43| Elegir

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Luna POV

No podía explicar lo inmensamente feliz que me sentía, estaba demasiado contenta conmigo misma, y por primera vez en mi vida sentía que las cosas mejoraban poco a poco, absolutamente todas las cosas estaban poniéndose correctas, y aunque algunas todavía no cabían muy bien, desde el fondo de mi corazón sentía que todo estaría bien al final, todo mejoraría.

Era curioso pensar que desde que inició el año veía todo gris como siempre, como todos los años, pensaba que mi vida siempre sería así, que terminaría como una chica infeliz, que mis padres me obligarían a estudiar administración de empresas, yo veía todo mi futuro de color negro, es decir, sí, tenía a mis amigas y me divertía mucho con ellas, pero no era suficiente, ellas no eran lo que yo necesitaba.

Y podía afirmar, con mucha seguridad, que desde que llegó ese hermoso perdedor italiano revolvió toda mi vida, recuerdo perfectamente el día en que chocamos y me tendió su mano, también me avergüenza recordar que yo no cedí, al contrario, durante todo ese tiempo fui grosera con él, cuando sólo quería acercarse a mí. Adelantando la historia, se metió en mi vida poco a poco, siempre estuvo ahí presente, conmigo, incluso puedo afirmar que volví a enamorarme de alguien, porque desde que había terminado con Simón jamás sentí esas cosquillas, esas mariposas en el estómago, y volver a sentirlo de nuevo era emocionante.

Matteo me hizo cambiar en varios sentidos, me hizo entender que todos somos absolutamente iguales, no hay unos que se diferencien de otros, nosotros somos de el mismo mundo, tenemos lo mismo físicamente, y principalmente, que no necesariamente tienes que enamorarte de un popular, la vida la giros muy inesperados, por eso todos se asustaron cuando Luna Benson terminó siendo la novia de Matteo Balsano.

No negaré que me emocionaba decirlo de esa manera, me encantaba sentirme feliz, sentirme querida, sentirme bien conmigo misma, ahora soy una nueva Luna, una a la que todos le agradan, no negaré que se siente extraño cambiar rotundamente, incluso he tenido ataques aveces, actuando arisca como antes, pero me he estado esforzando mucho respecto a eso, y sé, que al final, yo terminaré siendo la vencedora.

Estaba empacando mis cosas tan efusiva, finalmente volveríamos, estaba muy emocionada porque quería regresar a casa, ver a mamá, también sé que teníamos una plática pendiente, y una muy importante, pero Dios mío, mi madre, Lily Benson había cambiado después de tantos años, ella me había dicho que me quería, me había prometido ser una mejor madre, y eso era suficiente para que mi corazón estallara de felicidad, no podía estar más contenta.

—Oye, alguien está muy emocionada con volver.

Me volví en dirección a la puerta con una sonrisa encantadora en el rostro, no me había dado cuenta que mi mejor amiga había entrado a mí habitación, cargaba una valija color morada con decoraciones de flores muy bonitas, Delfi me sonrió antes de acercarse a mí.

—Delfi, pues obvio, vamos a volver a nuestras casas, vamos a salir de esta mansión después de una semana entera.

—Un momento, al entrar al campamento dijiste que no querías volver nunca a tu casa. ¿Cambiaste de opinión?

Entendí a lo que se refería, pero las cosas habían cambiado.

—Bien, últimamente no hemos tenido tiempo para poder contarte...

—Porque estás con Matteo— finalizó

Sonreí como boba.

—Mira esa sonrisa, ¿hay algo que no me has contado?

Asentí.

—Siéntate, es muy importante.

Delfi agitó su reluciente cabellera negra hacia atrás mientras se sentaba en mi cama junto a mí, alzó ambas cejas con cierto interés.

¡Hey tú, perdedor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora