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Una respiración agitada podía escucharse entre toda aquella oscuridad que le invadía. Su cuerpo comenzó a moverse y de pronto se puso de pie, sintiendo inmediatamente la frialdad del suelo mientras comenzaba a caminar con pasos lentos hasta donde se percibían aquellos sonidos.

Gemidos, jadeos y más gemidos.

Su cuerpo se paralizó cuando pudo asomarse a esa habitación, y ahí observó lo más horrible que sus ojos hayan visto.

Jimin estaba recostado sobre una cama de sábanas blancas, su respiración era errática y apretaba los puños mientras se entregaba al placer... Pero lo peor no fue eso, si no que Jimin no estaba solo. Aleksei estaba con él, acomodado entre sus piernas y con su mirada burlona fija en la puerta, viéndolo a él, con una sonrisa en su labios y sudor recorriendo su cuerpo.

Él negó con la cabeza e incapaz de soportarlo, aventó la puerta para detenerlos y en el proceso cayó de rodillas con lágrimas en los ojos.

—¡Jimin!— lo llamó, sin embargo su esposo ni siquiera lo miró, siguió en aquel acto que se suponía solamente haría con él—¡Jimin no!— gritó y cubrió sus ojos llenos de lágrimas con las palmas de sus manos. Era como si sus piernas de pronto ya no quisieran moverse más.

—¡Papá!— escuchó gritar repentinamente a sus dos pequeños e inmediatamente levantó la mirada, dándose cuenta de que ahora se encontraba hincado en un parque.

—B-Bebés los extrañé mucho— murmuró aún con la voz rota y extendió sus brazos hacia ellos, pero los dos niños se pasaron de largo ignorandolo por completo— Pero qué...

Sus ojos se abrieron grandes cuando vió que se dirigían hacia  ese maldito ruso que seguía mirándolo con burla mientras le restregaba en la cara que su familia, ahora era de él.

—Jimin... ¡Jimin mírame!— exigió poniéndose frente a él, pero su esposo no lo veía.

—Ya es tarde...  Señor Black.

—Jimin... ¡Jimin!

—Otra vez está teniendo pesadillas.— murmuró Taylor acercándose a la cama para quitar el exceso de sudor que escurría por la frente de Jungkook.

—N-No... No... J-Jimin...

—Cálmate.— intentó tranquilizarlo el castaño, no podía permitir que volviera a ponerse en pie, la fiebre estaba demasiado alta como para que encima la herida volviera a abrirse. De por si seguían sin comprender cómo era que seguía vivo, pero muy fuertes debían ser sus ganas de levantarse para aferrarse así a la vida.— Nada es real... Nada es real.

Lentamente Jungkook comenzó a calmarse y respiró de manera irregular como lo había hecho desde la noche anterior. Los analgésicos apenas hacían efecto y gracias a los cuidados del señor Dongyul, la herida no se había infectado, pero Jungkook se veía bastante mal.

De pronto la puerta se abrió de golpe y el dueño de la casa apareció con una respiración bastante apresurada tomando bocanadas de aire.

—¡Algo pasó!— exclamó con una expresión de alegría.

—¿Qué ocurre?— cuestionó Haruki esperanzado de que fueran buenas noticias.

—Pues resulta que el señor Kwan recibió una llamada a su celular y adivinen qué— preguntó emocionado, y sin esperar respuesta continuó— ¡Por fin alguien se comunicó con él! ¡Y ya vienen en camino!

Un gran alivio se instaló en el cuerpo de los presentes mientras que grandes sonrisas aparecían en sus labios. Finalmente sus esperanzas volvían a crecer.

🂡♕Sᴇɴ̃ᴏʀ Black♛🂱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora