🂡♕Sᴇɴ̃ᴏʀ Black♛🂱

•49•

Habían pasado ya unas horas desde que Jungkook despertó. Luego de que todos se reunieran en la habitación, el azabache a pesar de estar aún delicado por la herida, permanecía sentado en la camilla teniendo un debate mental sobre la situación.

—¿Y si vamos a atacarlo ahora mismo?— sugirió Haruki frunciendo levemente el ceño.

—Estoy seguro de que ya no está ahí— respondió Jimin—. Es un maldito cobarde que solamente sabe ocultarse.

—¿Entonces qué hacemos?— preguntó Taylor mirando a los demás, y al final su mirada se posó en JungKook— ¿Señor Black?

Pero el azabache no estaba prestando atención, su mirada se mantenía fija en sus manos y su mandíbula estaba demasiado tensa. Los demás esperaron una respuesta, sin embargo él permaneció callado por largos minutos, pues luego de que Jimin le dijera que Ivanov se lo llevó y todo lo sucedido, su furia comenzó a incrementarse al grado de que en su cabeza solamente imaginaba todas las cosas posibles que podía hacerle para que sufriera. Quería cortarle las manos por atreverse a tocar a su esposo, quería quitarle los ojos por haberlo mirando y sobre todo, quería quitarle la vida de la manera más horrorosa posible.

—¿Black?

Insistió Seth y finalmente el azabache levantó la mirada, percatandose de que todos lo observaban fijamente.

—¿Qué era lo que decían?

—Hablamos sobre Ivanov, ¿Qué haremos con él?

—Por el momento nada— respondió tranquilamente—. Cuando me recupere, entonces hablamos sobre ese cabrón.

Todos pudieron notar como las venas de su frente y cuello se marcaban debido a lo tenso que estaba gracias a la furia que evidentemente intentaba ocultar. Por esa razón nadie refutó ni hizo comentarios al respecto.

—Hmm, de acuerdo. Entonces creo que nosotros volveremos a la mansión para ver cómo van las cosas— habló Taylor haciendo una leve reverencia—. Me llevaré a tu hermano Jimin ¿Está bien?

—Si, te lo agradecería.

—Bueno, entonces nos retiramos.— habló ésta vez Haruki empezando a caminar a la puerta.

—Oigan— los dos voltearon ante el llamado de Jungkook— Gracias.

Ambos sonrieron suavemente y simplemente asintieron para después salir de la habitación, sin embargo la voz de Jimin los hizo detenerse nuevamente.

—Por cierto— lo miraron expectantes— Me alegra verlos de nuevo.

—A nosotros también nos alegra verte.

—Gracias por salvarlo.

Una vez más asintieron con una sonrisa, y finalmente luego de uno minutos de despedidas, ellos se marcharon y Jungkook junto a Jimin se quedaron solos en la habitación.

—Encontré una libreta en su oficina— fue lo primero que dijo el rubio—. Tiene muchas direcciones y números. Imagino que son los contactos con quien hace negocios y...

—¿Me dijiste la verdad?— le interrumpió Jungkook tomando fuertemente su mano.

—¿De qué hablas? ¿Qué verdad?

—¿Estás seguro de que... de que no te tocó más allá de lo que me dijiste?

Jimin frunció levemente el ceño—¿Qué gano yo mintiendote?

—Sólo... Sólo dime si es verdad.

—Si Jungkook... Es la verdad— suspiró y alejó su mano— ¿A caso no confías en mí?