Capítulo 17

386 23 5
                                    

—¿Miedo?— dijo arqueando una ceja—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Miedo?— dijo arqueando una ceja—. Marinette, no voy a obligarte a dormir conmigo— me dijo. Suspiré—. ¿Te doy miedo?— agregó con un tono de...¿preocupación?

—Es que no es que me des miedo tú, si no que... sin ofender, eres algo bipolar y de repente te enojas conmigo y dices cosas sin sentido que de verdad me asustan— dije. Me miró bien, torció un poco la cabeza—. Eso también me da miedo— dije causando su tierna risita.

—¿Bipolar?— dijo poniéndose serio—. No, no lo creo— carcajeó.

—¿Ves?— reí—. Puede que no te des cuenta pero de verdad a veces asustas Adrien— le dije. Me sonrió.

—Bueno, iré a un medico— dijo. Me reí—. No vamos a dormir juntos, no te preocupes— me dijo.

—Gracias.

—Nunca pensé que una chica me iba a dar las gracias por no dormir con ella.

—Pregunto...— dije.

—Pregúntame.

—¿Te acuestas con la primera que se te cruza?

—No siempre es la primera— dijo riendo. Negué con la cabeza en tono de reproche—. Tú te me has cruzado un par de veces y ni siquiera me quieres besar— rió—. Me causa ternura que te sonrojes.

—¡Adrien!— dije intentando sonar molesta. Me sonrió.

—Hasta mañana— dijo y sacó una almohada de la cama—. Capaz que mañana cuando despiertes yo no voy a estar en la habitación ¿Si?

—Si— dije mientras asentía—. Hasta mañana, que descanses.

Admito que fue lindo de su parte dejarme la cama para irse a dormir a un incómodo sillón donde le sobresalían los pies, era gracioso verlo ahí pero a la vez daba algo de pena. No digo que me importe mucho Adrien, pero de verdad él hace mucho por mi, aunque me trate mal, me da un techo y me cuida.

Fui hasta el baño, cepillé mis dientes, até mi cabello en una coleta, lavé mi cara quitando todo resto de maquillaje corrido por el agua de la ducha. Al salir abrí la cama y cambié de canal, no encontré nada así que lo apagué.
Me incliné un poco en la cama para ver a Adrien que reposaba sobre el sillón mientras miraba el techo. Recosté mi cabeza sobre la almohada dándole la espalda al lugar vacío de Adrien en esta cama.
Ahora un nuevo pensamiento invadía mi cabeza.

¿Qué tal si solo es un truco y luego se mete en la cama?

Ya con eso no iba a poder dormir. Cerré mis ojos y respiré profundo.

—Marinette no exageres, ni que estuvieras en una película de terror— murmuré para mi misma.

—¿Qué?— sentí que decía. Creo que no lo dije lo suficientemente bajo.

—Nada, nada, hablaba conmigo misma.

—¿Segura?— dijo divertido. Rodé en la cama para verlo.

La Bella y la Bestia [AU Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora