🂡♕Sᴇɴ̃ᴏʀ Black♛🂱

•37•

Las personas en la mansión se encontraban felices, especialmente Yuan y Haerin, pues finalmente Jimin y Jungkook volverían del hospital.

—¿Ya casi van a llegar?— preguntó el pequeño peli negro mirando a Liam mientras balanceaba sus piernas colgando de la cama.

—Estoy seguro de que ya no tardan.— le ánimo revolviendo suavemente sus cabellos.

—¿Crees que a papi Jimin le guste la sorpresa?— preguntó ilusionado.

—Te aseguro que le va a encantar.

De pronto la puerta se escuchó y los dos niños lo miraron emocionados con una gran sonrisa. Finalmente habían vuelto.

Sin esperar un solo segundo, los tres bajaron rápidamente de la cama y corrieron por todo el pasillo así como también en las escaleras para finalmente llegar a la sala, dónde encontraron a Jungkook ayudando a Jimin a caminar.

—¡Papi!

El chico de cabellera rubia se giró y sus ojos se cristalizaron al ver a los dos chiquillos corriendo directamente hacia él.

—Bebés.— con ayuda de Jungkook, logró sentarse en el sillón y allí recibió gustoso a sus hijos entre sus brazos— ¿Ustedes hicieron todo ésto?— preguntó refiriéndose a un enorme cartel a mitad de la sala que decía "Bienvenido" y que estaba rodeado de globos y serpentinas pegados en las paredes.

—¡Si Papi!— exclamó felizmente Yuan.

—¿Te... gusta?— preguntó tímida Haerin.

—Me encanta.

—Se esmeraron mucho.— comentó Liam sonriendo y acercándose al mayor— Bienvenido hermano.

—Gracias.— devolvió la sonrisa y abrazó más fuerte a los pequeños al mismo tiempo en que comenzaba a dejar varios besos en sus mejillas haciéndolos reír a carcajadas.

—Si, yo también estoy bien... Me alegra verlos.— habló Jungkook en voz baja cruzándose de brazos.

—También te extrañamos papá.— aseguró Yuan sin despegarse del rubio— Te extrañamos mucho mucho.

—Si, mucho— asintió Haerin adherida a Jimin.

—Se nota— sonrió de lado y después negó con la cabeza—. Iré a la oficina a buscar algo mi amor, vuelvo en un momento.

—Está bien, aquí estaré esperándote.— sonrió y con algo de dificultad movió su mano en forma de despedida.

—Y ustedes dos, no vayan a estarse moviendo mucho o podrían lastimar a papi ¿Vale?

Ambos chiquillos asintieron y finalmente Jungkook avanzó hacia las escaleras.

—¡Señor Black!— se detuvo al escuchar que Taylor lo llamaba.

—¿Qué pasa?

—B-Bueno yo— el hombre agachó la cabeza y tomó aire antes de continuar—. Lamento lo que sucedió... Creo que en parte fue culpa mía por dejar que se fuera solo y... Créame yo jamás hubiera querido que algo le pasara... De verdad lo siento.

Jungkook lo quedó mirando en silencio por unos segundos, hasta que su mano se posó sobre el hombro del contrario y lo apretó suavemente.

—No te preocupes, no fue tu culpa, yo solo estaba muy alterado ese día y hablé sin pensar— sonrió aunque sabía que Taylor no lo podía ver—. Tú y Haru han estado conmigo casi desde el inicio y es por eso que les tengo confianza.

—Gracias señor.

—No agradezcas— la sonrisa se borró de sus labios y recordó lo que había hablado con su esposo en el hospital.—. Fue ese maldito de Aleksei quien chocó la camioneta y le disparó.