Capítulo 30 — Huir
Los mellizos emprenden un viaje nuevo. Por suerte, Bödvar parece haber ganado la batalla contra la fiebre pero no puede afirmar todavía que se encuentre en buenas condiciones, aunque sí fuera de peligro.
Ambos, viajan en drakar y a caballo, acompañados de la joven Gersemi y unos cuantos guerreros cedidos por el rey Harald.
Y como Uxo sospechaba, Heleritz queda maravillada de cuanta diversidad de territorios. Costumbres, paisajes, climas e incluso culturas avasallan su mente ofreciéndole miles de oportunidades para descubrir otros frentes. Ella había nacido para esto.
— Cuan maravillado estaría Ivar de contemplar tal dominio... — susurra la pelirroja mientras descansa sobre el prado. Sobre sus piernas Gersemi y a su lado Uxo, contemplando los tres la caída del sol.
—Pero él es rey de Kattegat y tiene otras responsabilidades. — afirma Uxo.
La mirada de Heleritz baja apenada hasta llegar a sus pies. Aquellos con los que Gersemi está comparando su magnitud.
— ¿Quién es Ivar? — pregunta inocente la muchacha dirigiendo su mirada hacia la de su tía. Eleva su mentón y lleva ambas manos a los mofletes de la misma, apretándolos con fuerza. — Pareces un pez. Quizás papá tuviera razón.
— ¿Razón con qué?
— Con que eres adoptada. — bromea el mellizo.
La niña ríe a carcajadas y luego lleva sus manos a la oreja de la melliza. — Cree que tienes una vinculación con el mar...
— Sí, eso dicen las malas lenguas... — bromea también la melliza haciéndole cosquillas a Gersemi.
— ¿Es tu novio? — inquiere la pequeña elevando ambas cejas.
La pelirroja dirige su mirada a su hermano y este, con su ceño fruncido, coge en brazos a la pequeña ágilmente. — Esa palabra para ti está prohibida. Jamás tendrás novio.
— ¿Porque no?
— Porque eso implica querer a alguien tanto que serías capaz de dar tu vida por él.
— Entonces yo ya tengo novio...
Uxo se atraganta y mira perplejo a su hija.
— Tú eres mi novio, ¿verdad papa?
Uxo ríe nervioso y luego, abraza a su hija con fuerza. — Claro.
Heleritz no puede evitar contemplar la escena con ternura. Y eso a su vez, le preocupa ¿Será ahora su momento, también?
— Entonces Hel, ¿vendrás con nosotros?
— ¿Dónde quieres ir ahora, hermanito?
— Es un viaje largo. Seguramente volveremos con el cambio de estación, posiblemente los cultivos ya hayan sido cosechados y algo nuevo haya crecido.
— Eso implica demasiado tiempo... ¿Qué será de Kattegat?
— Una reina también debe conocer otras culturas, así llegaras a comprender y no a entender sólo a cuantos te rodean.
Las palabras de su hermano plantean grandes dudas en la mente de la melliza. Él había cambiado notoriamente, físicamente y mentalmente. Era un hombre totalmente maduro, curtido en batalla y en conocimientos y ella, que siempre había añorado el descubrimiento, se había atascado en un reino del cual nunca se había sentido perteneciente.
— Bueno cierto es que dejarías a muchas personas aquí...
— Me uniré a ti. — afirma con seguridad la melliza sin siquiera pensar sus palabras pero sintiéndolas con total plenitud. Gersemi y Uxo esbozan una gratificante sonrisa mirando con ilusión a la pelirroja.
— Podemos pasar por Kattegat si lo prefieres, así podrás despedirte.
— ¿Yo, despedirme? Vamos Uxo... Las despedidas solo sirven cuando es para siempre.
En su interior, Heleritz moría por volver a ver a Ivar. Un solo beso más, una mirada o quizás una sonrisa... Pero también estaba segura que de suceder algún acto por efímero que fuese de cariño del deshuesado hacia ella, se quedaría de nuevo con él. Ivar era su debilidad y a su vez, su castigo. No podía quedarse a su lado, con su corazón dividido. También debía quererse a sí misma, cumplir con sus sueños y en ninguno de ellos, aparecía ser reina de Kattegat. Heleritz siempre había querido descubrir horizontes, empaparse de conocimientos, aventuras, conocer lo desconocido y luego, aplicarlo en su vida.
Así pues, emprenden un nuevo camino surcando los mares.
Sin embargo, no todo era tan emocionante como parecía. A Bödvar la noticia del reconcilio de sus hijos y la unión en su viaje, pareció llenarle de vida. Bo, quedó al cargo de Bödvar pues se habían convertido en grandes amigos y aliados. Ambos muy orgullosos de las decisiones de los mellizos, a diferencia de Harald. El rey había cedido parte de sus tropas a los mellizos pero aun así, sentía un distanciamiento de la pelirroja que no sabía cómo remediar. No pertenecía a sus planes y eso, parecía atormentarle. Así pues, las primeras y últimas noticias que Ivar recibe por parte de Harald golpean al deshuesado, triturando toda esencia humana que quedaba de él.
<<Heleritz, se ha ido y no volverá. Partió los mares y surcó los cielos y nadie sabrá donde se encuentra.>>
...
¡Bienvenidxs vikings!
Siento la tardanza pero he estado bastante ocupada... Como consuelo deciros que el próximo capítulo lo tengo ya casi acabado y lo subiré en cuanto este listo.
¡Nos vemos!
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Northland (Ivar The Boneless)
FanficUxo y Heleritz, dos mellizos acostumbrados a convivir rodeados de la paz y tranquilidad que el asombroso reino de Sogn le proporcionaba, se ven envueltos en una fatídica lucha tras el pacto de unión de su actual rey, Harald I. Sus padres, dedicados...