yo ni loca me caso con ese psicópata que solo sabe hablarme mal.

Los padres de Adrien se retiraron cerca de media noche dejándonos sólos con las empleadas nuevas.

—Bien, todo salió perfecto— dijo luego de cerrar la puerta con pestillo.

—Ya me explicas todo eso— me paré enfrente suyo colocando mis manos en mis caderas—. Yo no me casaré contigo así que no planees mucho, Agreste— dije moviendo el pie con nerviosismo.

—Te hago una pregunta— dijo ignorando mis palabras— ¿Yo te pregunté sobre la boda?

—¿Qué?— dije sin entender—. Responde a lo que te dije— casi le grité.

—Mira Marinette es así de simple, quieras o no te casarás conmigo.

—Pues, no quiero y no lo haré porque no eres nadie para decirme que debo hacer y que no— le grité. Dos empleadas se asomaron desde la cocina para observar.

—¿Amor?— dijo dándose cuenta de que nos miraban— ¿Podemos seguir la conversación en la habitación?— me dio un leve empujón tomándome de la cintura.

—Adrien, es en serio— susurré mientras subíamos—. No me casaré contigo y...— me interrumpió.

—Cállate— dijo de mala gana pero sin levantar el tono de voz—. Sube hasta mi habitación.

Entramos a su habitación y cerró con llave la puerta.

—Siéntate ahí— me señaló su cama. Obedecí—. Mira— comenzó a hablar con nerviosismo—. Es simple, nos casamos en un mes.

—¿Qué?— dije en un intento de grito, pero pareció un alarido—No.

—Si— se sentó a mi lado—. Es que en serio tengo que casarme. ¿Para qué crees que te compré si no?— me estaba intimidando con la mirada—. Es por trabajo— agregó—. Y aunque seas menor de edad, te puedes casar porque yo soy tu tutor y yo firmo el permiso.

—No puedes casarme en contra de mi voluntad.

—¿Qué te hace pensar eso?— preguntó con malicia— Marinette... soy Adrien Agreste— agregó.

—Ya, ni te creas—dije agachando la mirada.—. En serio, no quiero casarme contigo. ¿Qué no te importa lo que yo piense?

—¿Sinceramente?— dijo haciendo una mueca que se confundía con una burla, pero en fín, no lo era.-— No, no mucho.

La Bella y la Bestia [AU Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora