19| Tratos, desconcierto y pasado

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Emilia POV

Había pasado ya una semana desde que la fiesta de Valentina había estado en boca de todos, era impresionante las cantidades de versiones que utilizaban los del instituto, ya ni siquiera sabía cuál creer, me había dedicado a ignorarlos ya que no había asistido y no tenía caso escuchar lo “increíble” que fue, aunque todos sabíamos que había terminado en un desastre, especialmente porque Valentina lo dijo.

Me encontraba en un parque, sentada en una de las bancas, fumando un cigarrillo y los patines puestos pero inmóviles, tenía los ojos cerrados disfrutando el momento de paz que me daba estar sola, y principalmente porque no me encontraba en casa, empezaba a ver todo un poco borroso, quizá el cigarrillo estaba haciendo efecto.

—Supuse que te encontraría acá.

La voz de Valentina me hizo abrir los ojos alarmada, es como si la hubiese invocado, fruncí el ceño dándole una rápida mirada a su aspecto, traía una mini falda pegada al cuerpo, unos tacones altísimos con los que apenas yo podría caminar, y finalmente una blusa un poco holgada dejando a la vista su escote. Su largo cabello rubio caía sobre sus caderas reluciendo brillante, aparté la mirada de ella viéndola burlona, parecía una completa zorra, aunque todos sabíamos que sí lo era.

—¿Qué demonios quieres? —pregunté tirando el cigarrillo al suelo para luego pisarlo.

—Al parecer no estás de buen humor... ¿Necesitas una buena noche de sexo? —inquirió burlona.

—No lo creo, no soy Valentina —mumuré.

—¡Exacto! No eres como yo, jamás lo serás.

—¿Y tú crees que quiero serlo?... Que equivocada estás.

—Todos quieren ser como yo —añadió tocándose el cabello.

—¿De verdad? ¿Es por eso que estás en el equipo de las animadoras tontas?

—Deja la ironía conmigo, Emilia. Venía a hacerte una propuesta, pero ya veo que mejor lo haré con alguien más.

Fruncí el ceño nuevamente al oírla hablar... ¿Ella dijo propuesta? ¿Así como un trato? Valentina se dio la vuelta con intenciones de irse, pero mi curiosidad e interés había crecido y no iba a dejarla ir tan fácilmente.

—¿Qué clase de propuesta? —ella se detuvo en seco.

—Sabía que aceptarías —murmuró.

—En ningún momento he dicho que sí, estúpida, solamente estoy preguntando qué clase de propuesta quieres conmigo.

Me miró sonriente, pero había cierta malicia en su sonrisa, y eso no me traía buenas intenciones, todos sabíamos lo desesperada que estaba para ser más popular, o quién sabe por qué cosa, y yo jamás había tenido una amistad con ella... ¿Y por qué ahora me buscaba a mí? Esto no podía ser nada bueno.

—Tú sabes que yo quiero ser animadora, además me ayudará en la universidad como actividades extracurriculares.

—Ajá. ¿Y?

—Y tú... Claramente se nota que estás muriendo por Benicio, pero a simple vista he notado que él está interesado en Ámbar, podemos hacer un pequeño plan para que todo se ordene al final, y las cosas sean como debieron ser desde un principio.

—Interesante... ¿Y cómo demonios harás eso? —exclamé con falsa sorpresa.

—Primeramente deberías empezar alejándote de Ámbar, dejar de ser su... Amiga, para que deje de quitarte todo, y luego...

—Un momento —interrumpí—. Ámbar no tiene nada que ver contigo, y yo no tengo nada que ver con las animadoras estúpidas... ¿Por qué me buscaste a mí?

¡Hey tú, perdedor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora