🂡♕Sᴇɴ̃ᴏʀ Black♛🂱

•FINAL•

Aleksei se encontraba en una pequeña casa dentro del bosque, lejos, muy lejos de aquella mansión en la que residía antes. Todas las mañanas lo primero que buscaba en las grabaciones era la imagen del Cisne o del Señor Black, pero para su fortuna, no había ninguna y aquello le hacía liberar un largo suspiro de alivio.

Había pasado un mes desde que Jimin se había escapado y sabía que no importaba dónde se escondiera, tarde o temprano ellos lo iban a encontrar. Solo esperaba que fuera luego de varios años, después de todo, nadie sabía exactamente su ubicación y sería complicado dar con él...

Sin embargo, todo pasó más rápido de lo que esperaba, pues esa mañana precisamente, cuando se dirigió a las pantallas que daban las imágenes de las cámaras, la taza que sostenía entre sus manos fue soltada llegando a estrellarse contra el piso, creando un eco en todo el lugar. El cuerpo de Aleksei se quedó totalmente inmóvil y sus ojos abiertos de par en par, tal cual como si se hubiera quedado petrificado.

No necesitó retroceder las grabaciones, pues ahí, de pie, se encontraba el Señor Black, con su máscara sobre el rostro y la capucha negra cubriendo su cuerpo. A su lado, sosteniendo su mano, se encontraba el Cisne, con su traje de color blanco, ambos mirando en dirección a la cámara.

En ese momento, disparos comenzaron a escucharse fuertemente desde afuera y gritos acompañaron aquellos estruendos. El ruso no supo qué hacer, se quedó paralizado en el mismo sitio, y cuando finalmente reaccionó, sus ojos vieron frente a él a aquellas dos personas acercándose y supo que ese era su fin.

Después de eso, no supo lo que sucedió al menos durante media hora, pues el puño de Jimin lo puso a dormir con mayor eficacia que la anestesia.

Y para cuando los ojos de Aleksei se abrieron lentamente y lo primero que pudo ver, fue la luz de un foco dándole directamente a la cara.

—Que bueno que despertaste— escuchó decir al Señor Black e inmediatamente quiso levantarse, pero no pudo pues sus piernas y manos estaban atadas a una silla.

—¡Desgraciados! ¡¿Qué me harán?!

—Es una sorpresa—respondió Jungkook fríamente.

—Queremos preguntarte algo— habló ésta vez Jimin caminando al rededor de la silla, observando como los ojos de Aleksei seguían todos sus movimientos— ¿Cuál dedo ocupas menos?

—¿Q-Qué?— incapaz de predecir lo que venía, sus labios soltaron un alarido de dolor cuando sintió un golpe demasiado duro en su dedo meñique. Giró inmediatamente el rostro y vió al Señor Black sosteniendo un mazo que seguramente había tomado de la caja de herramientas que tenía guardada... Y quién sabe que más habría tomado.

—¿Es ese?— preguntó seriamente el azabache— ¿O éste?— tomó impulso y golpeó el dedo siguiente, escuchando enseguida los gritos de sufrimiento— Dinos cuál es, de prisa o te romperé todos.

Pero Aleksei no respondió nada, así que al final, ambos lo miraron fijamente mientras le rompían los dedos de ambas manos, uno por uno, pero el ruso jamás les respondió y aquello los hizo enojar aún más.

—Bueno, si no nos dices, te vamos a cortar toda la mano— amenazó Jimin buscando entre la herramienta una segueta, y cuando la encontró, caminó con ella hacia el ruso.

Aleksei ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar cuando Jimin ya había deslizado la pequeña cierra sobre su piel, haciéndole un corte no tan profundo pero bastante doloroso.

—¡E-Espera!— suplicó con la primer lágrima cayendo de sus ojos— E-Espera.

—¿Ahora vas a rogar por tu vida?— dijo Black con un tono de burla mientras apartaba la máscara de su rostro únicamente para que Aleksei pudiera apreciar su sonrisa—. Nos diste demasiados problemas, fuiste un jodido dolor de cabeza para nosotros y nada de lo que digas nos hará cambiar de opinión.