Que feo es cuando la persona que más amas es la persona más fría del mundo.
Que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida.
Que feo es que tú seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres.
Vivir con...
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—Créeme, no te arrepentirás— sonrió y me dio un papel—. Esta es la dirección.
—Oh, gracias— sonreí—. Allí estaré.
—¡Genial! Me gustaría que fueras, hay algunos chicos que quiero presentarte.
—De todas maneras, tengo novio— dije y sonreí. Arqueó una ceja.
—¿Tú?— preguntó. Hice una mueca de desagrado y ella volvió a sonreír—. No lo tomes mal, pensé que no tenías. Está bien, puedo presentarte a mis amigas— sonrió—. ¡Kagami!— gritó y corrió al otro lado del pasillo.
—Mady, ¿Qué quieres?— preguntó la chica de cabello azabache.
—Ven aquí, Marinette— me hizo una seña y me conduje rumbo a ellas—. Ella es Marinette, Marinette ella es Kagami— sonrió.
—Hola, un gusto— dije y sonreí. Kagami arqueó una ceja.
—Me gustan mucho tus ojos— dijo sonriente—. ¿Eres la chica nueva?— preguntó. Asentí—. He oído muchas cosas sobre ti— abrió los ojos—. Dicen que eres hermosa y encantadora.
—Oh, ¿enserio?— pregunté sorprendida.
—Kagami, ella irá a tu fiesta— le informó Mady.
—¡Qué bien!— hizo una mueca—. Espero que te diviertas tanto como los demás— sonrió—. ¿Sabes dónde es?
—Si, Mady me dio tu dirección— dije. Ella asintió—. Chicas, este fin de semana no, el próximo, quiero festejar mis dieciocho pero no conozco a todos en el colegio, ¿creen que puedan ayudarme?
—Si, genial. Amo organizar fiestas— dijo Mady casi saltando de la emoción.
—Va a ser estupendo— sonrió Kagami—. Hoy podemos almorzar juntas y organizamos a quien invitar, es que, Marinette ya sabes, hay algunos que es preferible no se acerquen— asqueó en una mueca y Mady rió.
—Ese tal Plagg, no es muy buena junta— dijo Mady. Kagami asintió.
—Conmigo es bueno— lo defendí—. Las que ya andan cansándome son, Emily y su perrito faldero— dije con desagrado. Kagami abrió la boca.
—¿Esa ya se ha metido contigo?— preguntó—. Disculpa que te diga, ten cuidado con las chicas como ella— dijo. Mady murmuró algo y golpeó a Kagami con el codo—. Está bien, no digo más.
—¿Tienes auto, Marinette?— preguntó Mady cambiando de tema.
—No, pero Adrien pasa por mí a la salida y puedo decirle que nos lleve.
—¿Quién es Adrien?— preguntó Kagami con intriga.
—Mi novio— respondí. Sonrieron.
—Apuesto lo que sea a que es muy sexy— dijo Kagami—. Ese nombre lo dice todo— mordió su labio inferior.