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Capítulo 1 - Lealtad


Bödvar Bjarki, era conocido por ser un berserker y guerrero despiadado. No tenía temor, no sentía dolor; no existía rival para él. Se convertía en una bestia sin reparos, inundado en la pasión por la batalla. Tales fueron sus hazañas que acabó ganándose el apodo del "Pequeño oso luchador".
Sin embargo, tras una dura batalla donde fueron más de cien los cadáveres que ya había liquidado, fue herido de gravedad por salvar la vida de su fiel amigo Gerd Esbensoon.

Bödvar, intentó volver a la ardua batalla de la conquista junto a Gerd, quien le había jurado lealtad eterna pero su intento fue en vano. Sus movimientos dejaron de ser ágiles y su cuerpo grotesco era difícil de combinar con ataques dignos de la fiera que había llegado a ser. Sus ganas de venganza, lucha, victoria, eran más que la posibilidad de que pudiese volver a ensalzar un hacha. Sus piernas no reaccionaban de la misma manera, la cojera que le había quedado de por vida no le permitía ser el ambicioso guerrero, además tampoco podía contar con su brazo izquierdo, puesto que este también se vio afectado con una parálisis leve. Así pues, decidió dejar las aventuras y acabó encontrando el amor.

La joven, de familia artesana y enamorada de Bödvar, seguía admirandole por todo lo que fue capaz de hacer. Una mínima discapacidad no fue motivo para que ella abandonase sus ganas por enjendrar un hijo del gran guerrero pero este se oponía alegando no ser suficiente para ella. Finalmente, Bödvar acabó enamorándose de la joven, Nilsa Helgedottir, y dejó de rechazarla, olvidando por una vez la clase de bestia en la que se convertía y en lo que había acabado ser.

Con el tiempo, la lealtad que Gerd juró deleitarle, acabó convirtiéndose en una sátira de mentiras. El guerrero, cegado por la convicción de llegar a ser leyenda, desprestigió el honor del Bödvar, acusándole de mentiroso. Quería acabar con la única persona que sabía que, a pesar de tener una discapacidad, podía acabar con él. Le acusó de serle infiel al rey, le acusó de no ser un hombre digno para la batalla y finalmente, le acusó de traición y de ser el causante de aquel infurtunio del que el mismísimo Bödvar le había salvado.

La pareja, desconcertada y desolada por los actos de Gerd, y por la reacción del pueblo, decidieron abandonar cualquier rastro de su pasado y viajar hasta un nuevo reino donde pudiesen alojarse. Ese nuevo reino fue Sogn, el mismo lugar donde quedó embarazada.

Se decía que, Nilsa, era capaz de contemplar los mensajes que los propios dioses querían transmitirle. Tenía una conexión con ellos, y en varias ocasiones había podido verificarlo. La noche de antes de que rompiese aguas, una aparición de el mismísimo Balder -quien había sido visto por su familia en varias ocasiones y por lo tanto, tenía una fuerte vinculación con la deidad-, se interpuso en sus sueños, avisandole del gran poder que tendría su legado.

Ambos pensaron que los dioses les habían otorgado un regalo tras la injusticia a la que habían sido sometidos. Y no se equivocaron. Los mellizos, Uxo y Heleritz poseían una vinculación especial con Ull, dios del invierno, del combate cuerpo a cuerpo, de la caza y de la muerte, el cual aún no habían descubierto.


...

Los jóvenes Bjarkisoon, se adentraban en el bosque, cerca de su hogar en busca de alguna presa con la que poder abastecer a su familia. Ambos hermanos, se mantenían atentos a cualquier mínimo ruido que pudiese aparecer, siempre sin olvidarse de la presencia y seguridad del otro. Habían crecido rodeados de los más puros valores de complicidad y honestidad que sus padres les otorgaron y por ello, habían creado un vínculo de unión irrompible.

Ambos competían por conseguir el mayor número de presas antes de que el sol estuviese en lo mas alto de las montañas. Sabían que no podían retrasarse, puesto que sus padres trabajaban duramente en la granja y estaban cansados.

Northland (Ivar The Boneless)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora