Luna POV
Había llegado el día.
Finalmente la excursión en el campamento se daría el día de hoy, yo ni siquiera me había acordado de la estúpida hoja que debía entregar firmada por mis padres como permiso, a mi parecer era un poco estúpido, tampoco éramos unos niños.
No me agradaba la idea de tener que pasar dos semanas enteras haciendo cosas insignificantes, me relajaba un poco saber que al menos estaríamos en una mansión, muchos podían estar felices ante tal cosa, pero yo sin duda era la excepción, dos semanas en las que podría haber hecho algo más importante.
Matteo.
Ni siquiera entendía por qué había decidido posponer nuestra charla para después del campamento, no podía creer que hablaríamos hasta después de dos semanas y no voy a negar que estaba ansiosa para que habláramos, quería desahogarme y contarle todo así como quería oír sus explicaciones, era demasiado importante como para dejarlo después de dos semanas.
No obstante, no podía hacer nada para evitarlo, el beso que me dio me dejó anonadada que no tuve otro remedio más que aceptar, Dios, ese perdedor me está haciendo fallar en todos los sentidos.
Para mi suerte mis padres se encontraban en casa hoy, ambos estaban en la mansión aún trabajando en el living, salí de mi habitación dejando la valija atrás mientras sujetaba la hoja en mis manos, al bajar las escaleras me encontré con Joel pero ni siquiera lo miré, seguí mi camino ignorándolo, aún así sentí su intensa mirada sobre mi.
Crucé de brazos frente a mis padres molesta cuando ellos ni siquiera se inmutaron con mi presencia, me molestaba saber que eran tan adictos al trabajo que no podían dejarlo al menos un momento, por el rabillo del ojo observé a Joel posicionarse detrás de mis padres con los brazos detrás de su espalda como si fuese un guardaespaldas.
—Liliana, Bernie —llamé atrayendo la atención de ellos.
—Ya te dije que no puedes hablarnos así —mamá negó con desaprobación.
—Somos tus padres —siguió papá.
—Fue la única manera en la que me hicieron caso, además esto es muy importante —les entregué la hoja.
—¿Qué es esto?
—Una hoja.
—Luna —advirtió papá.
—¿Qué no saben leer? Es una maldita hoja de permiso, así que deben firmar para que me pueda ir de una vez por todas —rodé los ojos.
—¿Irte? Ni siquiera nos dijiste nada sobre el campamento, Luna —papá bufó.
—Pues por eso mismo, les estoy dando la hoja ahora porque no lo recordaba, y me iré en una hora así que firmen ya.
—Firmaremos esta vez —asintió mamá—. Pero te recuerdo una cosa, Luna. Tú aquí nuestra hija, estás a nuestro mando así que no puedes andar por ahí gritando y exigiendo cosas como si tuvieras más autoridad que nosotros, por si te hace falta memoria nosotros podríamos simplemente no firmar y dejarte castigada en tu habitación durante esas dos semanas.
Observé expectante a Lily quien firmó apretando el lápiz con un notable enojo, Bernie también firmó dándome la hoja, y así como si nada, ni siquiera me desearon suerte, no se despidieron de mi, no me dijeron que me cuidara... Tampoco me dijeron que me extrañarían.
Con la mirada dolida caminé pasando por Joel apretando la hoja en mis manos, subí las escaleras rápidamente intentando llegar a mi habitación pero Joel me alcanzó antes de que entrara tomando mi muñeca en un movimiento suave que me hizo estremecer.
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¡Hey tú, perdedor!
Fanfic-¡Hey tú, perdedor! -exclamó Luna alzando su mano y captando la atención del castaño -¿Vos... Vos, me estás hablando a mí? -preguntó Matteo incrédulo -No veo a otro perdedor además de ti -respondió Luna sonriendo arrogante -Estoy cansado de qué me l...